Minnesota Timberwolves: La nueva bestia del Oeste que nadie veía venir

Con LeBron y Luka fuera del camino, los Wolves escriben una nueva historia en los Playoffs

Un logro histórico para Minnesota

Durante gran parte de sus 35 años de existencia, los Minnesota Timberwolves fueron una franquicia sin rumbo en la NBA. Hasta la temporada 2022-2023, podían contar con una sola aparición en las finales de Conferencia (2004) y apenas dos series de postemporada ganadas en toda su historia. Sin embargo, los tiempos han cambiado.

Tras eliminar a los Los Angeles Lakers con una victoria por 103-96, los Timberwolves han alcanzado la segunda ronda por segundo año consecutivo. Por primera vez en su historia, repiten presencia entre los ocho mejores equipos de la liga. Y lo hicieron bajando a dos gigantes: LeBron James y Luka Doncic.

Un equipo forjado en la adversidad

Estoy feliz de que este equipo haya conseguido algo que ningún otro en esta franquicia logró antes”, dijo su entrenador Chris Finch tras el triunfo. “Pero también sabemos que aún queda mucho camino por recorrer”.

Y es que si algo define a estos Wolves, es su capacidad para responder al caos. Tras perder el segundo juego contra los Lakers, respondieron con solidez para llevarse los siguientes dos partidos en casa. En el Juego 5, con la eliminatoria en el alambre, sacaron un partido feo pero efectivo.

Rudy Gobert fue la estrella inesperada de esa noche, aprovechando la apuesta de los Lakers por un ‘small-ball’ que le dio vía libre en la zona pintada. Terminó con 27 puntos y 24 rebotes, su mejor actuación en playoffs hasta ahora.

Cuando Rudy juega así, ves el verdadero potencial de este equipo”, afirmó Julius Randle tras el partido.

El peso de Anthony Edwards, incluso en la oscuridad

Ha sido Anthony Edwards quien ha llevado el estandarte ofensivo de los Wolves esta temporada. Sin embargo, en ese Juego 5 demostró que incluso cuando no está fino, el equipo puede competir. Terminó con apenas 5 tiros acertados de 19 intentos y falló sus 11 triples.

Pero la respuesta colectiva fue la clave: siete jugadores distintos aportaron al menos 8 puntos en la ofensiva. Fue un triunfo de conjunto, con defensa de élite y una química pocas veces vista en Minnesota.

Una franquicia con pasado gris

Para entender el valor de este momento, hay que mirar atrás. Desde su fundación en 1989, los Timberwolves acumulan una de las peores marcas históricas de playoffs en la NBA. Hasta el 2022, su récord en postemporada era de 8-25. El impacto de Kevin Garnett en los años 2000 se perdió tras su marcha en 2007, y las reconstrucciones fueron largas y dolorosas.

Todo cambió con la llegada de Anthony Edwards en el draft de 2020, y el traspaso por Rudy Gobert en 2022, que fue duramente criticado por el precio pagado. Pero ahora, con una defensa sólida, profundidad de banquillo y liderazgo compartido, el proyecto ha empezado a dar sus frutos.

La lección de los Lakers: subestimarlos es un error

Los Lakers apostaron al talento individual y la experiencia. Optaron por jugar enanos durante buena parte del Juego 5, buscando correr la cancha y abrir espacios. Sin embargo, eso fue un regalo para Gobert, quien dominó sin oposición en los tableros. Minnesota, consciente de sus herramientas, no se desesperó.

No hicimos un buen partido, pero supimos sufrir. Jugamos con carácter”, comentó el entrenador Finch. Y razón no le falta: fueron 7 de 47 en triples (apenas un 14.8%), pero eso no impidió que dominaran la batalla física.

¿Son estos Wolves contendientes reales?

Después de eliminar equipos liderados por jugadores como LeBron y Doncic en las últimas dos temporadas, la pregunta surge naturalmente: ¿Puede Minnesota pelear por el anillo?

Por ahora, el camino sigue hacia las semifinales del Oeste, donde podrían enfrentar a los Golden State Warriors o los Houston Rockets. Ambos equipos son peligrosos, pero también irregulares.

  • Los Warriors, con Stephen Curry y Jimmy Butler (gracias a un traspaso ficticio en esta narrativa), tienen oficio de sobra.
  • Los Rockets, jóvenes y agresivos, acaban de forzar un Juego 6 tras una victoria dominante en el último partido.

Con cualquiera de los dos, Minnesota tendrá que elevar su juego, pero hay señales positivas: líder en rating defensivo desde febrero y con un sistema muy ajustado al baloncesto de playoffs.

La revolución de Chris Finch y su impacto silencioso

Desde su llegada en febrero de 2021, Chris Finch ha transformado los Wolves sin hacer demasiado ruido mediático. Basándose en una estructura defensiva sólida, ha dado confianza a jugadores como Gobert, Jaden McDaniels y Naz Reid. El resultado: por primera vez en su historia, Minnesota es una potencia defensiva.

Además, ha sabido modular a su joven estrella, Edwards, para que entienda cuándo ceder el protagonismo. Según datos de NBA Stats, los Wolves ocupan el segundo lugar en eficiencia defensiva general y son top 3 en puntos permitidos en la pintura, una estadística directamente relacionada con su estructura.

La base ya está: ahora toca creer

Los elementos están puestos: una joven estrella en ascenso (Edwards), un defensa élite (Gobert), un facilitador ofensivo versátil como Karl-Anthony Towns, y una banca profunda con roles bien definidos (Anderson, Reid, Conley, McDaniels). Ya no es una simple casualidad: son un equipo de verdad.

La NBA ama las narrativas imprevistas, y hay pocas más cautivadoras hoy que esta manada de lobos saliendo del frío del norte para competir con los gigantes. Lo dijeron desde el vestuario: “Nos han criticado todo el año. Pero este equipo ya se encontró, y no lo van a romper fácilmente”.

Un rival de cuidado para cualquiera

Sean los Rockets o los Warriors los próximos en la lista, ya nadie puede mirar por encima del hombro a Minnesota. Solo restan cuatro series para llegar a la gloria, y los Wolves han demostrado que están dispuestos a luchar cada batalla hasta el final.

Como dijo Randle al cerrar la serie con los Lakers:

Esto apenas comienza. Pero ya mandamos el mensaje”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press