Sovereignty y la carrera imposible: ¿Debe cambiarse el orden del Triple Corona?

Con el último ganador del Derby de Kentucky fuera del Preakness, el debate sobre el calendario del Triple Corona revive intensamente entre entrenadores, dueños y fanáticos del hipismo.

La emoción del Derby de Kentucky 2025 ya se ha enfriado y una noticia sacudió al mundo ecuestre el martes: Sovereignty, flamante ganador de la icónica carrera en Churchill Downs, no competirá en el Preakness Stakes. Con esta decisión, se esfuma una vez más el sueño de conquistar la Triple Corona, un logro que no se ha visto desde el año 2018 con Justify.

Fin de una ilusión, otra vez

"Queremos hacer lo mejor para el caballo", explicó el entrenador Bill Mott días antes del anuncio oficial. Con esto, se confirma que Sovereignty tomará una ruta alternativa: descansar y prepararse para el Belmont Stakes, la tercera joya del Triple Corona, el 7 de junio en el hipódromo de Saratoga, Nueva York.

La ausencia de Sovereignty en el Preakness marca el cuarto año desde 2018 en que esta carrera no tendrá un contendiente al título completo. Desde que Justify lograra esa hazaña, ningún otro caballo ha logrado siquiera llegar al Preakness como parte de una campaña viable hacia la Triple Corona.

¿Un calendario obsoleto?

La decisión de Mott reabre un antiguo y ya encendido debate en la industria del hipismo norteamericano: ¿debe modificarse el calendario de la Triple Corona? Actualmente, el Derby y el Preakness se disputan con apenas dos semanas de diferencia, una exigencia que muchos consideran excesiva para los estándares modernos de entrenamiento y recuperación equina.

El prominente propietario Mike Repole propuso esta semana algo disruptivo: «mover el Belmont al segundo lugar y retrasar el Preakness». Su razonamiento es claro: al ofrecer mayor tiempo de recuperación entre las carreras, se incentivaría la participación de más caballos de élite en las tres pruebas, devolviéndole relevancia y competitividad al ciclo completo.

Historia de un desafío titánico

Desde su institucionalización en 1919, la Triple Corona (compuesta por el Derby de Kentucky, el Preakness Stakes y el Belmont Stakes) ha sido una de las proezas más difíciles del deporte. Hasta hoy, solo 13 caballos han conseguido la hazaña, siendo Justify (2018) el último en lograrlo, precedido por American Pharoah (2015).

Pero lo que hace única esta serie no es solo la exigencia física de correr tres veces en cinco semanas—además en diferentes hipódromos y distancias—sino también las estrategias humanas que la rodean: entrenadores, dueños, veterinarios y jinetes deben balancear ambiciones, sacrificios económicos, condición física y expectativas de largo plazo.

Cambios en la cultura de las carreras

En tiempos pasados, los caballos estaban más acostumbrados a competir frecuentemente. Sin embargo, en la actualidad, el enfoque ha cambiado: carreras más espaciadas y especialización en ciertas distancias y superficies son ahora la norma. Un entrenador como Bill Mott no toma riesgos innecesarios, sobre todo con un ejemplar que acaba de lograr la victoria más prestigiosa del país.

En una entrevista reciente, Mott declaró: "Sí, uno siempre sueña con la Triple Corona, pero nuestro deber es pensar primero en el bienestar del caballo. No se trata solo de emocionar a la afición".

La presión invisible: los potenciales millones

El valor de un caballo ganador del Derby se dispara astronómicamente, y cualquier riesgo post-carrera puede echar por tierra futuras fortunas en concepto de reproducción. Un semental como Sovereignty podría generar fácilmente ingresos de entre 30 y 100 millones de dólares durante su vida reproductiva. En ese escenario, forzar una participación en el Preakness con apenas dos semanas de descanso puede parecer imprudente.

La Triple Corona en cifras

  • 13 caballos en la historia han ganado la Triple Corona.
  • El primero fue Sir Barton en 1919. El más reciente, Justify en 2018.
  • Entre 1978 y 2015, pasaron 37 años sin un ganador.
  • Desde 2019, el Preakness no ha contado con el caballo ganador del Derby en cuatro ocasiones.
  • La Triple Corona abarca distancias de entre 1.91 km (Derby) y 2.4 km (Belmont), lo que exige diferentes habilidades físicas y estratégicas.

¿Y el futuro del Preakness?

Este segundo eslabón del Triple Corona, celebrado tradicionalmente en Pimlico Race Course, Baltimore, ha venido perdiendo brillo debido a estas ausencias clave. Sin la narrativa del *camino hacia la gloria*, el atractivo televisivo y comercial se reduce. En 2023, por ejemplo, la audiencia fue significativamente menor respecto al Derby (17.7 millones en NBC).

"Sin un contendiente por la Triple Corona, la pasión se diluye", comentan expertos como Jay Privman, periodista de *Daily Racing Form*. Y no solo hablamos de emociones: hay patrocinadores, cadenas de televisión, y miles de empleos que orbitan estos tres eventos.

Voces que piden modernización

La propuesta de Repole no es aislada. Numerosos entrenadores, como Todd Pletcher y Bob Baffert, han manifestado a lo largo de los años que el calendario necesita un ajuste. La industria, sin embargo, ha sido resistente al cambio, escudada en la tradición y el aura mítica de la Triple Corona.

No obstante, las circunstancias han cambiado. La medicina veterinaria ha evolucionado, la comprensión del estrés físico es más profunda, y los aficionados también parecen más conscientes del bienestar animal. En ese contexto, la pregunta ya no debería ser si debe cambiarse el calendario, sino cuándo y cómo hacerlo.

Un Bridge hacia Saratoga

Por lo pronto, los ojos estarán puestos en Saratoga, donde Sovereignty espera volver a dominar. Este histórico hipódromo en el norte del estado de Nueva York acoge este año el Belmont Stakes debido a renovaciones en el hipódromo de Belmont Park. Será la primera vez que el cierre de la Triple Corona se dispute allí, lo cual añade un condimento especial a una edición ya particular.

Mientras tanto, el Preakness se correrá casi con perfil bajo. Sin Sovereignty, sin narrativa de grandeza, sin Triple Corona en juego, pero aún con la pasión inmutable de quienes aman este deporte centenario.

¿Se perderá otra vez la oportunidad de adaptar una tradición gloriosa a los tiempos modernos? Todo indica que sí. Al menos por ahora.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press