Superman como símbolo transcendente: Un viaje entre la fe, la moral y la esperanza

Cómo el Hombre de Acero trasciende las religiones, inspira el bien común y regresa a su esencia en la nueva película de James Gunn

El 18 de abril se celebró el 87º aniversario del nacimiento del superhéroe por excelencia: Superman. Desde sus humildes orígenes en los cómics creados por dos adolescentes judíos en 1938 hasta su esperado regreso a la gran pantalla en 2024 bajo la dirección de James Gunn, Superman sigue siendo mucho más que un ícono de capa roja: es un símbolo moral y espiritual que, generación tras generación, ha unido, inspirado y elevado a la humanidad.

Un origen con trasfondo judío y valores universales

Superman fue concebido en Cleveland durante una época convulsa, entre la Gran Depresión y el ascenso del nazismo. Jerry Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes judíos marginados y llenos de imaginación, crearon al Hombre de Acero como un símbolo de justicia, perfectamente adaptado a una sociedad carente de héroes.
La elección del nombre "Kal-El", en el que el sufijo “El” tiene una connotación directa a Dios en hebreo, y su lanzamiento en solitario desde Krypton a la Tierra ha sido comparado constantemente con el relato bíblico de Moisés.

Según Samantha Baskind, profesora de historia del arte en Cleveland State University, Superman representa en muchas formas una narrativa judía de supervivencia. "Su historia refleja la del ‘Kindertransport’, aquel programa de rescate en el que miles de niños judíos fueron enviados fuera de la Alemania nazi a Gran Bretaña antes de la Segunda Guerra Mundial. Superman es un ser enviado en solitario por sus padres para salvar su vida", afirma Baskind.

Superman como parábola cristiana y símbolo espiritual global

A pesar de haber sido criado metodista por sus padres adoptivos, los Kent, pocas veces se hace referencia directa a la religión en los cómics de Superman. Sin embargo, cabe destacar que su actitud y su disposición al sacrificio lo han asociado con figuras como Jesucristo, Moisés o incluso bodhisattvas del budismo.

El guionista Grant Morrison reveló que su concepción del personaje se basó en la obra renacentista “Oración sobre la dignidad del hombre” de Giovanni Pico della Mirandola, la cual insta al ser humano a aspirar a virtudes más elevadas que las de los propios ángeles. En su serie All-Star Superman (2005-2008), el Hombre de Acero salva a una joven a punto del suicidio con la frase: "Eres más fuerte de lo que crees", una muestra de compasión profunda que trasciende toda afiliación religiosa.

Una herramienta de conexión y esperanza en tiempos oscuros

Muchos académicos coinciden en que lo que hace que Superman destaque entre el creciente universo de superhéroes no es su fuerza, sino su capacidad para ver lo bueno en las personas. James Gunn, director de la próxima película que se estrenará el 11 de julio de 2024, subraya esta cualidad fundamental: “Él cree que la santidad de la vida es lo más importante”.

David Corenswet, que interpreta a Superman en esta versión y es el primer actor judío en asumir el rol en una película importante, dijo recientemente: “¿Por qué pensar en todo lo terrible cuando podemos centrarnos en las cosas buenas que hicimos hoy?”.

La película marca un retorno a los orígenes morales del personaje, alejado de narrativas nihilistas como las exploradas en series como “The Boys” o “Invincible”, donde los superhéroes se convierten, en ocasiones, en figuras destructivas y corruptas. Superman, en contraste, permanece como un faro de virtud y esperanza.

Superman y la masculinidad positiva en la cultura contemporánea

Robert Revington, profesor en la Vancouver School of Theology, quedó tan inspirado por Superman como modelo de masculinidad positiva que decidió lanzarse en paracaídas con un disfraz del personaje en su 28º cumpleaños. “Es fuerte, sí, pero también compasivo, algo que muchos hombres hoy en día necesitan ver representado”, comentó.

En un mundo saturado por figuras masculinas tóxicas, el Hombre de Acero ofrece un modelo distinto: liderazgo sin imposición, poder con empatía, firmeza con ternura. “Yo quiero conectar con la gente. Cambiar sus vidas para mejor”, dice el Superman de la serie “Superman & Lois”.

Relato migrante y vehículo para identidades híbridas

Gene Luen Yang, autor de “Superman Smashes the Klan” (2020), usa al personaje como una analogía con su propia experiencia como estadounidense de origen chino. “Superman tiene dos nombres, Kal-El y Clark Kent; yo tenía un nombre chino en casa y otro americano en la escuela”, explicó. Su obra narra cómo una familia china-americana enfrenta al Ku Klux Klan con la ayuda de Superman tras mudarse a Metrópolis en 1946.

Incluso sin una afiliación explícita, Superman representa valores profundamente espirituales: proteger al débil, renunciar al reconocimiento personal y luchar por el bien común. Como dice A. David Lewis, novelista gráfico basado en Boston: “Superman no es propiedad del judaísmo ni del cristianismo; es un símbolo de lo trascendente al que todos podemos acceder”.

Más allá de la religión: Superman como reflejo de la religión civil americana

Dan Clanton, profesor de estudios religiosos en Doane University (Nebraska), sugiere que Superman encarna perfectamente lo que se conoce como religión civil americana, un conjunto de creencias compartidas que unen a una sociedad laica en torno a valores morales comunes.

En otras palabras, incluso personas no religiosas encuentran en Superman un llamado a la virtud. Neal Bailey, colaborador de Superman Homepage y ateo autodeclarado, argumenta que Superman es un “pragmático filosófico” que busca siempre la solución menos dañina. “No le importan las creencias religiosas. Le importa que las personas vivan de acuerdo con su potencial humano”, afirma.

Un nuevo tiempo, un nuevo Superman

James Gunn ha prometido que su versión no será otro relato sombrío ni cínico. En su publicación de Instagram del 18 de abril, mostró una faceta íntima junto a Corenswet y Rachel Brosnahan (quien interpreta a Lois Lane), hojeando una reproducción de Action Comics #1, la primera aparición de Superman. “No creemos en él solo por su fuerza física, sino por su carácter y su determinación de hacer lo correcto sin importar qué”, escribió Gunn.

Este Superman promete regresar a los valores que lo hicieron eterno: integridad, empatía, esperanza. En un contexto mundial marcado por catástrofes, divisiones políticas y pérdida de confianza en las instituciones, el simple acto de creer en la bondad encarnada en un personaje de ficción puede convertirse en un acto radical de fe y reconstrucción cívica.

Un legado para todas las generaciones

Desde la lucha contra Hitler en las portadas de los cómics durante la Segunda Guerra Mundial hasta su papel actual como guía de una sociedad necesitada de referentes éticos, Superman ha demostrado que los héroes sobreviven porque encarnan lo mejor de nosotros.

Hoy, más que nunca, el Hombre de Acero vuela alto no por su habilidad para desafiar la gravedad, sino porque nos recuerda que cada uno de nosotros puede aspirar a lo imposible.

“Vive lo suficiente con Superman”, escribió el guionista Grant Morrison, “y empezarás a creer que tú también puedes volar.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press