¿Renace Sacramento? El desafío de Scott Perry al frente de unos Kings sin rumbo

Tras una nueva decepción en el play-in, la franquicia californiana apuesta por un viejo conocido para reconstruir un equipo que todavía no despega en la NBA

Un nuevo capítulo en la telenovela de los Kings

Los Sacramento Kings vuelven a estar en el centro del huracán. Tras una humillante derrota 120-106 ante los Dallas Mavericks en el torneo play-in —una instancia pensada para insuflar emoción al cierre de temporada— y la consiguiente eliminación, la franquicia californiana decidió prescindir de los servicios de Monte McNair, su gerente general desde 2020 y uno de los principales arquitectos del regreso a los playoffs en 2023, cortando así lo que parecía un prometedor proceso de reconstrucción.

En su lugar, Sacramento ha apostado por Scott Perry, un ejecutivo con más de dos décadas de experiencia en despachos NBA y con la difícil tarea de devolverle vida a una franquicia marcada por la inestabilidad, tanto estructural como deportiva.

De regreso a casa: Perry y su segundo capítulo en Sacramento

Para muchos, Scott Perry no necesita presentación. Con pasos por las oficinas de Detroit Pistons —donde fue parte fundamental en la construcción del equipo campeón en 2004—, Orlando Magic, Seattle Supersonics/Oklahoma City Thunder y más recientemente los New York Knicks, Perry carga en su mochila una invaluable experiencia en el armado de plantillas competitivas. Aun así, su regreso al norte de California tiene tintes de redención: estuvo brevemente en Sacramento como vicepresidente de operaciones en 2017 antes de partir a Nueva York.

Ahora, en rol de gerente general principal, su desafío es mayor que nunca.

Una franquicia sin rumbo claro ni paciencia institucional

Desde que Vivek Ranadivé compró a los Kings en 2013, el equipo ha sido sinónimo de inestabilidad. Nueve entrenadores (incluyendo interinos), cinco gerentes generales y un sinfín de reestructuraciones hacen que Sacramento haya sido uno de los equipos menos competitivos en la liga durante la última década.

De hecho, durante la era Ranadivé, los Kings han acumulado un triste récord de más derrotas que victorias, siendo la quinta peor franquicia en cuanto a porcentaje de triunfos en toda la NBA desde 2013.

No obstante, bajo la dirección de Monte McNair, la franquicia dio señales de vida: la selección de Keegan Murray en el draft, el fichaje de Malik Monk y, sobre todo, el traspaso que trajo a Domantas Sabonis a cambio de Tyrese Haliburton demostraron ambición e inteligencia estratégica.

2022-23: El espejismo que fue la mejor campaña en 17 años

La temporada 2022-23 significó un punto de inflexión: con un récord de 48-34 y finalizando terceros en el Oeste, los Kings rompieron la maldición y pusieron fin a una racha negativa de 16 temporadas sin playoffs, un record histórico en la NBA.

La atmósfera en el Golden 1 Center era de ebullición; “The Beam Team” —apodo otorgado por el haz de luz púrpura que se enciende tras cada victoria local— se convirtió en un símbolo de renacimiento. A pesar de caer en la primera ronda ante los Golden State Warriors en siete intensos juegos, la afición vio en ese equipo una semilla de esperanza tras años de fracasos.

Ese éxito catapultó a McNair al reconocimiento como el Ejecutivo del Año, pero, irónicamente, también elevó unas expectativas difíciles de repetir.

2023-24: Un paso atrás imposible de justificar

Lejos de consolidarse como fuerza del Oeste, los Kings se diluyeron en la temporada siguiente. La campaña 2023-24 fue marcada por decisiones drásticas: el despido del entrenador Mike Brown en diciembre, la sorprendente transferencia de De’Aaron Fox —el último emblema del equipo— a San Antonio en febrero y un rendimiento de altibajos que culminó con otro fracaso en el play-in.

El resultado: récord de 40-42, novena posición en el Oeste y una afición otra vez frustrada. En medio de ese torbellino, el interino Doug Christie tomó las riendas del equipo apenas finalizada la etapa de Brown, acumulando un balance positivo (27-24), aunque sin lograr el salto necesario. Christie declaró su deseo de “terminar lo que empezó”, pero su continuidad está ahora en manos de Perry.

El núcleo actual: ¿suficiente para competir?

La pregunta que ronda a los aficionados de los Kings es sencilla: ¿tiene Sacramento una base real para aspirar al éxito?

Actualmente, el roster cuenta con nombres interesantes en su núcleo:

  • Domantas Sabonis, líder en triple-dobles del equipo y pilar en la pintura.
  • DeMar DeRozan, veterano con capacidad anotadora pero cuya edad (34) plantea dudas.
  • Zach LaVine, explosivo escolta con historial de lesiones y cláusulas salariales elevadas.
  • Keegan Murray, el joven prometedor que aún tiene margen para más.
  • Malik Monk, vital desde el banco y con rol cada vez más protagónico.

Sin embargo, no todo es positivo. La franquicia puede perder su selección de primera ronda si no entra en los 12 primeros ‘picks’, algo poco probable salvo que la lotería de draft les sonría con generosidad.

Scott Perry: ¿El arquitecto que sí traerá estabilidad?

Si hay algo que distingue a Scott Perry es su capacidad para leer momentos institucionales y adaptar su estrategia a las limitaciones de cada franquicia. En Nueva York fue clave en el proceso que llevó a los Knicks a playoffs en 2021 tras años de mediocridad.

Su paso por Detroit y Seattle es recordado por haber forjado estructuras sólidas, tanto en el desarrollo de jugadores como en cultura organizacional. En sus propias palabras, suele preferir un enfoque mixto entre desarrollo interno, búsqueda de roles específicos en la agencia libre y una detallada evaluación del talento juvenil.

No será fácil replicar eso en un equipo como Sacramento, que ha demostrado tener poca paciencia institucional y grandes dificultades para mantener un rumbo claro.

¿Qué sigue para los Kings?

El tiempo apremia. En plena temporada baja, los Kings deben tomar múltiples decisiones:

  • ¿Se renovará a Doug Christie o buscarán otro nombre con experiencia probada?
  • ¿Pueden traspasar a LaVine o DeRozan por piezas más jóvenes y flexibilidad salarial?
  • ¿Qué ofertas hay por Sabonis si se decide un retooling profundo?
  • ¿Cómo cubrirán la ausencia de selecciones altas en el draft?

Preguntas difíciles, pero inevitables en un contexto que, si bien inestable, aún permite optimismo. El hecho de haber superado las 40 victorias por tres temporadas consecutivas sugiere que hay una plataforma desde la cual construir.

Ahora, esa construcción está en manos de Scott Perry. Y la fanaticada de Sacramento no quiere más falsas promesas. Quiere estabilidad, quiere identidad... y quiere volver a competir.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press