Moda, millonarios y la NFL: El impactante negocio de los trajes en el Draft

Cómo marcas de lujo y sastres independientes compiten a golpe de talonario para vestir a las futuras estrellas de la liga

Por Larry Lage

El Draft de la NFL: el nuevo desfile de moda masculino

Todo inició como un simple evento deportivo, una noche en la que las franquicias de la NFL seleccionan a las futuras promesas que darán forma a sus equipos. Sin embargo, el Draft ha evolucionado hasta convertirse en un auténtico espectáculo mediático, comparable con los Óscar en términos de visibilidad y estilo, especialmente sobre la alfombra roja.

En ese contexto, los trajes que lucen los jugadores se han convertido en algo mucho más que mera indumentaria: son herramientas de marketing muy lucrativas para diseñadores, marcas y hasta los propios atletas. La llegada del NIL (Name, Image and Likeness) —que permite a los universitarios monetizar su imagen— ha potenciado aún más este fenómeno.

Drake Maye y el poder de Hugo Boss

Drake Maye, considerado uno de los principales prospectos del Draft 2024, recibió una oferta de Hugo Boss que no pudo rechazar. La prestigiosa marca alemana le pagó para que cambiara su traje personalizado por uno de sus diseños en color gris para el desfile en la alfombra roja.

“Algunos jugadores reciben hasta seis cifras por usar un traje, porque el Draft de la NFL es como los Óscar del deporte”, afirmó Ravi Punn, cofundador de la firma Baynes + Baker en una entrevista. Y es que esas imágenes se reproducen miles de veces en redes sociales, videos promocionales, documentales y plataformas deportivas.

El verdadero traje estrella: el del día después

No obstante, Maye guardó su exclusivo traje personalizado —en tono caqui claro con detalles en azul Carolina— para el día siguiente, cuando fue presentado oficialmente como el nuevo mariscal de campo de los New England Patriots. En ese momento, todos los focos estaban sobre él, y la atención mediática, incluso fuera del ámbito deportivo, era máxima.

El traje fue diseñado por Ethan Weisman, fundador de Pantheon Limited, junto con Ravi Punn. Aunque el cambio de última hora favoreció a Hugo Boss, Weisman no mostró rencor: “No hubo resentimientos. Los agentes están haciendo su trabajo: asegurar los mejores acuerdos para sus clientes. Y tuvimos muchas fotos de Drake con nuestro traje”, comentó.

Negocios, relaciones y estrategias

Weisman ha aprendido que en este juego de alto riesgo, lo mejor es no cantar victoria demasiado pronto. Literalmente carga trajes extra por si logra persuadir a última hora a algún jugador para que escoja uno de sus diseños.

“No se trata solo del Draft. Es el inicio de una relación. Algunos de estos jugadores terminarán comprando trajes por hasta $5,000 en sus carreras”, explicó.

Sastrerías independientes contra marcas multinacionales

El enfrentamiento entre los titanes de la moda y los sastres personalizados es cada vez más desigual. Hugo Boss, por ejemplo, puede permitirse pagar grandes sumas a los jugadores. “Están en la cima de la cadena alimenticia”, admite Punn, quien ha trabajado con prospectos del Draft desde 2018.

En contraste, los sastres independientes no pueden competir con esos presupuestos pero sí con creatividad y personalización. El ejemplo más claro es el traje diseñado para Shemar Stewart (Texas A&M), el cual incluye un forro con imágenes especiales elegidas por el jugador.

El impacto del NIL y la monetización de la imagen

Desde que se aprobó el NIL, los jugadores universitarios pueden ganar dinero mediante su imagen, su nombre y su fama. Esta nueva regla ha transformado todos los aspectos del marketing deportivo, desde las redes sociales hasta... los trajes.

“Es un dinero rápido para ellos”, reconoció Lee Moffie, cofundador de la marca State and Liberty, que por primera vez participó en el Draft 2024 con un trato pagado con el ala cerrada Tyler Warren, de Penn State. “No solía ser así, pero con el NIL todos intentan monetizar como sea y lo más rápido posible”.

Even Ezekiel Elliott, en 2016, marcó un precedente al aparecer con un crop top en la alfombra roja, traje ideado por Weisman, lo que aumentó su visibilidad y dejó una marca imborrable en la cultura visual del Draft.

Los trajes como estrategia de marca

Para firmas como Pantheon o Baynes + Baker, regalar trajes a los jugadores no es una simple cortesía: es una inversión. Aunque no paguen a los atletas, les entregan prendas valoradas entre $2,500 y $5,000 con la esperanza de que, tras debutar como profesionales, estos jugadores se conviertan en clientes recurrentes y embajadores de marca.

“Los jugadores están construyendo una marca, y el traje es parte de esa narrativa”, aseguró Punn.

Más allá del fútbol: moda, cultura e influencia

La moda masculina en el contexto del fútbol americano ha trascendido lo funcional para volverse aspiracional. Artistas como Jelly Roll, quien usó un traje diseñado por Weisman durante el 50 aniversario de “Saturday Night Live”, demuestran que los trajes del Draft también hacen incursión en otros grandes eventos culturales.

La visibilidad es invaluable. Un traje bien elegido en la noche del Draft no solo representa identidad y estilo, sino que puede abrir puertas a contratos de patrocinio, colaboraciones con diseñadores y asociaciones con marcas. Todo ello mientras miles de seguidores comparten, comentan y recuerdan cada detalle desde las redes sociales.

Fútbol americano y trajes: dos industrias que caminan juntas

Este fenómeno es reflejo de una tendencia mayor: la confluencia entre deporte, entretenimiento y moda. La audiencia del Draft de la NFL —más de 10 millones de espectadores en promedio— convierte la alfombra roja en el escaparate perfecto para diseñadores tradicionales y marcas de lujo.

Tal como explica Wiseman, “El Draft es más que fútbol: es una historia de sueños, marcas e identidad, contada también a través de los trajes que lucen los jugadores”.

El negocio de los trajes, lejos de ser un detalle estético, se ha convertido en un factor estratégico clave en el ecosistema del fútbol americano. Desde la firma del contrato hasta la noche de gala, cada hilo cuenta.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press