Australia se enfrenta a una encrucijada política: ¿Gobierno estable o cambio radical?
Entre promesas energéticas, inflación persistente y un electorado joven, las elecciones generales de 2024 podrían definir el rumbo del país por una década
Una Nación en Votación Obligatoria
Australia celebró este sábado unas elecciones generales decisivas bajo un sistema electoral singular: el voto obligatorio. Con más de 18,1 millones de votantes registrados, cerca de 8,6 millones ya habían ejercido su derecho antes del día de la elección, gracias a medidas como el voto anticipado y por correo.
Esta práctica, poco común a nivel mundial, ha permitido mantener una participación electoral cercana al 90%. De hecho, en 2022, esa fue la cifra alcanzada. Según datos del Australian Electoral Commission, el voto obligatorio tiende a beneficiar a formaciones de centro, reduciendo la polarización.
Laborismo vs. Conservadurismo: Una Rivalidad Clásica, Nuevos Matices
Anthony Albanese, actual primer ministro y líder del Partido Laborista, busca su reelección tras un primer mandato centrado en la recuperación económica pospandemia y políticas progresistas en energía renovable. A su paso se interpone Peter Dutton, líder de la oposición conservadora, quien aspira a ser el primer político en derrocar a un gobierno en su primer mandato desde 1931, año en que Australia sufría las secuelas de la Gran Depresión.
Ambos partidos se enfrentan en un contexto de altos costos de vida, crisis en la vivienda y marcada transición energética, factores que reflejan más que una elección ordinaria; es casi un referéndum sobre el modelo de país que se quiere para el futuro.
Los Retos Económicos: Inflación y Sueldo que No Alcanza
La economía australiana ha sido golpeada por una inflación que, aunque ha cedido, aún genera preocupación. En 2022, apenas un año después del ascenso de Albanese al poder, la inflación alcanzó un pico del 7,8%, lo que llevó al Banco de la Reserva de Australia (RBA) a aumentar la tasa de interés de referencia de 0,1% a 4,35% en solo 18 meses.
Esta medida buscaba frenar la demanda y estabilizar los precios, pero también complicó el acceso a créditos hipotecarios y elevó los costos para los arrendatarios. En febrero de 2024, el banco redujo la tasa a 4,1%, augurando una recuperación moderada. Se prevé una nueva reducción en mayo, debido a la incertidumbre económica global.
El Sueño de la Vivienda Propia, Cada Vez Más Lejano
Una de las principales quejas ciudadanas es el elevado precio de las viviendas. Desde 2021, más de 200 empresas constructoras han colapsado, afectadas por el alza del costo de materiales y la falta de mano de obra calificada. La consecuencia es una oferta de vivienda insuficiente y rentas por las nubes.
Tanto Laboristas como Conservadores han prometido planes para impulsar la primera compra de una vivienda, aunque sus propuestas difieren significativamente en mecanismos y alcance.
Nuclear o Renovables: Australia Decide su Futuro Energético
Otro aspecto crucial del debate electoral es el energético. Peter Dutton propone una revolución nuclear, con la construcción de siete plantas nucleares públicas para 2035, financiadas por el Estado. Durante la transición energética, se emplearía gas natural para suplir la electricidad ante el cierre de plantas de carbón.
Por su parte, Albanese responde con ambiciones renovables: alcanzar un 82% de la red eléctrica cubierta con energías limpias para 2030, utilizando paneles solares y turbinas eólicas. El enfoque busca una menor dependencia del gas, al mismo tiempo que impulsa la industria verde.
¿Gobierno Mayoritario o Minoritario?
En la legislatura saliente, el Partido Laborista mantenía una tenue mayoría con 78 escaños de 151 en la Cámara de Representantes. La oposición contaba con 53 escaños, mientras que 19 legisladores eran independientes o pertenecientes a partidos menores.
La tendencia, según el politólogo Zareh Ghazarian de la Universidad de Monash, apunta a un debilitamiento de los partidos tradicionales. “Cada elección vemos cómo mayorías absolutas se vuelven difíciles; Australia podría volver a tener un gobierno minoritario, algo que no sucede desde 2010”, advierte.
Esto implicaría negociaciones complejas y un parlamento menos predecible, con independencias y alianzas temporales como norma.
El Peso de los Nuevos Votantes
Esta elección marca un cambio generacional importante. Por primera vez, los Baby Boomers (1946–1964) son superados en número por votantes más jóvenes pertenecientes a las generaciones X, Y (millennials) y Z.
Ambas campañas han adaptado sus discursos para conectar con este nuevo bloque, que demanda precios asequibles, políticas climáticas efectivas y equidad intergeneracional. La era de los votantes tradicionales está cediendo su paso a un escenario más diverso y con demandas disruptivas.
La Sorpresiva Bendición de Julian Assange
Quizás lo más sorpresivo de la campaña recogió titulares fuera de Australia: Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ofreció un inusual respaldo público a Anthony Albanese, calificándolo como la figura que “más hizo por lograr mi libertad”.
Desde su plataforma X (antes Twitter), Assange elogió al primer ministro por resistir presiones de Estados Unidos y facilitar su liberación, tras años encarcelado en Reino Unido.
Albanese, sin embargo, minimizó el apoyo en plena noche electoral, indicando que "es una opinión personal del Sr. Assange" y que lo importante es que está en casa con su familia.
¿Cambio de Era? La Pregunta del Millón
Esta elección puede ser un punto de inflexión: no solo disputa el poder entre dos bloques, sino el modelo de país a largo plazo. Un giro conservador arriesga revertir políticas ecológicas y sociales claves. Una continuidad laborista promete profundizar la transformación verde y fortalecer la inclusión.
En palabras del experto en democracia australiana, Dr. David Crowe, editor político de The Sydney Morning Herald: “Estamos ante una elección donde el post-boom económico, el voto joven y la crisis inmobiliaria redefinen la narrativa clásica del Laborismo vs. Conservadurismo”.
El futuro de Australia se juega ahora. ¿Repetirá historia el laborismo o veremos una reconfiguración política que no ocurre desde hace casi un siglo?