Shedeur Sanders y el Diluvio del Draft: ¿Víctima del sistema o de su propia sombra?
El hijo de Deion Sanders cayó hasta la 5ª ronda del draft, pero su historia va mucho más allá del football
Un Draft atípico para una figura polarizante
Shedeur Sanders, quarterback egresado de Colorado y uno de los jugadores universitarios más mediáticos en los últimos años, protagonizó uno de los episodios más sorprendentes del Draft de la NFL 2024. Proyectado en algún momento como una selección de primera ronda, Sanders acabó siendo elegido en el puesto 144 por los Cleveland Browns, desencadenando una ola de comentarios que van desde la crítica técnica hasta la lectura racial y cultural de su figura.
La historia de Shedeur no es como la de cualquier recluta. Es hijo del legendario Deion "Prime Time" Sanders, coach de los Buffaloes de Colorado y una figura que trasciende el deporte. Desde sus días en Jackson State hasta su paso por Colorado, Shedeur fue algo más que un jugador de fútbol americano: fue fenómeno mediático, portavoz involuntario de un cambio cultural, y para muchos, un símbolo de un nuevo tipo de atleta universitario.
Un legado difícil de manejar: El peso del apellido Sanders
No se puede analizar la caída de Shedeur en el draft sin contemplar su apellido. "Cuando llevas ese apellido en la espalda, vas a ser atacado y ridiculizado por detractores", dijo Deion Sanders tras el draft. Y en efecto, la narrativa alrededor de Shedeur parecía predestinada al escrutinio.
Su padre, ex NFL y MLB, conocido por su confianza desbordante y carisma, ha moldeado a su hijo de forma parecida: confianza en sí mismo, autenticidad y exposición mediática constante. Pero lo que en tiempos modernos parece celebrarse en atletas blancos o de ciertos perfiles, en Sanders se convirtió en arma de doble filo.
En palabras del analista de CBS, Jonathan Jones: "Esto es una manifestación de cómo la NFL busca enviar un mensaje claro: ‘no puedes comportarte así y esperar ser premiado’." Una lectura dura, pero que refleja un sistema que no está del todo listo para aceptar figuras disruptivas con control absoluto sobre su narrativa.
¿Actitud o amenaza?
Durante el proceso del draft, múltiples reportes apuntaron hacia aspectos caprichosos del comportamiento de Sanders, especialmente en entrevistas con franquicias. Algunos gerentes generales habrían sido “repelidos” por su seguridad y su estilo propio. En otros casos, simplemente dijo no querer jugar para ciertos equipos.
Sin embargo, según J. Kenyatta Cavil, decano interino de estudios deportivos en Texas Southern University, Sanders y su padre rompieron convenciones al controlar completamente su entorno durante años, y eso causó incomodidad. “Ellos transformaron los espacios para ser ellos mismos, y eso no siempre se acepta en la estructura social”, afirmó.
Rendimiento en el campo: las luces y las sombras
En cuanto al rendimiento, los números de Sanders no dejan lugar a dudas:
- ➡️ 14,353 yardas por pase
- ➡️ 134 touchdowns y solo 27 intercepciones
- ➡️ 70% de efectividad en pases completados
- ➡️ 50 partidos jugados entre Jackson State y Colorado
Fue el único quarterback en la FBS en registrar más de 400 yardas en múltiples partidos durante 2023 y terminó octavo en la votación del Heisman Trophy. Para muchos, un talento evidente, aunque con matices técnicos: no es particularmente atlético, y su tiempo en el bolsillo suele ser extenso —fue uno de los más capturados en 2023, con más de 40 sacks.
Louis Riddick, ex ejecutivo NFL y actual analista en ESPN, opinó: “Es móvil, preciso, con gran capacidad mental. Estuvo a gran nivel, pero no todos en la liga saben verlo así.”
Una caída de película
El evento del draft fue doloroso para Sanders y su entorno. Cayó cinco rondas, fue víctima de un ‘prank call’ durante la espera y hasta el expresidente Donald Trump opinó en redes sociales. Su habitación personalizada para el draft parecía la de un pick top-10, lo cual solo amplificó el foco cuando las cámaras lo mostraban aún sin equipo en día 3.
Finalmente, fueron los Cleveland Browns quienes adquirieron sus derechos al invertir el pick 144 para sumarlo a su ya poblada sala de quarterbacks que incluye a Deshaun Watson, Joe Flacco, Kenny Pickett y otro novato más: Dillon Gabriel.
El gerente general Andrew Berry explicó: “Creímos que era un jugador subvalorado y valía el riesgo dada la poca inversión para obtenerlo. Pensamos que podría superar por mucho ese lugar.” Una jugada clásica de bajo riesgo y alta recompensa.
La narrativa cultural: entre dos mundos
Más allá de lo deportivo, el caso Sanders se vuelve un espejo de cómo las grandes ligas reciben a personalidades distintas. En muchos sentidos, la NFL es todavía conservadora: premia la humildad ceremonial y penaliza lo que percibe como excentricidad.
Jugadores como Cam Newton, Colin Kaepernick y hasta el mismo Lamar Jackson enfrentaron críticas similares. En ciertos casos la narrativa cambió con el rendimiento, en otros terminó por marginarlos.
Cavil lo resume mejor: “Ya sea que triunfe o no, este momento será recordado como el punto de regeneración o como el centro del argumento de ‘te lo dijimos’”.
Volver a empezar con Cleveland
Ahora Shedeur tiene lo que siempre ha dicho que quiere: una oportunidad real de demostrar quién es, sin filtros, sin narrativa fabricada. Si logra adaptarse, competir y eventualmente brillar, cambiará la conversación para siempre.
Y como la historia nos ha enseñado con otras leyendas como Tom Brady (pick #199) o incluso Russell Wilson (#75), a veces caer es primero necesario antes de escalar.
Dice Sanders: “Estoy agradecido por tener esta oportunidad, por poder mostrar quién soy realmente.” Y eso, en un deporte de segundas oportunidades y redenciones, puede ser lo más prometedor de todo.