La memoria que patina: El legado inmortal de los hermanos Gaudreau más allá del hielo
La historia de cómo la tragedia de una familia de hockey se transformó en inspiración, resiliencia y un nuevo propósito para una comunidad entera
Un sueño que se transformó en pesadilla
Lo que debió ser un momento de alegría y unión familiar se convirtió en una tragedia desgarradora. El 18 de agosto de 2023, en la víspera de la boda de Katie Gaudreau, sus hermanos John y Matt fueron atropellados fatalmente por un conductor presuntamente ebrio mientras paseaban en bicicleta por el campo del río Delaware, cerca de Filadelfia. El devastador suceso conmocionó a una familia entera, a la comunidad de Nueva Jersey y al mundo del hockey.
John Gaudreau, conocido por millones como “Johnny Hockey”, fue una estrella de la NHL durante más de una década. Su hermano menor, Matt, también un talentoso jugador, compartió con él no sólo el hielo, sino el amor por su familia, sus raíces y su comunidad. La historia de los Gaudreau es mucho más que una biografía de dos hermanos. Es un relato sobre la fuerza del espíritu humano y cómo, incluso entre la pérdida, se pueden encontrar razones para volver a sonreír.
Johnny, el hijo pródigo del hockey
El apodo de “Johnny Hockey” emergió con fuerza durante la estancia universitaria de John en Boston College. Allí, su habilidad para patinar y asistir lo catapultó al estrellato con coreografías que dejaban al público sin aliento. En su carrera profesional con Calgary Flames y Columbus Blue Jackets acumuló cinco selecciones al All-Star Game y más de 700 puntos en la NHL.
“Johnny Hockey” no solo fue un ídolo en la pista, también fue un hermano, un hijo, un padre, y un voluntario comprometido. Su madre Jane recuerda con una sonrisa los días en los que su hija Katie gritaba su apodo por todo el Strip de Las Vegas, avergonzándolo juguetonamente ante fanáticos y curiosos.
La tragedia tras los focos
Pero todo cambió esa fatídica noche. La familia Gaudreau perdió a dos de sus pilares. John tenía apenas 31 años, y Matt 29. Ambos eran parte integral de la comunidad, voluntarios en la Archbishop Damiano School, un colegio para niños con discapacidades que Jane y otros miembros de la familia habían apoyado durante décadas. Su pérdida dejó un vacío insondable no solo en casa, sino en todos quienes los conocieron.
“Nuestros días más oscuros fueron cuando fue difícil incluso salir de la cama”, confesó Jane, quien trabaja en el colegio desde 1984.
El origen del nuevo legado: un parque para todos
Inspirados por un consejo que les dio Kelsie Snow (viuda de Chris Snow, exasistente de gerencia de los Calgary Flames fallecido por ELA) —"consigan un proyecto, manténganse ocupados"—, los Gaudreau encontraron en la Archbishop Damiano School la misión perfecta: construir un parque infantil accesible para todos los alumnos con necesidades especiales.
La idea era simple, pero profundamente emocional. John y Matt habían pasado tiempo ahí, jugando y ayudando. “Ambos amaban a los niños, por eso sabíamos que esto sería perfecto”, dijo Jane.
El objetivo de recaudación es de $600,000, y el proyecto busca incluir columpios accesibles, rampas inclusivas y espacios adaptados para todo tipo de capacidades. El estado actual del parque es lamentable, con hoyos visibles, materiales no aptos para sillas de ruedas, y equipos anticuados.
El 5K memorial y una comunidad en marcha
Para financiar el parque, nació el Gaudreau Family 5K, una carrera que se celebra el 31 de mayo en Nueva Jersey, pero que también cuenta con más de 700 participantes remotos desde Canadá, Irlanda y varias partes de EE.UU. Toda la comunidad del hockey y antiguos compañeros de equipo han contribuido. Se ha preparado además una subasta de recuerdos deportivos (que incluye memorabilia de más allá del hockey), con todas las ganancias destinadas al fondo del parque.
“Creo que los niños estarán escuchando las risas desde el cielo. Les encantaría”, dijo Jane con lágrimas en los ojos.
Los nuevos Gaudreau: una nueva generación
La tragedia fue seguida por nuevos comienzos. Las viudas de John y Matt, Meredith y Madeline, respectivamente, dieron a luz después de la pérdida de sus esposos. Meredith tuvo a Carter Michael Gaudreau en abril, su tercer hijo con John. Madeline dio a luz a Tripp Matthew Gaudreau en diciembre, el primer hijo de Matt.
Jane y Guy, abuelos orgullosos, se llenan de emoción al notar el parecido de sus nietos con sus padres. “Mi esposo dice, ‘creo que Dios nos devolvió a John y Matty’”, expresó Jane.
El dolor que patina con la ayuda del hielo
Guy Gaudreau, exentrenador de hockey en Nueva Jersey, ha vuelto al hielo como forma de sanar. Asistió a prácticas de los Columbus Blue Jackets, ayudó a la selección estadounidense en el 4 Nations Face-Off y participó como instructor invitado de los Flyers. Durante un juego ante 95,000 personas como parte de la NHL Stadium Series, los Gaudreaus fueron homenajeados mientras lideraban la salida del equipo.
En Columbus, los compañeros de John como Sean Monahan y Erik Gudbranson han sido clave para continuar su legado. Monahan, vecino cercano y amigo íntimo, no podía pasar frente a la casa de los Gaudreau después de su muerte. Gudbranson lloró de emoción mientras cargaba a Carter en el hospital. “Me parte el alma saber que estoy viendo a su hijo y él nunca pudo”, dijo.
Recordar cómo vivieron, no cómo murieron
Jane insiste en que la familia quiere hablar de cómo vivieron John y Matt, no solo de cómo perdieron la vida. Por eso han preferido mantener una actitud privada frente al proceso judicial contra el conductor acusado, Sean Higgins. Sin embargo, Jane compartió una frase esperanzadora tras una audiencia judicial: “Cuando tengas un mal día —un día realmente malo— intenta tratar al mundo mejor de lo que el mundo te trató a ti.”
Un compromiso con la vida y el amor
Katie, la hermana menor, enfrentó una difícil decisión: ¿reprogramar su boda en medio del duelo? Su madre la animó: “Este tipo ya nos quitó dos cosas importantes; no dejes que también te quite tu boda.” La ceremonia fue reprogramada para el 11 de julio de 2024, con la promesa de celebrar el amor… y la vida.
En un post en Instagram, Katie reflexionó: “Supongo que este año me ha enseñado a celebrar nuestro amor cada día, cada minuto.”
La importancia de mantener vivo el legado
Los Blue Jackets levantaron simbólicamente el número 13 de Gaudreau al techo del estadio y lo honraron durante toda la temporada, incluyendo un espacio permanente en el vestuario. El impacto emocional motivó al equipo, que luchó hasta la última semana por entrar a los playoffs.
“Trato de vivir como vivía él, y eso ha beneficiado mi vida”, resumió Monahan.
Un final que no termina
La historia de los Gaudreau no ha concluido. Al contrario, se ha transformado en una narrativa compartida de resiliencia, amor y comunidad. Su siguiente capítulo se escribe en cada paso que un niño da en el nuevo parque que está en camino, en cada risa que se escuche desde los columpios adaptados, y en cada familia que encuentre esperanza en medio del dolor.
Y por siempre, resonará en cada pista de hielo donde el número 13 de “Johnny Hockey” siga inspirando a soñar.