La noche mágica de Devers y el resurgir de unos Red Sox cargados de fe

Rafael Devers conecta su primer walk-off en MLB mientras Boston rompe su mala racha, encendiendo el espíritu competitivo tras semanas de dudas

Una explosión de poder cuando más se necesitaba

En una noche de sábado cargada de electricidad en Fenway Park, Rafael Devers catapultó a los Boston Red Sox hacia una victoria 7-6 sobre los Atlanta Braves con un jonrón en solitario en la parte baja de la novena entrada. No solo significó una victoria, también rompió una racha de cuatro derrotas consecutivas y marcó el primer walk-off en la carrera de Devers.

"Obviamente, estoy muy emocionado por el tipo de juego que fue. Poder ganar de esta manera significa mucho para el equipo", declaró el slugger dominicano a través de un intérprete.

Devers: el toletero que se niega al guante

En los últimos tiempos, los rumores y presiones para que Devers se adapte al rol de primera base crecieron después de la lesión de Triston Casas. Pero el dominicano ha sido claro: él quiere batear, no cubrir la inicial.

Esto generó una respuesta contundente desde las oficinas del equipo. Nada menos que el propietario John Henry, junto al presidente del equipo Sam Kennedy y el jefe de operaciones de béisbol Craig Breslow, volaron a Kansas City a encontrarse con Devers y el manager Alex Cora el 9 de mayo. ¿El mensaje? Escuchar al hombre que lleva el peso ofensivo del equipo y, posiblemente, mantener la paz interna.

Los números respaldan su decisión

Desde que la temporada tomó un giro negativo para los Red Sox, Devers ha sostenido una ofensiva estrella: ha llegado a base en 19 de sus últimos 20 juegos, con un promedio de .397, 6 jonrones y 20 carreras impulsadas en ese tramo. Verlo como designado ha generado los mayores dividendos.

Alex Cora lo resumió mejor que nadie: "Está bateando con inteligencia, tomando sus boletos. En ese primer fin de semana nadie podía explicar qué pasaba, pero luego cambió completamente. Ahora es probablemente el mejor DH de la Liga Americana".

Una ofensiva que empieza a carburar

El aporte de Devers se une a una mejoría general del equipo que venía siendo inconsistente. Con jugadores jóvenes encontrando su ritmo y un bullpen que ha comenzado a cerrar los partidos con más solidez, los Red Sox están comenzando a parecer un equipo capaz de competir.

Y el calendario próximo les otorga oportunidades para escalar. En una división Este que es una verdadera jungla (con Yankees, Orioles y Blue Jays en forma), cada victoria cuenta.

El dilema de la primera base

La insistencia de los altos mandos en mover a Devers a primera responde a una urgencia evidente tras la cirugía de camiseta de Casas. Sin embargo, forzar a tu mejor bateador a una posición que no domina puede resultar contraproducente.

De hecho, Boston ha demostrado históricamente confiar en DHs puros (los fanáticos no pueden olvidar a David Ortiz, cuya carrera como DH lo catapultó al Salón de la Fama). Devers podría seguir ese legado, al menos por esta temporada.

Una noche para recordar: adrenalina, jonrones y drama

El partido contra Atlanta fue una montaña rusa. Boston empezó perdiendo, se aferró a cada oportunidad y al final fue Devers quien desató la euforia. Con un solo swing conectó su primer walk-off, un golpazo que dejó parado al lanzador Pierce Johnson.

Tengo mi rutina, salgo todos los días a hacerla y eso me hace sentir cómodo como DH”, explicó Devers. Y vaya si se nota.

La noche mágica tuvo ecos en todo el diamante

No solo Devers brilló. Nick Pivetta mostró solidez en la lomita y el bullpen respondió en momentos clave. La defensa, a pesar de algunos errores, supo mantener el marcador cerrado lo suficiente para que la ofensiva hiciera lo suyo.

Contexto histórico: Grandes DH que marcaron el rumbo

La figura del bateador designado ha cambiado a lo largo de los años. Desde Edgar Martínez (Mariners) hasta Big Papi, el DH no es solo un lugar para veteranos cansados, sino un refugio para bates explosivos que necesitan minimizar su carga defensiva.

Rafael Devers, con solo 27 años, podría estar otorgando legitimidad a una nueva generación de DHs peligrosos desde jóvenes. Su impacto con el madero es innegable, y su capacidad para cambiar un partido con un swing lo convierte en una pieza indispensable.

¿Y ahora qué para Boston?

La victoria le da a los Red Sox ese impulso que tanto necesitaban. Aunque se mantienen peleando en el medio de la tabla, si Devers continúa en este nivel, y si piezas como Jarren Durán o Ceddanne Rafaela siguen creciendo al ritmo esperado, la narrativa en Fenway Park puede cambiar radicalmente.

Además, el cuerpo técnico no parece dispuesto a forzar la adaptación forzada de Devers. Como dijo Cora: “Él se preocupa por nosotros, por el equipo, y quiere ganar”. Parece tener bastante claro que, con Devers cómodo en su rol, todos ganan.

Un ídolo en potencia

En una ciudad donde la pasión por el béisbol es casi religiosa, Devers se consolida como un nuevo ídolo. Su sonrisa al correr las bases tras su batazo ganador, el rugido de la multitud al ver cómo la pelota superaba el muro del jardín derecho... fue un momento que encapsula todo lo que hace especial al béisbol.

Mientras Boston se reencuentra con la victoria, queda claro que el corazón de esta alineación late al ritmo de Rafael Devers. Y cuando ese corazón vibra, el resto del equipo lo sigue.

De momento, los Red Sox pueden respirar aliviados. Tienen a su slugger. Tienen su confianza restaurada. Y, por encima de todo, tienen esperanza.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press