Más allá del humo blanco: lo que realmente significa elegir a un Papa en tiempos modernos

Desde la Capilla Sixtina hasta las entrañas del Vaticano, exploramos el símbolo eterno de unidad religiosa y sus desafíos actuales

El Vaticano se prepara para uno de sus ritos más solemnes y milenarios: el cónclave que elegirá al nuevo Papa. Tras la muerte del Papa Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años, los cardenales del mundo se reunirán en la Capilla Sixtina para designar a su sucesor y líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos en el planeta.

Una tradición revestida por siglos de historia

El cónclave, palabra derivada del latín cum clave, que significa “bajo llave”, es tan antiguo como el siglo XIII. Desde entonces, los papas se eligen en estricto aislamiento del mundo exterior, en un proceso que mezcla espiritualidad, geopolítica y un fuerte simbolismo ritual. Este año, el Vaticano ha comenzado los preparativos colocando el característico horno en la Capilla Sixtina, aquel del que emergerá humo blanco o negro, símbolo del resultado de las votaciones.

Este rito ancestral sigue siendo un momento de introspección global para la Iglesia en medio de los desafíos del siglo XXI”, afirma la historiadora eclesiástica Marina Constantini, autora de Vaticano y Poder.

¿Quién elige al Papa?

El Colegio Cardenalicio, compuesto por 133 cardenales menores de 80 años (los únicos con derecho a voto), será el encargado de este proceso. Para que uno de ellos sea elegido Papa, se requiere una mayoría de dos tercios: al menos 89 votos. Si tras cuatro votaciones no se alcanza esa cifra, los cardenales pueden igual reducir la lista de candidatos potenciales a los más votados, como medida para agilizar el proceso.

Fumata blanca, fumata negra: ¿qué contienen realmente esos humos?

El famoso humo que sale desde la chimenea instalada en la Capilla Sixtina se codifica según el color con elementos químicos específicos:

  • Humo negro: Se logra mezclando los votos con perclorato de potasio, antraceno (derivado del alquitrán de hulla) y azufre. Indica que aún no hay Papa.
  • Humo blanco: Se produce con clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo. Señala que hay un nuevo Papa.

Este sistema fue implementado por primera vez en 1963, y fue perfeccionado en 2005 y 2013 para una mayor claridad del color del humo.

El legado de Francisco: ¿qué desafíos hereda su sucesor?

El próximo pontífice no solo será cabeza espiritual de la Iglesia Católica, sino que también deberá lidiar con los múltiples retos que dejó el mandato del Papa Francisco.

Recordado como el “Papa del pueblo”, Jorge Mario Bergoglio marcó una pauta histórica en la modernización del discurso papal. Promovió causas como la defensa del medio ambiente, las reformas dentro de la Curia Romana y la inclusión de los laicos y mujeres en la Iglesia.

“La Iglesia no puede ser una fortaleza cerrada. Debe ser un hospital de campaña”, decía Francisco en múltiples alocuciones.

¿Seguirá su sucesor en esa misma línea progresista? ¿O será el momento para un giro más conservador?

Una Iglesia dividida entre la tradición y el cambio

Los cardenales participantes llegan al cónclave con diversas visiones sobre lo que necesita la Iglesia hoy.

Entre los temas más debatidos internamente se encuentran:

  • La moral sexual (particularmente en temas LGBTQ+)
  • El celibato obligatorio
  • La ordenación de mujeres
  • Los escándalos de abusos sexuales
  • La caída de feligreses en Europa y América del Norte

Todo esto ocurre al tiempo que hay un auge del cristianismo en África y el sudeste asiático, lo que plantea la posibilidad de un Papa proveniente de regiones donde el catolicismo crece con fuerza.

Vaticano y geopolítica: las tensiones globales que rodean al cónclave

Si bien el proceso es religioso, no se puede ignorar la dimensión política que subyace. La elección de un nuevo Papa ocurre en un contexto de severas tensiones globales, incluyendo:

  • Tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea
  • Conflictos armados como el de Ucrania o en Medio Oriente
  • Las consecuencias migratorias del cambio climático
  • La expansión del populismo político - incluso dentro de algunos sectores cristianos

Como lo expresó recientemente el profesor Hendrik Vos, especialista en estudios europeos: “La creencia ingenua de que EE. UU. siempre será un aliado por definición quedó atrás; incluso en el Vaticano, todas las alianzas están bajo revisión”.

Ritual desde los bastidores: así se preparan los cardenales

Antes de iniciar la votación, los cardenales participan de misas privadas, cenas de diálogo e intercambios sobre las características del futuro Papa. Todo esto se realiza sin acceso a teléfonos, medios ni internet, en una suerte de retiro espiritual e introspectivo.

La misa “Pro eligendo Pontifice” en la Basílica de San Pedro marcará el inicio solemne del cónclave. Después, los cardenales desfilarán hasta la Capilla Sixtina donde, en completo silencio, escucharán una meditación, prestarán juramento y comenzarán las votaciones.

En ese ambiente de recogimiento, cada uno anotará el nombre de su elegido en una papeleta que dirá: “Eligo in Summum Pontificem…”

Más allá del ritual: el simbolismo de la elección papal hoy

Para personas como Marie-Pascale Legrand, cuidadora del veterano de la Segunda Guerra Mundial Charles Shay, esta elección significa mucho más que un cambio de liderazgo dentro del Vaticano.

Su sangre está en nuestra tierra… debemos mostrar gratitud, ellos nos dieron libertad”, dice refiriéndose a los soldados aliados. “Y ahora, una nueva generación de líderes espirituales debe ayudarnos a defender la dignidad humana de los excluidos en todo el planeta”.

Reflexión final (sin que sea 'conclusión')

El próximo Papa heredará no solo una sotana blanca y un anillo del Pescador, sino una Iglesia cruzada por tensiones, promesas y expectativas globales. En medio de la tensión entre las raíces de Roma y las ramas del mundo moderno, su elección será símbolo —como siempre ha sido— de lo eterno: la unidad de la fe contra los vientos de la historia.

Y cuando el humo blanco se eleve, el mundo se detendrá por un instante, mirando hacia el cielo del Vaticano, esperando un nombre… y, quizás, un nuevo comienzo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press