Fin de semana cargado de emociones en la MLB: Giros inesperados entre promesas y frustraciones
Angels naufragan, Rockies se desploman y Astros buscan estabilidad: un repaso analítico de las series más intensas del sábado en las Grandes Ligas
Una tarde de contrastes en la MLB
El béisbol de Grandes Ligas sigue regalándonos jornadas llenas de matices, desde equipos que luchan por salir del fondo hasta contendientes que tratan de reafirmar su poderío. Este sábado fue un buen ejemplo de ello, con partidos que involucraron a franquicias como los Houston Astros, Los Angeles Angels, Chicago White Sox, San Francisco Giants y unos desesperados Colorado Rockies. Nos sumergimos en las actuaciones clave, los héroes inesperados y lo que revelaron estas batallas sobre el rumbo que podría tomar la temporada 2024.
El renacer parcial de los White Sox: ¿un espejismo o señal de vida?
Los White Sox llegaron al enfrentamiento contra los Astros tras una de sus peores rachas en años recientes. Con un récord de 9-23 al iniciar la jornada del sábado y ubicados últimos en la División Central de la Liga Americana, cada juego se ha vuelto una lucha por demostrar que no están tan enterrados como parecen. Sin embargo, la sorprendente victoria del viernes por 7-3 ante Houston ofreció una bocanada de optimismo en una campaña plagada de bajas y frustración.
Andrew Benintendi, uno de los líderes ofensivos del club con 5 jonrones, y Luis Robert Jr., que acumula tres cuadrangulares en los últimos 10 juegos, fueron claves ofensivamente. Robert promedia .270 con potencia puntual, mientras el conjunto acumula una línea de bateo decente en sus últimas actuaciones (.258 AVG en los últimos 10 juegos), aunque su talón de Aquiles sigue siendo la defensa y un bullpen frágil.
Las esperanzas del sábado reposaban sobre los hombros de Davis Martin (1-3, 3.24 ERA), quien debía enfrentarse a un Houston que venía encendido ofensivamente — promediando .269 con un sólido pitcheo (2.79 ERA en 10 juegos previos).
Astros: ¿un gigante doméstico que patina como visitante?
Los Houston Astros, terceros en la División Oeste con récord de 16-15, han sido consistentes en casa, pero su marca de 5-8 en juegos como visitante preocupa especialmente ante rivales de menor nivel como los White Sox. Las ausencias de figuras como Cristian Javier y Lance McCullers Jr. han afectado profundamente su staff de lanzadores.
El abridor del sábado, Hunter Brown, venía mostrando credenciales de as de rotación con un asombroso ERA de 1.22 y 40 ponches en apenas cinco aperturas. Si bien los Astros han ganado 5 de los 6 partidos en los que han bateado al menos dos jonrones, dependen excesivamente del largo batazo.
Además, el campocorto Jeremy Peña ha brillado con 4 vuelacercas y 12 impulsadas, acompañado recientemente por Isaac Paredes y su versatilidad con tres extrabases en los últimos 10 juegos.
Los Tigers rugen fuerte y hunden aún más a los Angels
Una de las realidades más sorprendentes este año es el sólido desempeño de los Detroit Tigers, punteros con récord de 21-12 en la División Central. Su ofensiva camina al ritmo del joven y explosivo Riley Greene, que suma 5 jonrones en los últimos 10 juegos y lidera la ofensiva junto a Gleyber Torres. Greene se convirtió en noticia al conectar dos cuadrangulares en una histórica octava entrada hace unos días ante los mismos Angels.
El sábado enfrentaban a unos Los Angeles Angels naufragando con récord de 12-19, penúltimos del Oeste y con uno de los peores momentos anímicos tras perder 9 de sus últimos 10 juegos. La lesión de Mike Trout —una contusión ósea en la rodilla— parece haber dejado huérfano a un equipo ya inestable.
Como si no bastara la debilidad del bullpen (7.09 ERA en los últimos 10 partidos), el abridor Kyle Hendricks tenía una tarea casi imposible enfrente con un ERA de 6.65 y sin victorias en la temporada.
Otro capítulo oscuro para los Rockies
Cuando se trata del fondo absoluto, hay que hablar de los Colorado Rockies. Su récord de 6-26 era el peor de toda la MLB en el arranque del sábado, y sus estadísticas ofensivas y de pitcheo son tan alarmantes como la ficha indica:
- .197 de promedio colectivo en los últimos 10 juegos
- Un ERA combinado de 5.79
- Outscored por 28 carreras en ese mismo lapso
El abridor Bradley Blalock ha tenido un estreno desastroso con 10.29 de ERA y 2.00 de WHIP. No se espera que su panorama mejore enfrentando en San Francisco a unos Giants que si bien no atraviesan su mejor momento, gozan de estabilidad en casa (10-5 en juegos como locales). La clave de San Francisco pasa por el poder de Jung Hoo Lee y Michael Yastrzemski, quienes han sido consistentes y oportunos en el plato.
¿Quiénes vuelven, quiénes faltan?
En cuanto a los lesionados, la lista sigue creciendo en casi todos los equipos:
- Astros tienen fuera a Forrest Whitley, Luis García, Cristian Javier y JP France, claves en su rotación.
- Los White Sox han perdido a jugadores como Martin Pérez y Korey Lee, limitando su capacidad de respuesta.
- Los Angels no solo perdieron a Trout, también a jugadores como Anthony Rendón y Robert Stephenson por tiempo prolongado.
- Detroit, pese a destacar en la tabla, carga ausencias de Alex Lange, Wenceel Pérez y Matt Vierling.
¿Qué dicen las casas de apuestas?
BETMGM refleja lo que los números y sensaciones sugieren:
- Astros -256 sobre los White Sox – Houston, con Hunter Brown, era amplio favorito
- Giants -289 sobre Rockies – Indicando la desconfianza total en Colorado como visitante (récord de 2-15)
- Tigers -179 sobre Angels – Greene en estado de gracia y Jack Flaherty en la lomita inclinan la balanza a favor de Detroit
¿Qué esperar a futuro?
Estos partidos no cambian la narrativa de una temporada completa, pero sí ofrecen indicios claros sobre la dirección de varias franquicias. Detroit se perfila como contendiente “tapado”, Los Ángeles Angels agonizan sin Trout ni pitcheo, los Astros luchan por estabilidad en medio de lesiones mientras buscan no perder el control divisional, y los White Sox... bueno, quizá aún respira su orgullo. Por otro lado, Colorado parece condenado a otra temporada oscura sin final visible.
Con más de 100 juegos todavía en el calendario, el beisbol nos recuerda que todo puede cambiar. Pero por el momento, la tendencia es clara: la mediocridad ya no es suficiente para competir en una liga donde la constancia y la profundidad son irremplazables.