Energía a precio justo: ¿Debe NV Energy compartir los costos del combustible con los usuarios?

Mientras las facturas de electricidad se disparan en Nevada, un nuevo proyecto legislativo propone repartir la carga. ¿Una revolución energética o un riesgo innecesario?

Una realidad difícil: facturas que se disparan

Andi Kaufman, madre soltera con ingresos fijos, solía pagar $91 al mes por su electricidad. El año pasado, sin embargo, esa cifra se disparó a $245. Su caso no es aislado. Carol Polk también experimentó un incremento en su factura pese a tomar precauciones como bajar el termostato y desconectar electrodomésticos no utilizados.

Esta tendencia ha afectado a miles de clientes de NV Energy, la principal proveedora de electricidad en Nevada. La causa no está en mayores ganancias para la empresa, sino en el sistema actual que permite que todos los aumentos en el costo del combustible sean trasladados directamente a los usuarios.

¿Por qué aumentan tanto las facturas?

En el modelo vigente, NV Energy no obtiene beneficios directos por la venta de combustible, ya que la ley estatal lo prohíbe. Sin embargo, el 100% de los costos del combustible utilizado para generar electricidad se trasladan al cliente. Cuando los precios suben, debido a factores como la pandemia o tormentas extremas como la de Texas en 2021, el usuario final es quien paga el precio.

En 2022, el precio del gas natural —fuente de más del 50% de la energía en Nevada— subió un 70% y alcanzó su punto máximo en enero de 2023. Según la vocera de NV Energy, Meghin Delaney, ese mes se implementaron las tarifas más altas, con aumentos en las facturas de unos 2 centavos por kilovatio hora.

Una propuesta para cambiar las reglas del juego: AB452

Presentado por la asambleísta Tracy Brown-May (D-Las Vegas), el proyecto de ley AB452 quiere poner fin a esta vulnerabilidad de los consumidores. ¿Cómo? Mediante la adopción potencial de un mecanismo de reparto de costos del combustible. Es decir, que NV Energy absorba parte de esos aumentos.

La idea es sencilla: si el precio del combustible sube más allá de lo previsto, la empresa cubre parte del sobrecosto. En cambio, si compra energía a un precio más bajo que el estimado, puede quedarse con una parte del ahorro. Con esto, se pretende incentivar que las compañías eléctricas busquen fuentes más estables, como las energías renovables, y no dependan tanto de los combustibles fósiles.

Casos exitosos en otros estados

Modelos de compartición de costos similares han sido implementados en Hawái, Wyoming, Misuri, Wisconsin e Idaho. En muchos de ellos, han servido para estabilizar las facturas y empujar a las empresas a invertir en fuentes limpias. Según Rebecca Wagner, ex reguladora estatal de energía en Nevada, este tipo de políticas “no perjudican a la compañía y favorecen al cliente”.

La resistencia de NV Energy

La empresa se opone con firmeza. Su vicepresidenta de regulación, Janet Wells, lo dejó claro frente a los legisladores: “La idea de que los clientes están desprotegidos o que la empresa no está motivada para controlar sus costos no es cierta”.

Wells sostiene que la llamada al cambio es innecesaria y que el sistema actual funciona. Asegura que el proyecto abriría la puerta a estrategias de cobertura de costos costosas y riesgosas. Además, argumenta que el Comité de Regulación Energética del Estado ya analiza detenidamente los costos de combustible y puede rechazar aquellos que considere irresponsables.

Hunter Stern, representante del sindicato IBEW Local 1245 (que agrupa a trabajadores de NV Energy), también expresó su preocupación por “evitar consecuencias y daños al sistema actual”.

Lo que realmente pide AB452

Proponentes como Brown-May aclararon que el proyecto no obliga a implementar el mecanismo de compartición, sino que pide a los reguladores investigar si conviene hacerlo. El objetivo es que, para julio de 2026, el Comité de Infraestructura y Crecimiento reciba un informe que determine si la nueva política es de interés público.

Como señaló el Rocky Mountain Institute, organización centrada en la transición energética: “Los precios del combustible son riesgos que alguien debe gestionar. Bajo el sistema actual los clientes lo hacen solos. Pero las compañías están en mejor posición para manejar ese riesgo”.

No solo los costos: también la transparencia

El proyecto de ley contempla otras mejoras sustanciales para los consumidores:

  • Extensión del plazo de análisis de las propuestas de NV Energy por los reguladores, para asegurar una mayor revisión.
  • Protección contra cobros erróneos: se eliminaría una laguna legal que permite devolver solo parcialmente el exceso cobrado a clientes.

Justamente, Carlin Dinola, residente en el sur de Nevada, descubrió que había sido sobrecargada durante seis años por un error en la tarifa aplicada a su propiedad. Aunque había pagado más de $1,100 de más, solo le devolvieron $100. Estos errores afectaron a más clientes y demostraron deficiencias en los controles internos de facturación de la empresa.

Dificultades en la supervisión regulatoria

Christi Cabrera-Georgeson, subdirectora de la Liga de Conservación de Nevada, alertó que NV Energy “inunda al regulador estatal con propuestas”. Aunque solo está obligada a presentar una propuesta tarifaria cada tres años, en realidad lo hace con mucha más frecuencia y con múltiples enmiendas a sus planes futuros.

En palabras de Cabrera-Georgeson: “Este nivel de actividad sin suficientes controles regulatorios hace difícil para los consumidores entender qué están pagando realmente”.

¿Un paso hacia energías renovables?

Uno de los efectos indirectos más relevantes del proyecto es que podría estimular a NV Energy a diversificar su matriz energética. Las fuentes solares o eólicas no conllevan costos de combustible como el gas natural, por lo que las empresas que implementan modelos de repartición de costos suelen buscar estas alternativas para reducir su exposición financiera.

Esto estaría alineado con los objetivos de descarbonización de Nevada y ayudaría al estado a cumplir metas ambientales a largo plazo.

¿Y si se hace nada?

Si no se aprueba el proyecto, los consumidores seguirán siendo totalmente responsables de los aumentos en el precio del gas natural y otros combustibles. Algo especialmente problemático para las familias con ingresos fijos o bajos, según lo experimentado por Kaufman y Polk.

Además, los errores de facturación seguirán sin resolverse adecuadamente, y la falta de tiempo para revisar las propuestas de NV Energy prolongará la opacidad del sistema.

La batalla legislativa continúa

El proyecto AB452 ya fue aprobado por el Comité de Crecimiento e Infraestructura el 11 de abril, y se espera que siga su camino en la legislatura. Entre sus partidarios se encuentran reguladores, organizaciones ambientalistas y defensores del consumidor. Entre sus críticos, la propia NV Energy y los sindicatos relacionados con la empresa.

Como resumió la asambleísta Brown-May: “Cuando a la gente no le gusta tu propuesta, probablemente es una buena propuesta”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press