La montaña rusa del bullpen: cuando cerrar juegos se convierte en un deporte extremo

Clase tambalea, Finnegan resiste y los Dodgers apuestan a los relevistas. ¿Qué está pasando con los cerradores en las Grandes Ligas?

En las Grandes Ligas del 2025, ya no basta con una recta intimidante, un slider venenoso o el ya clásico "nueve en punto, juego terminado" de Mariano Rivera. Hoy, los cierres de juego son todo menos predecibles. A medida que el calendario de la MLB se adentra en mayo, los relevistas dominantes están mostrando fisuras, los nuevos talentos irrumpen con desconcierto y algunos equipos comienzan a replantearse qué significa realmente tener un 'cerrador'.

Emmanuel Clase: de titán a interrogante para Cleveland

El dominicano Emmanuel Clase fue, sin duda, uno de los brazos más sólidos de la pasada campaña. Con una ERA (efectividad) de 0.61 en todo el 2024 y más de 40 salvamentos, su lugar en el bullpen de los Guardians parecía inamovible.

Pero en este inicio del 2025, algo cambió.

En su última actuación ante los Pittsburgh Pirates, Clase malgastó una ventaja de tres carreras en la novena entrada, su segunda oportunidad de salvamento fallida de la temporada. Permitió tres carreras limpias (algo que no sucedía desde agosto de 2023), elevando su ERA a un preocupante 7.84. Aunque finalmente los Guardians ganaron en entradas extra, la seguridad que Clase brindaba se transformó en duda.

“Está saludable. No lo usamos en exceso, pero claramente necesita encontrar su ritmo... Está en proceso”, dijo el manager Stephen Vogt tras la victoria 5-4.

No es un caso aislado. Clase ya ha permitido más carreras en abril de las que permitió en toda la temporada pasada. Una estadística que preocupa: solamente ha lanzado en tres días consecutivos tres veces en su carrera previa, y esta fue su tercera aparición seguida.

Kyle Finnegan, el 'otro' cerrador sólido pero no infalible

Mientras algunos titubean, otros como Kyle Finnegan de los Washington Nationals, han sabido imponerse a las circunstancias, aunque no sin dramatismo.

En la victoria 3-2 de los Nationals sobre los Rockies en el primer juego de la doble jornada, Finnegan logró su octavo salvamento del año y el número 96 de su carrera con la franquicia, convirtiéndose en el segundo cerrador más exitoso desde la mudanza del equipo a Washington.

Sin embargo, no fue una actuación limpia: tras un lanzamiento salvaje, permitió el avance de un corredor a tercera. Un rodado lo salvó, pero dejó entrever que incluso él no está exento de las tensiones que este rol implica.

Dato curioso: desde 2019, Finnegan ha incrementado gradualmente su número de salvados por temporada. ¿A punto de alcanzar el liderato histórico de la franquicia?

Un nuevo rostro en Colorado: los errores que cuestan

La situación del bullpen se complica cuando no sólo el cerrador falla, sino que las defensas colaboran con su desmoronamiento.

En ese mismo duelo, Braxton Fulford, receptor debutante de Colorado, mostró que el salto a Las Mayores no es sencillo: cometió tres errores de tiro en un solo juego, dos de ellos en la misma entrada, permitiendo tres carreras de los Nationals. Aunque también conectó su primer jonrón en MLB (433 pies), su actuación defensiva facilitó mucho la labor del equipo rival.

Dodgers: relievers al rescate mientras Ohtani regresa

Mientras tanto, en Texas, los Dodgers vencieron 1-0 a los actuales campeones Rangers apostando por una fórmula que puede volverse tendencia: seis relevistas para sellar la blanqueada luego de que el abridor Tyler Glasnow saliera por calambres en la pierna.

Este tipo de estrategia —demasiado arriesgada hace una década— se ha vuelto más común. Los "bullpen games" son cada vez más frecuentes, y esta vez, figuras como Anthony Banda, Ben Casparius y Evan Phillips se combinaron para mantener la ventaja mínima.

Ohtani regresó a la alineación tras el nacimiento de su primer hijo, pero se fue de 3-0 con una caminata. Aun así, su pasaporte fue clave para la única carrera del partido, anotada por Will Smith gracias a un elevado de sacrificio de Freddie Freeman.

¿El nuevo siglo del “closer”?

Históricamente, figuras como Dennis Eckersley, Trevor Hoffman, Eric Gagné o Mariano Rivera definieron el rol del cerrador como un especialista letal que se convertía en un seguro de vida para la victoria.

Sin embargo, en los últimos años, los mánagers han empezado a mover sus piezas de forma más dinámica. Ya no es raro ver a un lanzador que dominaba dos entradas antes del noveno cerrar el partido. Incluso algunas franquicias eligen no tener un cerrador definido.

Desde 2020, más de cinco equipos por temporada no tienen un cerrador declarado como tal. Prácticamente optan por comités o bullpen flexible.

Además, la evolución en la medicina deportiva, la vigilancia sobre el workload de los brazos y la analítica avanzada han hecho que los relevistas sean utilizados de formas más estratégicas y situacionales.

¿Y las emociones? ¡Al rojo vivo!

Estas transformaciones no han hecho el juego más aburrido... sino todo lo contrario.

La incertidumbre en el noveno inning ha despertado emociones que parecían reservadas para los playoffs. Cada entrada final ahora es un thriller, una película de suspenso donde el villano puede ser tu lanzador estrella.

  • ¿Una base por bolas con dos outs? Sobresaltos.
  • ¿Un sencillo en cuenta de 0-2? Sufrimiento colectivo.
  • ¿Un passed ball que pone el empate en tercera? Angustia general.

Los fanáticos lo viven al borde del asiento, especialmente cuando el tipo con 40 salvamentos el año pasado no puede cerrar un partido de tres carreras.

¿Es sostenible este modelo?

Con tantos pitchers fallando y otros relevistas abriendo paso, la estructura tradicional del bullpen parece pender de un hilo. Clase, Finnegan, los Dodgers, e incluso receptores como Fulford, están demostrando que el beisbol actual exige una flexibilidad mental y una mente fría como nunca antes.

Y mientras tanto, los aficionados seguimos preguntándonos en cada juego apretado:

¿Quién será hoy el héroe… o el villano?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press