Robots maratonistas: El audaz experimento tecnológico de China que cambia el concepto del deporte

Por primera vez en la historia, humanoides corren junto a humanos en un medio maratón en Pekín: una mirada futurista al cruce entre deporte y tecnología

El pasado fin de semana Pekín fue testigo de uno de los eventos más singulares del siglo XXI: un medio maratón en el que participaron tanto atletas humanos como robots humanoides. Este evento sin precedentes marcó un hito en la historia de la ingeniería, la inteligencia artificial y el deporte, fusionando disciplinas que hasta hace poco parecían incompatibles.

En total, más de 20 equipos compitieron en la "Medio Maratón de Robots Humanoides", un evento revolucionario que se desarrolló en paralelo al maratón convencional. En un circuito especialmente diseñado, donde robots y humanos compartieron la ruta pero separados por barreras por precaución, los androides bipedales desafiaron los límites de la tecnología autónoma de movilidad.

¿Qué es exactamente un robot humanoide maratonista?

Un robot humanoide es una máquina con forma y locomoción similar al ser humano, equipada con sensores, motores, cámaras y, claro, un sistema de inteligencia artificial que le permite procesar su entorno. En este sentido, correr un maratón no es simplemente acelerar dos piernas metálicas, sino adaptarse dinámicamente al terreno, sortear obstáculos y gestionar limitaciones energéticas como el agotamiento de batería.

En esta competencia, los robots tenían que recorrer los mismos 21.1 kilómetros que los atletas humanos, pero bajo reglas adaptadas a sus limitaciones. Se les permitían paradas técnicas para cambiar baterías, y la mayoría eran controlados en parte mediante algoritmos preprogramados y asistencia remota desde los "pits" de sus respectivos equipos.

¿Quién ganó en la categoría robótica?

El ganador entre los no-humanos fue el robot Sky Project Ultra, también conocido como Tien Kung Ultra, desarrollado por el equipo Tien Kung. Completar el medio maratón en 2 horas, 40 minutos y 42 segundos no solo lo convirtió en el primer "robot maratonista" oficial en esa distancia, sino que—según varios expertos—refleja el impresionante grado de tecnología y planificación requeridos para semejante hazaña.

"Este evento es un experimento social, técnico y deportivo todo a la vez. Observamos cómo la robótica abandona el laboratorio y se mide en el mundo real, junto a seres humanos, en condiciones impredecibles", comentó Liang He, ingeniero jefe del evento.

Premios especiales: no solo cuenta quién cruza primero

Aparte de la victoria cronometrada, se entregaron una serie de premios complementarios:

  • Premio a la mejor resistencia: otorgado al robot que completó mayor distancia con la menor cantidad de paradas técnicas.
  • Premio a la mejor marcha: reconociendo innovaciones en el diseño del patrón de locomoción.
  • Premio a la forma más innovadora: para los equipos que incorporaron diseño ergonómico o estético. En este caso, hubo propuestas que parecían sacadas de una película de ciencia ficción.

¿Un desfile tecnológico más, o el futuro del deporte?

Más allá del espectáculo, el objetivo detrás de este medio maratón robótico va mucho más allá del entretenimiento. Se trató de una demostración de lo avanzadas que están hoy las tecnologías de locomoción, percepción ambiental e inteligencia artificial aplicada a cuerpos físicos.

En contextos como las olimpiadas tecnológicas del World Robot Summit o incluso cooperaciones con industrias médicas, cada prototipo representa una punta de lanza hacia el desarrollo de sistemas autónomos aplicables no solo a competencias, sino a rehabilitación, trabajo en condiciones hostiles o incluso tareas domésticas.

De los laboratorios al asfalto: una odisea técnica

Hacer que un robot camine ya es un desafío. Que corra, permanezca de pie y lo haga durante más de 21 kilómetros involucra capas enteras de ingeniería:

  • Sistemas de navegación basados en cámaras, LIDAR y sensores de proximidad que permiten que el robot se oriente con fluidez.
  • Control de locomoción y equilibrio que incorpora respuestas en tiempo real a irregularidades del suelo o cambios de inclinación.
  • Gestión energética: la planificación de pausas para recarga de baterías y la optimización del uso de energía fue crucial.

Según una investigación de la IEEE Robotics and Automation Society, menos del 5% de los robots humanoides diseñados en laboratorio son capaces de recorrer más de 2 kilómetros sin asistencia. Esta carrera los llevó a 10 veces esa distancia, lo cual posiciona a estos modelos como excepcionales.

¿Equipo o individualidad?: El rol humano en la carrera robótica

Cada robot fue acompañado por un pequeño equipo de operadores, técnicos y desarrolladores. Aunque muchos de los movimientos fueron automatizados, los humanos estuvieron allí para garantizar que los androides siguieran el trazado correcto, cambiaran baterías y reiniciaran sistemas en caso de error.

Este modelo híbrido de autonomía con supervisión plantea preguntas sobre cuál es el rol del ser humano en la robótica futura. ¿Seremos programadores, observadores o instructores? ¿Qué nivel de independencia aceptaremos en nuestras creaciones?

Maratones, robots e innovación cultural

China no solo impulsó este evento como un alarde tecnológico. También buscó vincular los avances científicos con su estrategia de promoción cultural y soft power. Así como los Juegos Olímpicos mostraron al mundo una China moderna, eficaz y poderosa en 2008, eventos como el maratón robótico refuerzan la imagen de este país como potencia tecnológica de próxima generación.

Además, la aceptación del público local fue destacable. Familias enteras acudieron a ver el evento, y las redes sociales chinas como Weibo y Douyin (la versión local de TikTok) viralizaron escenas de los pequeños atletas metálicos corriendo junto a sus congéneres orgánicos.

Una reflexión inevitable: ¿Deberían competir robots con humanos?

En el marco de este evento, muchos cuestionaron si en el futuro debería permitirse a robots competir codo a codo con humanos en eventos deportivos. A día de hoy, el debate sigue siendo ético, pero algunos expertos, como David Levy autor de "Love and Sex with Robots", advierten que debemos definir límites claros.

"Un robot no se cansa, no tiene emociones que lo bloqueen, no sufre dolores... pero si obtiene mejoras evolutivas rápidas, terminaría superando a atletas normales", afirma Levy.

Por ahora, los robots corren en sus propias divisiones. Pero ¿cuánto falta para que un humanoide complete un maratón completo más rápido que un Eliud Kipchoge? ¿Acaso romperán el muro de las 2 horas antes que un cuerpo humano?

Lo que viene: ¿el maratón olímpico de robots?

Varios eventos similares están siendo planificados en Shanghái, Tokio y Seúl para 2025-2026. Y si el entusiasmo continúa creciendo, no sería descabellado imaginar un segmento robotizado dentro de las futuras Olimpiadas Tecnológicas.

Con esta primera edición superando las expectativas en desempeño y audiencia, está claro que los robots ya no están confinados a los laboratorios ni a las líneas de ensamblaje. Han dado un paso firme —o más bien miles de pasos— hacia el gran escenario del deporte internacional.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press