Frank Bisignano y la Seguridad Social: ¿Un Comisionado o un Ejecutivo Corporativo en Modo Destructor?

El nombramiento de un tecnócrata de Wall Street al frente de la SSA desata una tormenta política que va más allá de las jubilaciones: despidos, cortes, DOGE y una ofensiva conservadora sobre el Estado social

El nuevo timonel de la Seguridad Social en EE.UU.

Frank Bisignano, un veterano de Wall Street y CEO de la empresa tecnológica financiera Fiserv, fue confirmado por el Senado como el nuevo comisionado de la Administración de la Seguridad Social (SSA), en un momento especialmente turbulento para la agencia. Su aprobación por parte del Senado, con una ajustada votación de 53 a 47, reavivó un escándalo político en torno al futuro de las pensiones, los servicios sociales y los derechos de los trabajadores.

Bisignano, quien se autodenomina como un “DOGE person” —en referencia a su afinidad por la criptomoneda Dogecoin—, asume el liderazgo de una entidad que presta servicios a más de 70 millones de estadounidenses, incluidos jubilados, personas con discapacidad y niños beneficiarios.

Despidos, recortes y caos institucional

Su designación se produce después de una serie de decisiones previamente tomadas por la dirección interina de la SSA, encabezada por Leland Dudek, también autodeclarado simpatizante de DOGE, que incluyeron:

  • Despidos masivos de hasta 7,000 empleados.
  • Reducción de servicios y atención telefónica.
  • Propuesta de controles de identidad presenciales para millones de beneficiarios mientras se cerraban oficinas del gobierno.

Muchas de estas medidas fueron impulsadas y legitimadas por el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump, bajo la dirección del multimillonario Elon Musk, quien recientemente anunció que abandonará su rol asesor.

Estas propuestas provocaron una ola de indignación de legisladores, sindicatos y defensores de derechos, lo que obligó a la agencia a dar marcha atrás en varias de estas políticas.

Un ataque frontal a la Seguridad Social tradicional

La oposición demócrata ha sido tajante en su rechazo al nombramiento de Bisignano. Durante la votación final, el senador Ron Wyden (Oregon) dijo: “Confirmar a Mr. Bisignano es firmar la sentencia de muerte de la Seguridad Social tal como la conocemos”. Añadió que el plan de Trump y sus aliados es claro: “Cortar los pagos, privatizar los beneficios y despojar a millones de la red de seguridad creada hace casi un siglo”.

El demócrata continuó con una imagen especialmente poderosa: “Si tu abuela pierde su cheque de Seguridad Social y no puede pagar el alquiler, los republicanos que votaron por Bisignano serán los responsables”.

En su audiencia de confirmación, cuando se le preguntó si estaba interesado en privatizar la SSA, Bisignano respondió: “Nunca se me ha pasado por la cabeza, ni lo he escuchado jamás.” Una respuesta que ha sido tildada como poco creíble, considerando su trayectoria corporativa.

¿Quién es Frank Bisignano realmente?

Bisignano, conocido por su estilo agresivo y por dirigir firmas financieras como JPMorgan Chase, fue asesor del expresidente Trump en áreas tecnológicas y de eficiencia empresarial. En Fiserv, lideró una serie de fusiones y adquisiciones que transformaron el sector de pagos digitales.

También ha sido defensor de políticas corporativas a favor de la comunidad LGBTQ+, algo que ha generado confusión entre críticos políticos que ven esta postura progresista como contradictoria con su actual agenda en la SSA.

No obstante, su afinidad con DOGE y su visión empresarial del Estado ponen en duda su compromiso con los principios de equidad y acceso universal que guían a la Seguridad Social desde su fundación en 1935 bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt.

La sombra de DOGE y los escándalos de privacidad

Gran parte de la reciente crisis de la SSA gira en torno al controvertido acceso del algoritmo DOGE —un software usado para procesar información— a datos personales de millones de beneficiarios. Este acceso ha generado demandas judiciales, incluyendo una interpuesta por sindicatos y asociaciones de jubilados, con el objetivo de restringir la recolección y uso de esta información.

El Cuarto Circuito de Apelaciones falló 9-6 a favor de mantener los límites al acceso de DOGE, subrayando la gravedad del asunto.

Privatización encubierta y debilidades del sistema

La cruzada liderada por el gobierno Trump y ahora representada por Bisignano parece tener como objetivo desmantelar progresivamente los servicios públicos fundamentales, comenzando por aumentar barreras burocráticas y luego justificar su ineficiencia como excusa para cederlos al sector privado.

Históricamente, este enfoque no es nuevo. En las últimas tres décadas, múltiples voces conservadoras han abogado por transformar la SSA en un sistema de cuentas individuales, inspirado en modelos implementados con diversos grados de éxito o fracaso en países como Chile y México.

Según datos del US Census Bureau, el 39% de los adultos mayores estadounidenses dependen completamente de la Seguridad Social para su sustento. Cualquier reducción en estos pagos afectaría directamente a millones de personas vulnerables.

Repercusiones políticas: ¿una estrategia electoral?

En plena campaña prelectoral, la apuesta de Trump por insertar figuras aliadas en puntos neurálgicos del Estado puede entenderse como una estrategia para debilitar las instituciones del New Deal y redefinir los términos del debate público sobre el papel del Estado.

Biden, en su primera aparición pública tras dejar el cargo, criticó duramente las acciones republicanas al respecto: “Trump ha tomado un hacha contra la Seguridad Social”.

Este enfrentamiento marca una línea divisoria radical entre dos visiones de gobierno: una que defiende la universalidad y obligación del Estado de proteger a los más vulnerables, y otra que ve los programas sociales como un lastre financiero e ideológico.

¿Qué se juega realmente con Bisignano al frente?

Además de la eficacia administrativa o del ahorro presupuestario, el verdadero conflicto refleja una disputa ideológica sobre el alma del Estado moderno*. La Seguridad Social es vista por muchos como el último bastión del Estado de bienestar estadounidense. Dejarla en manos de un tecnócrata con alma de CEO presenta un riesgo significativo de transformación estructural.

Como dijo una activista de Social Security Works en un mitin frente al Capitolio: “No necesitamos a Jeff Bezos dirigiendo las pensiones. Necesitamos humanidad, no eficiencia algorítmica.

Por ahora, el Congreso, el poder judicial y la ciudadanía quedarán como principales diques de contención frente a una ideología que intenta revivir el laissez-faire en pleno siglo XXI.

El nombramiento de Frank Bisignano no es un hecho aislado: refleja con claridad el rumbo que una parte del establishment estadounidense está dispuesto a tomar, incluso si eso implica desmantelar conquistas sociales centenarias.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press