El Papa Leo XIV y sus raíces creoles: una oportunidad única para transformar la Iglesia

Con profundo linaje afrodescendiente de Luisiana y experiencia amazónica en Perú, el nuevo pontífice promete una era de inclusión, justicia racial y compromiso ecológico

Un papa con sangre criolla: herencia que rompe moldes

La elección de Robert Prevost como Papa Leo XIV ha marcado un hito histórico para la Iglesia católica, no solo por su inesperada ascensión desde el norte de Perú, donde fue obispo por años, sino por lo que representa su linaje: raíces profundas en la comunidad creole afrodescendiente de Nueva Orleans y posibles vínculos con Haití y Cuba. Este trasfondo lo coloca en un lugar especial dentro de una Iglesia que por siglos ha silenciado a muchos de sus fieles más diversos.

Jari Honora, genealogista de Nueva Orleans, descubrió que los cuatro bisabuelos maternos del papa fueron personas libres de color en Luisiana en el siglo XIX, según registros del censo. Esta comunidad, producto del mestizaje entre europeos, africanos, indígenas e incluso caribeños, dio origen a una identidad cultural conocida como criolla, con una fuerte inclinación católica. Honora reconoció: “Fue especial para mí porque comparto ese patrimonio, al igual que muchos amigos católicos aquí en Nueva Orleans.”

Una historia profundamente estadounidense

La vida de la familia de Leo XIV refleja una narrativa profundamente estadounidense: la migración afroamericana del sur al norte en busca de oportunidades y alejándose del racismo institucionalizado. Alrededor de 1910, los abuelos del ahora papa se trasladaron a Chicago. Tal como relata Honora, “pasaron por blancos” para escapar la discriminación sistemática. Su madre, Mildred Agnes Martinez, aparece identificada como blanca en su acta de nacimiento de 1912.

Esto subraya el fenómeno conocido como ‘passing’, donde muchas personas afroamericanas de piel clara ocultaban su identidad racial para acceder a una vida con menos restricciones. Marc Morial, exalcalde de Nueva Orleans, expresó sentimientos encontrados: “Uno tenía que escapar de su autenticidad para sobrevivir.”

La fe como columna de la comunidad creole

La gran mayoría de las familias creoles eran y siguen siendo católicas. Su fe fue estabilidad ante las adversidades. Andrew Jolivette, académico de la Universidad de California y miembro de una familia creole, agrega: “El papa también tiene ascendencia cubana. Es un símbolo de orgullo para los creoles; yo lo veo también como un papa latino.”

La elección de un pontífice con esta herencia envía un poderoso mensaje a las comunidades que han sido históricamente invisibles dentro de la Iglesia. El Vaticano siempre ha sido predominantemente europeo. Roma no solo recibe a un papa estadounidense, sino a uno cuya historia se entrelaza con la esclavitud, la Harlem Renaissance, el Mardi Gras y la espiritualidad afrodescendiente.

Un defensor de la Amazonía desde Perú

Leo XIV pasó más de dos décadas en el norte de Perú, en Chiclayo, una zona cercana a la selva amazónica amenazada por la minería ilegal, la deforestación y el cambio climático. Su experiencia territorial le dio una sensibilidad única hacia los problemas medioambientales. Desde 2016 ya hablaba con énfasis sobre Laudato Si, la encíclica ecológica del papa Francisco, y más tarde trabajó con la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).

Pedro Barreto, cardenal peruano y presidente de REPAM, afirmó: “Él no necesita ser convencido sobre la importancia del Amazonas.” Su cercanía con líderes indígenas, incluyendo mujeres como Laura Vicuña, refuerza su compromiso con la justicia climática y la protección de los territorios indígenas.

Racismo, segregación y catolicismo negro en EE. UU.

Desde el siglo XIX, los católicos afroamericanos han sido marginados dentro de su propia Iglesia. El papa Leo XIV representa una reconciliación esperada desde hace mucho. La Dra. Shannen Dee Williams, historiadora en la Universidad de Dayton, remarca: “La historia negra es historia católica, incluyendo en los Estados Unidos.”

La fe afroamericana ha sido fundamental en la expansión del catolicismo en EE. UU., especialmente en comunidades del sur como Luisiana y Misisipi. Figuras como Pierre Toussaint, esclavo liberado en Haití que se convirtió en benefactor en Nueva York, aún esperan la canonización. Kim R. Harris, experta en pensamiento religioso afroamericano, espera que este nuevo pontificado acelere el proceso canonizador: “Su elección puede ayudar a avanzar este proceso.”

Una mirada universal, más allá de las fronteras

Si algo destaca de Leo XIV es su carácter verdaderamente global. Su vida ha sido vivida entre culturas e identidades múltiples, desde Chicago hasta Chiclayo, desde la historia afroamericana hasta las comunidades indígenas del Amazonas. Reynold Verret, presidente de la Universidad Xavier —la única universidad históricamente negra y católica del país— dijo: “Es una afirmación de que la Iglesia es verdaderamente universal.”

Su herencia no solo representa a los católicos afroamericanos, criollos y latinos, sino también a los que luchan contra la crisis climática y por la justicia ambiental en territorios olvidados.

Camino a la COP30 en Brasil: ¿el papa del cambio climático?

En noviembre de 2024 se celebrará en Belém, Brasil, la COP30, una de las cumbres más importantes sobre el cambio climático mundial. Existen fuertes rumores de que Leo XIV asistirá al evento, reafirmando su papel como líder espiritual comprometido con la Amazonía y el planeta.

Desde 2017 ha mostrado sus preocupaciones en torno a las emisiones de CO2 y el calentamiento global. Su presencia en COP30 podría ser vital para construir puentes entre la ciencia climática, la fe y los pueblos indígenas.

Una oportunidad para la inclusión y la justicia

La elección de Leo XIV no es simbólica, sino profundamente transformadora. Enfrentamos una era donde las instituciones religiosas están llamadas a renovar su relación con los fieles históricamente excluidos: afrodescendientes, indígenas, migrantes y comunidades LGBT+

El hecho de que el nuevo pontífice provenga de una familia marcada por el racismo estructural en Estados Unidos y haya caminado entre los pobres del norte peruano, lo convierte en alguien con la sensibilidad necesaria para liderar una Iglesia más inclusiva y ecológicamente consciente.

El sacerdote Ajani Gibson lo resume de forma brillante: “Lo que la gente más ama de Nueva Orleans es tanto negro como católico.” Y quizás, ahora el Vaticano también lo sea.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press