Crisis en Gaza: ¿Una guerra sin fin o una estrategia sin rumbo?

Israel intensifica su ofensiva y convoca reservas militares mientras el bloqueo agudiza la crisis humanitaria más severa del conflicto

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El laberinto de la guerra en Gaza: nuevos movimientos desde Tel Aviv

Este domingo, los principales ministros del gabinete de seguridad de Israel se reunieron para votar una intensificación de las operaciones militares en la Franja de Gaza, mientras el ejército comenzó a movilizar a miles de soldados reservistas. El objetivo declarado: presionar a Hamás para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en términos favorables para Israel.

Sin embargo, esta escalada ocurre en uno de los momentos más oscuros de la guerra, cuando Gaza atraviesa lo que muchos expertos califican como la peor crisis humanitaria desde que el conflicto comenzó en octubre de 2023. Tras más de 18 meses de enfrentamientos, la cifra de muertos supera los 52,000 palestinos, muchos de ellos mujeres y niños, según cifras del Ministerio de Salud en Gaza.

Un conflicto prolongado marcado por el sufrimiento civil

El conflicto actual se remonta al 7 de octubre de 2023, cuando milicianos encabezados por Hamás lanzaron un ataque sorpresivo desde Gaza, matando a alrededor de 1,200 personas en el sur de Israel y tomando como rehenes a 250 personas. Desde entonces, la ofensiva israelí ha sido implacable, con bombardeos diarios, incursiones terrestres y un bloqueo económico casi total.

Varios analistas señalan que la respuesta israelí parece ir más allá del objetivo de recuperación de rehenes o de autodefensa. “La operación se ha convertido en una campaña de castigo colectivo”, dijo Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina.

El colapso del alto el fuego y el regreso de los combates

En marzo de 2025 colapsó un alto el fuego de ocho semanas, lo que permitió un breve respiro a millones de palestinos desplazados. El 18 de marzo, Israel retomó sus ataques, ocupando nuevas zonas de Gaza. Desde entonces, más de 600 palestinos han muerto y seis soldados israelíes han perdido la vida, según fuentes locales.

Durante esa tregua temporal, Hamás liberó a algunas rehenes, mientras Israel excarceló a decenas de prisioneros palestinos, pero las negociaciones colapsaron por desacuerdos sobre garantías de seguridad y condiciones políticas.

La crisis humanitaria: una pesadilla para 2.3 millones de personas

Como parte de su estrategia de presión, Israel ha intensificado el bloqueo sobre Gaza, deteniendo la entrada de bienes y ayuda humanitaria desde principios de marzo. Esta medida ha creado una situación catastrófica para la población civil:

  • Casi el 90% de la población ha sido desplazada al menos una vez desde octubre.
  • Miles de familias viven hacinadas en campamentos improvisados.
  • Los niveles de desnutrición infantil han alcanzado cifras récords. Según Unicef, uno de cada tres niños menores de cinco años sufre de emaciación severa.
  • Brotes de enfermedades se están propagando ante la falta de agua potable y medidas sanitarias.

El Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió recientemente: “Cada nuevo día sin ayuda humanitaria marca la diferencia entre la vida y la muerte para miles de gazatíes”.

Más allá de Gaza: la guerra se regionaliza

El conflicto ya no se limita a los límites geográficos de Gaza. Este domingo, un misil lanzado por los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, provocó la suspensión temporal del tráfico aéreo en el aeropuerto Ben-Gurion de Tel Aviv. Aunque las autoridades israelíes no han confirmado si el misil impactó la zona del aeropuerto o fue interceptado en el aire, la tensión crece.

Las sirenas antiaéreas se activaron en múltiples ciudades, y una columna de humo se elevó cerca del aeropuerto. Cuatro personas resultaron con heridas leves mientras buscaban refugio, según el servicio de emergencias Magen David Adom.

Este ataque es parte de una serie de hostilidades que Irán libra indirectamente contra Israel por medio de grupos aliados, entre ellos Hizbulá en Líbano y los hutíes en Yemen. Israel ha anunciado que responderá: “Quien nos dañe, lo pagará siete veces”, advirtió el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

¿Cuál es el plan estratégico del gobierno israelí?

Con el respaldo de figuras del sector ultraderechista como el Ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, el gobierno israelí afirma que solo una victoria total sobre Hamás traerá estabilidad y seguridad. En ese sentido, la movilización de más reservistas indica que Israel prepara una nueva fase terrestre del conflicto, posiblemente en las zonas del sur aún bajo control parcial de Hamás.

Pero muchos expertos advierten sobre los riesgos estratégicos de esta aproximación:

  • Falta de un plan de posguerra: ¿Qué ocurrirá una vez que Hamás sea debilitado o eliminado? ¿Quién gobernará Gaza?
  • Presión internacional: La creciente indignación global ante las muertes civiles y el deterioro humanitario podría llevar a sanciones o suspensión de ayuda.
  • Riesgo de guerra regional: La participación indirecta de Irán y los ataques desde Líbano y Yemen podrían derivar en un conflicto mucho más amplio.

La comunidad internacional: entre la diplomacia y la impotencia

Estados Unidos, principal apoyo militar de Israel, ha mostrado incomodidad creciente con la conducción del conflicto. Aunque hasta ahora ha bloqueado resoluciones de la ONU que exigen un alto el fuego, la administración Biden ha solicitado en repetidas ocasiones que se permita el ingreso de ayuda y se evite una ofensiva total en Rafah.

La situación es intolerable. Necesitamos una pausa inmediata en los combates y la entrada urgentísima de ayuda médica y alimentaria”, declaró el secretario general de la ONU, António Guterres, en un reciente discurso en Ginebra.

Mientras tanto, las calles de capitales europeas como Londres, París o Berlín han sido escenario de manifestaciones masivas pidiendo el fin de la guerra y denunciando lo que califican como crímenes de guerra.

¿Realmente es posible una “victoria total”?

La frase “victoria total” adoptada por líderes israelíes como Ben-Gvir podría funcionar como consigna nacionalista, pero sigue sin ofrecer una solución política duradera. Académicos como Gershon Baskin, mediador de paz entre Israel y Palestina, sostienen que: “No hay una victoria militar en Gaza si no va acompañada de un acuerdo político viable”.

La historia reciente lo demuestra. Desde 2008, Israel ha lanzado cuatro ofensivas mayores en Gaza (Plomo Fundido, Pilar Defensivo, Margen Protector y Amanecer), y ninguna ha derrotado completamente a Hamás ni ha llevado a un nuevo orden político en el enclave.

Una región atrapada en un círculo vicioso

Este nuevo capítulo del conflicto israelí-palestino reafirma una verdad dolorosa: la ausencia de un horizonte político perpetúa el ciclo de violencia. Con cada ataque, cada desplazamiento forzado y cada niño que sufre hambre, se genera más odio, más resentimiento y menos posibilidades de paz.

Las fuerzas militares podrán ganar batallas, pero nunca podrán resolver las causas históricas, sociales y políticas del conflicto. Y mientras el mundo observa impotente, una pregunta resuena como eco en los escombros de Gaza: ¿cuánto más puede resistir una población encerrada, bombardeada y olvidada?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press