Lakers: Un verano para reinventarse tras caer ante Minnesota
JJ Redick inicia su era como coach con autocrítica, señalando la preparación física como clave para que LeBron, Doncic y Reaves lleven a la franquicia a otro campeonato
Por más nombres que tenga una franquicia histórica como Los Angeles Lakers, la gloria en la NBA no se compra: se construye. Y esa lección parece haber sido entendida por JJ Redick, quien en su debut como entrenador principal sufrió una dolorosa eliminación en primera ronda a manos de los Minnesota Timberwolves. Lo que viene ahora no es otra cosa que una cirugía integral a la plantilla para que LeBron James, Luka Doncic y compañía puedan competir con verdaderas aspiraciones de campeonato en la 2025-2026.
Los Lakers de Redick: Entre luces y sombras
Los números nunca mienten: en los últimos cuartos de los cinco partidos frente a Minnesota, los Lakers fueron superados 127 a 85. Un diferencial de +42 puntos para los Wolves en momentos clave que evidencia fatiga física y falta de ejecución colectiva cuando el reloj más aprieta. Algo que Redick tiene muy claro.
“Tenemos que estar en forma de campeonato”, declaró el técnico. Sin dar nombres, dejó claro que mientras algunos jugadores estaban en forma fenomenal, otros simplemente no lo estaban.
El comentario resonó especialmente por su relación con Luka Doncic, un jugador cuya ética de entrenamiento ha sido cuestionada en el pasado. Sin embargo, Redick y Doncic tienen una buena relación desde que coincidieron como compañeros brevemente en Dallas y esto parece más una llamada general, no una crítica puntual.
La eliminación ante Minnesota: causas y sensaciones
Los Lakers perdieron tres partidos seguidos para cerrar la serie 1-4. Más allá del esfuerzo individual, el equipo nunca encontró una rotación efectiva en los momentos claves. En el cuarto juego, por ejemplo, Redick fue señalado por no hacer sustituciones en todo el segundo tiempo mientras los Wolves le daban vuelta al marcador.
Redick reconoce que “perdimos contra un mejor equipo”, y no se escuda en el arbitraje o ajustes tácticos. La falta de piernas fue evidente cuando Minnesota aumentaba las revoluciones al final de cada partido. Jugadores como Anthony Edwards y Rudy Gobert parecían tener gasolina infinita.
Luka Doncic: ¿el futuro rey de Los Ángeles?
Quizás el movimiento más importante de la temporada para la franquicia angelina fue hacerse con Luka Doncic en un traspaso que involucró mandar a Anthony Davis a los Mavericks. Un movimiento de alto riesgo que busca rejuvenecer el proyecto alrededor de una joven superestrella.
Doncic no tuvo su mejor serie frente a Minnesota, pero mostró destellos que justifican la apuesta. “Es un entrenador increíble. Me encanta, tenemos una increíble conexión”, comentó Luka tras la eliminación, reafirmando su confianza en Redick.
Jugador de talento generacional, el escolta europeo necesita un equipo competitivo y atlético a su alrededor. La pregunta es: ¿pueden los Lakers rodearlo a él y a LeBron con piezas que maximicen su rendimiento?
LeBron James: ¿regresa para su temporada 23?
Con 40 años, LeBron James sigue siendo uno de los cinco mejores jugadores de la liga. Pero incluso él necesita contexto y descanso. Tras otro año intenso, el 'Rey' se tomará un tiempo para decidir si regresa una vez más.
El gerente general Rob Pelinka dejó claro que esperan contar con él. “LeBron nos da todo cada noche. Vamos a hacer lo necesario para que el equipo esté a su altura”, dijo.
Si vuelve, sería la temporada número 23 para el máximo anotador en la historia de la NBA. Un hito que lo colocaría aún más lejos de cualquier otro humano que haya pisado una cancha profesional.
Austin Reaves, el comodín imprescindible
En medio de súper estrellas y contratos millonarios, Austin Reaves se ha ganado su lugar como uno de los rostros del futuro del equipo. Pelinka lo mencionó junto a LeBron y Luka como parte del núcleo principal.
“Es un jugador valioso, no un activo para intercambiar”, afirmó con contundencia, alejando rumores que lo colocaban en posibles traspasos. Reaves, sin dudarlo, ha sido uno de los jugadores más consistentes del equipo, con buena mano desde el triple, defensa sólida y personalidad en momentos decisivos.
Las exigencias del mercado: un pívot y defensa perimetral
La falta de un pívot dominante fue evidente en la serie contra los Wolves. Rudy Gobert hizo lo que quiso, especialmente en el quinto partido. Jaxson Hayes fue enviado al banquillo en una apuesta arriesgada de Redick por más ataque, pero el experimento no funcionó.
Pelinka intentó traer al joven Mark Williams desde Charlotte, pero el traspaso fue rescindido tras un examen médico. El interés sigue vigente, pero el radar se ha ampliado.
Además, el ejecutivo reconoció que necesitan más defensa en el perímetro y tiro exterior, un recurso que nunca sobra en la NBA moderna.
Redick: De analista a arquitecto del proyecto Laker
JJ Redick pasó de los micrófonos de ESPN a dirigir el equipo más mediático del planeta, y su primer año estuvo lleno de lecciones. Fue criticado por sus rotaciones, pero ha demostrado honestidad, liderazgo y compromiso con una visión de largo plazo.
Estadísticamente, los Lakers tuvieron una de las peores defensas en el cuarto cuarto a lo largo de la temporada; según NBA Advanced Stats, durante el último mes previo a playoffs permitieron 117,2 puntos por cada 100 posesiones en los últimos 12 minutos de juego. Simplemente inaceptable para un equipo aspirante al título.
El verano más importante en años
Entre posibles movimientos de mercado, decisiones internas y el posible retiro de LeBron, los Lakers se enfrentan al que probablemente sea su verano más decisivo desde el fichaje de Anthony Davis en 2019.
El margen de maniobra no es gigante por las restricciones salariales, pero el atractivo de jugar con Doncic y LeBron todavía pesa. Redick, Pelinka y compañía tendrán que ser creativos.
¿Jugador veterano con hambre de anillo? ¿Gran defensivo que pueda desaparecer a un rival durante una serie? ¿Un tirador letal desde la esquina? El perfil es claro, el reto está en el 'cómo'.
Una reconstrucción exprés en Hollywood
Los Lakers no pueden pensar en reconstrucciones a cinco años. Luka Doncic tiene 26 años. LeBron cumple 41. El reloj corre en sentidos opuestos, pero ambos tienen el talento para crear magia si el ecosistema es el indicado.
Redick ya identificó el primer paso: la preparación física. Habrá que ver si los jugadores responden a su llamado y si la oficina ejecutiva puede reconstruir desde la eliminación hasta la gloria.
Porque si hay algo que Los Angeles Lakers no toleran, es no competir.