Jazz Chisholm Jr. y la maldición de las lesiones: ¿puede un talento explosivo resistir la intensidad de la MLB?

El segunda base de los Yankees enfrenta otra lesión en una carrera repleta de potencial, velocidad y lances arriesgados

Jazz Chisholm Jr. volvió a ser noticia, esta vez no por un batazo electrizante o una jugada espectacular corriendo las bases, sino por una lesión que lo ha enviado a la lista de incapacitados por 15 días debido a una distensión en el oblicuo derecho. El incidente ocurrió durante un juego contra los Orioles de Baltimore, donde, tras fallar un primer lanzamiento, se le vio tomar su costado con visible incomodidad.

Un patrón preocupante para un jugador tan talentoso

Chisholm fue adquirido por los Yankees de Nueva York el 27 de julio pasado en un movimiento que generó muchas expectativas. En 30 juegos esta temporada, batea para apenas .181 con siete jonrones y 17 carreras impulsadas. Pero el verdadero problema ha sido su salud: entre el 12 y el 23 de agosto ya había estado inactivo por un esguince en el codo izquierdo, también producto de una técnica peligrosa al deslizarse cabeza primero.

El propio jugador, tratando de quitarle hierro al asunto, comentó tras el juego: “No estoy tan preocupado como el resto. Ya he roto mi oblicuo antes. Sé que no está roto ahora.” Sin embargo, los antecedentes no ayudan. Un jugador que depende en gran parte de su explosividad y agilidad no puede darse el lujo de acumular lesiones musculares y articulares.

El oblicuo: una pesadilla para los bateadores

Las lesiones en el oblicuo son notoriamente complicadas para los jugadores de béisbol. Según un estudio de la National Library of Medicine, los bateadores con distensiones en los oblicuos pueden tardar entre 4 a 8 semanas en retornar completamente, y hasta el 30% sufre recaídas si regresan prematuramente al campo.

El movimiento de rotación requerido en un swing poderoso coloca mucha tensión en el grupo muscular oblicuo –especialmente en jugadores con técnica agresiva. Jazz no es un bateador pasivo: su estilo lo incluye todo, desde batazos rompemuros hasta agresivas carreras entre bases, haciendo de su físico un recurso muy exigido.

Historial de lesiones le juega en contra

Jazz Chisholm Jr. no es ajeno a la enfermería. Antes de llegar a Nueva York, ya había padecido varias molestias que iban desde afecciones en la espalda hasta lesiones musculares. En su corta carrera, los siguientes contratiempos se han registrado:

  • 2021: Lesión en la espalda baja
  • 2022: Luxación en el hombro durante una jugada defensiva
  • 2023: Esguince en el codo izquierdo tras una barrida
  • 2024: Distensión en el oblicuo

Estos incidentes no sólo afectan su disponibilidad, sino que también complican la planificación estratégica del equipo. Un jugador estrella debe ser confiable física y mentalmente, y la consistencia es un lujo que Jazz aún no ha podido ofrecer.

Chisholm, el showman que Nueva York necesita (pero que no puede retener)

Desde su llegada desde Miami, Chisholm fue recibido con entusiasmo. Su estilo desenfadado y carisma natural lo convirtieron rápidamente en favorito de los fanáticos más jóvenes. Hay similitudes innegables con talentos como Fernando Tatis Jr. o Ronald Acuña Jr., quienes también combinan potencia, velocidad y una actitud desafiante que refresca el diamante.

Pero incluso estas superestrellas han tenido que moderar su juego para preservar sus carreras. Tatis Jr., por ejemplo, sufrió múltiples lesiones y una suspensión por dopaje que lo llevaron a reevaluar su estilo de juego.

¿Es tiempo de modificar el enfoque?

En una liga tan competitiva como la MLB, sobrevivir es un arte tanto físico como mental. Chisholm deberá tomar decisiones cruciales: ¿vale la pena deprimirse cada vez que su cuerpo le pide un alto? ¿Podría desarrollar un juego más prudente –menos explosivo pero más duradero– sin perder su esencia como jugador?

Varias estrellas han adaptado con éxito su juego a lo largo del tiempo. Ken Griffey Jr., por ejemplo, era un portento ofensivo y defensivo hasta que las lesiones lo forzaron a reinventarse como bateador puramente de poder con un swing controlado.

El costo para los Yankees: más que una baja individual

Perder a Chisholm no es sólo un revés individual; afecta a un equipo que ha apostado por un núcleo joven y dinámico. Aunque el infielder Jorbit Vivas ha sido convocado desde la Triple-A, su aporte es incierto en un entorno tan demandante como el de Nueva York.

Cuando se considera que la última vez que los Yankees ganaron la Serie Mundial fue en 2009, cualquier baja prolongada de una figura clave desmorona parte del plan general. Jazz no ha tenido una campaña dominante, pero sí ofrece una ventana de alto impacto cuando está saludable.

Un vistazo histórico: estrellas frenadas por lesiones crónicas

La historia del béisbol está plagada de talentos que no alcanzaron su techo por problemas físicos:

  • Mark Prior: Considerado uno de los mejores prospectos de los 2000. Las lesiones en el brazo acabaron con su carrera antes del auge.
  • Grady Sizemore: Un jardinero que parecía destinado al Salón de la Fama, pero tres cirugías de rodilla y lesiones en la espalda lo apagaron prematuramente.
  • Bo Jackson: Un fenómeno multideportivo cuya carrera fue detenida por una necrosis en la cadera tras una jugada en la NFL, también repercutiendo en su rendimiento en la MLB.

Chisholm no está ni cerca de su capítulo final, pero cada llamada al departamento médico es una página más en esa novela trágica que son las 'carreras que pudieron ser más grandes'.

El futuro inmediato: recuperación controlada y gestión del riesgo

El cuerpo médico de los Yankees deberá tener mano firme. El jugador quiere regresar pronto, pero cualquier aceleración podría agravar la lesión. Reposo absoluto, fisioterapia, fortalecimiento del core y revisión técnica del swing deberán ser la hoja de ruta. Más importante aún, los coaches tendrán que trabajar con él emocionalmente para entender que 'pausar' también es parte de ganar.

Frases que resumen el momento: de emoción a precaución

“No importa lo rápido que corras o lo fuerte que pegues si no puedes mantenerte en el campo.” – Reggie Jackson
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo –y la salud– gana campeonatos.” – Adaptado de Michael Jordan

Una pausa necesaria para un jugador que puede ser leyenda

Jazz Chisholm Jr. es todo lo que uno quiere en un jugador moderno: espectacularidad, carisma, energía y conexión con el público. Pero si no logra comprender que su cuerpo es su herramienta más valiosa, su carrera podría estancarse como tantas otras.

La buena noticia es que aún hay tiempo. Con apenas 26 años y un universo por explorar, esta lesión podría ser el cambio de rumbo que su carrera necesita. A veces, frente a una pared, lo mejor que puedes hacer es detenerte y virar con inteligencia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press