Knicks históricos: una paliza a los Celtics y un renacer que sacude Nueva York

Después de 25 años, los Knicks regresan a las finales del Este tras destrozar a Boston con una victoria de 119-81 en un Madison Square Garden eufórico. ¿Está viviendo la Gran Manzana un nuevo renacer del baloncesto?

Por fin, Nueva York celebra a lo grande. Tras décadas de frustración, reconstrucciones fallidas y promesas rotas, los Knicks están de regreso en las altas esferas de la NBA. Y no lo han hecho de cualquier forma. Eliminando contundentemente a los vigentes campeones, los Boston Celtics, con un contundente 119-81 en el Juego 6 en el Madison Square Garden. Fue una noche mágica y casi histórica: la primera vez desde el año 2000 que el equipo neoyorquino alcanza las Finales de la Conferencia Este.

Jalen Brunson, líder de una revolución azul y naranja

El motor de esta nueva era es, sin dudas, Jalen Brunson. El base firmó 23 puntos y dominó el ritmo del encuentro de principio a fin. Con apenas 1.88 m de estatura, juega con corazón de gigante y ha transformado radicalmente la narrativa de un equipo que parecía condenado a la mediocridad permanente.

"Es un gran triunfo. Avanzamos, pero esto no ha terminado. Ahora hay que prepararse para los Pacers", señaló el entrenador Tom Thibodeau en rueda de prensa. Una declaración contundente y con tono profesional, pero difícil de replicar en las calles y dentro del MSG, donde se vivió una auténtica fiesta popular.

La victoria de una ciudad desesperada por alegrías

La afición de los Knicks no ganaba una serie de Playoffs en casa desde... ¡1999! El hambre era real. Los cantos de "Let’s Go Knicks!" y la marea naranja en las gradas parecían sacados directamente de las décadas de gloria de los 70 y 90. Según cifras de la NBA, la victoria por 38 puntos fue la mayor paliza en Playoffs para los Knicks en toda su historia.

Entre las celebridades presentes —desde Ben Stiller hasta Lenny Kravitz— y los fans en las altas secciones del Madison Square Garden, el júbilo fue absoluto. Tanto que incluso afuera del estadio, la fiesta estaba igual de viva.

Knicks Block Party: la cultura del baloncesto callejero vuelve a casa

Mientras el precio promedio de las entradas superaba los 600 dólares, miles se agolpaban en la zona de block party entre las calles 33 y 34, justo fuera del MSG. Allí, grandes pantallas, música, actividades y la efervescencia típica de Nueva York convirtieron el partido en una experiencia colectiva.

“Es mi primera vez aquí, vine desde Filipinas solo para vivir esta experiencia. Aunque no pude entrar al estadio, esto ha superado mis expectativas”, comentó Christopher Morales, un fan asiático que no dejó de corear y celebrar.

La Knicksmania ha vuelto a surgir, y con más fuerza que nunca.

Los nuevos héroes del Garden

Además de Brunson, varios jugadores brillaron. OG Anunoby también anotó 23 puntos, mientras que Mikal Bridges (22) e Karl-Anthony Towns (21) completaron una ejecución ofensiva prácticamente perfecta. El tridente de alas ha dado a Nueva York una versatilidad que no tenía desde los tiempos de Sprewell y Allan Houston.

Y qué decir de la nueva joya oculta: Deuce McBride, el joven base de apenas 1.85 m completó una chasedown block memorable sobre Derrick White que desató la ovación más explosiva del primer tiempo.

Además, hubo doble-doble de Josh Hart con 10 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. Todo funcionó de manera casi impecable.

¿Qué pasó con los Celtics?

La eliminación del vigente campeón fue dolorosa y repentina. Boston, que ya no contaba con su alma ofensiva, Jayson Tatum (lesionado del tendón de Aquiles en el Juego 4), no supo reponerse. Jaylen Brown, con 20 puntos, fue el único que mostró algo de resistencia.

El entrenador Joe Mazzulla entendió temprano que el partido se había perdido. Sacó a los titulares en el tercer cuarto cuando el marcador reflejaba una diferencia de 41 puntos. Fue una rendición sin precedentes.

“Teníamos un objetivo y no lo conseguimos. Cada año es diferente. Esta vez no alcanzó”, lamentó Derrick White tras el encuentro.

Un déjà vu histórico: Knicks vs Pacers

El próximo rival: los Indiana Pacers. El mismo equipo que los enfrentó en aquellas legendarias finales del Este de 2000. Aquella vez ganaron los de Indiana, imponiéndose ante la quijotesca escuadra liderada por Latrell Sprewell y Allan Houston. Ahora, el Garden promete revancha.

La rivalidad con Indiana es una de las más emblemáticas de los 90, con nombres como Reggie Miller, Patrick Ewing y Larry Johnson protagonizando batallas épicas que marcaron época.

No es solo baloncesto: es Nueva York renaciendo

¿Por qué tanta emoción? Porque los Knicks no son solo un equipo. Son una identidad. Un pedazo del alma de la ciudad. Su resurrección viene tras décadas de fracasos, paro cardíaco tras paro cardíaco. Desde el fiasco de la era Isiah Thomas, pasando por el efímero tramo de Carmelo Anthony, hasta las múltiples reconstrucciones posicionales fallidas.

Hoy, bajo el liderazgo de Thibodeau y Brunson, todo parece encajar. Su defensa es sólida, la banca responde y el carácter competitivo se nota hasta en los detalles más mínimos.

Datos para dimensionar la gesta

  • Primera aparición de los Knicks en finales de conferencia desde el año 2000.
  • Mayor victoria en Playoffs en la historia del equipo: 38 puntos sobre Boston.
  • Primera vez que Nueva York elimina al campeón actual desde 1994 (derrota a Chicago).
  • Jalen Brunson promedia 27.9 puntos en la actual postemporada.
  • Los Knicks tienen marca de 6-2 en estos Playoffs.

La cultura que florece alrededor del equipo

Desde camisetas de John Starks y Charles Oakley en las gradas hasta las nuevas de Brunson y Hart, es evidente que el ADN del baloncesto nikkeano ha vuelto a brotar. El Garden, muchas veces silencioso en temporadas anteriores, ahora ruge como en sus mejores noches.

Las block parties y la gente trepando postes o coreando en el metro no son sino síntomas de una ciudad que, por fin, tiene motivos sólidos para creer. Una ciudad que lleva años esperando que su equipo emblemático resurja... y parece que ese momento ha llegado.

¿Podrán los Knicks romper la maldición?

No se gana un campeonato sin dificultades. El próximo reto —los Pacers— no será fácil. Pero la energía que se respira en Nueva York es distinta. Hay mística. Hay corazón. Hay talento. Y sobre todo, hay fe.

Porque cuando el Garden vibra, todo puede pasar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press