Chris Van Hollen: el senador que desafía a Trump y redefine el liderazgo demócrata

Desde El Salvador hasta el Senado: cómo un acto de valentía ha colocado al senador de Maryland en el ojo del huracán político

¿Quién es Chris Van Hollen y por qué está en el centro del debate político?

En medio de un Partido Demócrata sediento de nuevas figuras de liderazgo, una voz moderada pero firme ha comenzado a resonar por encima del ruido político: la del senador por Maryland, Chris Van Hollen. Aunque durante años ha mantenido un perfil relativamente bajo a nivel nacional, su reciente viaje a El Salvador ha generado un golpe político que lo ha convertido en símbolo de resistencia frente a las políticas de Donald Trump.

En una jugada arriesgada y con alto valor simbólico, Van Hollen viajó más de 3.200 kilómetros para encontrarse con Kilmar Abrego Garcia, un salvadoreño deportado por error, cuyo caso ha encendido una batalla legal con profundas implicaciones constitucionales. Este acto ha sido interpretado por muchos como un ejemplo de cómo los demócratas pueden retomar la narrativa y enfrentarse al autoritarismo con hechos, no solo palabras.

El caso de Kilmar Abrego Garcia: ¿inmigración o violación de derechos constitucionales?

Abrego Garcia llegó a Estados Unidos en 2013 a los 16 años. Aunque ingresó de manera irregular, un juez de inmigración le concedió protección legal en 2019, lo que le permitió residir y trabajar legalmente. Su esposa y sus tres hijos son ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, fue deportado en 2023 bajo el argumento de que tenía vínculos con la pandilla MS-13, a pesar de que no ha sido acusado formalmente de ningún crimen.

Una orden emitida por un tribunal federal de apelaciones calificó las acciones del gobierno de Trump como "un intento de esconder a residentes de este país en cárceles extranjeras sin el más mínimo respeto por el debido proceso judicial". La corte expresó "serias preocupaciones constitucionales", afirmando que negar los derechos de un individuo equivale a poner en riesgo a toda la Constitución.

Van Hollen ha sido claro: “No estoy defendiendo al hombre, estoy defendiendo sus derechos bajo la Constitución”.

¿Quién lidera realmente el Partido Demócrata?

La actuación decidida de Van Hollen llega en un momento en el que líderes como Chuck Schumer, Hakeem Jeffries y hasta prominentes gobernadores como Gavin Newsom o Gretchen Whitmer han seguido estrategias ambiguas respecto a Donald Trump. Mientras algunos intentan evitar confrontaciones directas, Van Hollen ha colocado el respeto por la Constitución y los derechos humanos como la columna vertebral de su política.

Ezra Levin, cofundador del grupo Indivisible, mencionó que Van Hollen está “recibiendo una tonelada de apoyo entre nuestros militantes”. Comparó el impacto del senador con el que tuvo en su momento Cory Booker tras su maratónica intervención en el Senado.

Demócratas divididos: ¿acto heroico o distracción política?

La reacción dentro del propio Partido Demócrata ha sido mixta. Mientras algunos ven a Van Hollen como el rostro ideal para liderar la nueva era de oposición, otros, como Gavin Newsom, consideran que el enfoque en Abrego Garcia es solo “una distracción del día”. Incluso algunos lo acusan de permitir que los republicanos oculten problemas reales como la inflación o las crisis comerciales legales que atraviesa el gobierno de Trump.

Por su parte, los republicanos han aprovechado para profundizar acusaciones infundadas. El asesor presidencial Stephen Miller llegó a declarar que “el corazón de Van Hollen le pertenece a un extranjero ilegal que forma parte de una organización terrorista”, pese a la total ausencia de pruebas en contra de Abrego Garcia.

En CNN, el representante republicano Tom Emmer criticó la intervención de Van Hollen, pero se negó a responder si apoyaba el uso de cárceles extranjeras para ciudadanos estadounidenses acusados de delitos, una idea implícitamente sugerida por Trump.

La estrategia de Van Hollen: de legislador táctico a actor protagónico

Chris Van Hollen no es un recién llegado. Lleva más de 20 años en el Congreso. Ha sido presidente de los comités de campaña tanto para la Cámara de Representantes como para el Senado, tareas que le colocaron en el centro de la maquinaria electoral demócrata. Sin embargo, hasta ahora nunca había parecido interesado en el protagonismo mediático.

Este año, su postura contra los recortes presupuestarios de Trump —en agencias como la NASA o el Instituto Nacional de la Salud— y su participación activa en protestas lideradas por empleados del gobierno lo volvieron una figura clave para los sectores progresistas. Incluso fue anfitrión del primer mitin importante contra los despidos y recortes impulsados por Trump y Elon Musk en USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional).

Van Hollen ha dicho: “Cualquiera que no esté dispuesto a luchar por la Constitución no merece gobernar”.

Un Partido Demócrata sin brújula busca referencias

En un contexto donde la aprobación de los principales líderes demócratas ha caído, especialmente entre votantes más jóvenes y activistas progresistas, emergen otras figuras como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez. Ambos han dividido fuerzas en una gira nacional llamada “Stop Oligarchy”. Mientras tanto, otros posibles presidenciables para 2028, como Josh Shapiro o Wes Moore, han optado por mantenerse al margen del debate nacional.

En este vacío de poder, Van Hollen representa un nuevo modelo: el del político calmado, técnico, pero con una brújula moral firme, dispuesto a involucrarse personalmente, aun cuando no hay ganancia electoral inmediata asegurada.

¿Es Van Hollen una figura presidencial para 2028?

Aún es muy pronto para hablar de candidaturas, y Van Hollen nunca ha dejado entrever ambiciones presidenciales. Sin embargo, en la era de la política centrada en la imagen, un gesto como el suyo puede marcar una diferencia indeleble. En contraste con otros senadores o gobernadores, su enfoque combina pragmatismo legislativo con defensa férrea de los principios constitucionales. En tiempos donde el estado de derecho está en cuestionamiento, eso vale más que cualquier eslogan de campaña.

La batalla más allá de las fronteras

Además de su impacto doméstico, la visita de Van Hollen puso en tensión las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y El Salvador. El presidente salvadoreño Nayib Bukele, aliado informal de Trump, fue criticado por sus políticas carcelarias y la violación de derechos humanos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), donde permanecía detenido Abrego Garcia antes de ser trasladado a un centro con mejores condiciones tras la visita del senador.

Ver a un senador estadounidense intervenir para garantizar los derechos de un detenido en El Salvador envía un mensaje muy claro: hay políticos que todavía creen en la justicia cuando nadie más lo hace”, comentó un abogado defensor de derechos humanos en San Salvador.

¿Qué sigue para Van Hollen y los demócratas?

La historia de Chris Van Hollen aún se está escribiendo, pero su aparición como una figura de oposición comprometida en plena crisis institucional marca un punto de inflexión. En un partido donde la lucha entre moderados y progresistas continuará, su voz podría ser un puente, o incluso, el camino hacia una nueva manera de hacer política: más cercana, más valiente y más humana.

Quizás lo más importante es que ha demostrado que el simple acto de escuchar, de viajar y de enfrentar al poder, todavía puede cambiar narrativas. Y eso, en la política moderna, es una rareza cada vez más valiosa.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press