Gary Lineker, la BBC y el límite de la opinión: ¿Hasta dónde puede llegar un comentarista deportivo?

La controvertida salida de Gary Lineker de la BBC reaviva un viejo debate sobre la libertad de expresión, la imparcialidad mediática y el poder de las redes sociales en el fútbol británico

Gary Lineker, uno de los rostros más emblemáticos del fútbol inglés tanto en el campo como en la pantalla, ha dejado su rol como presentador de la BBC tras una tormenta mediática relacionada con una publicación en redes sociales. Esta decisión ha generado debate inmediato en torno a la línea que separa la expresión personal de la exigencia de imparcialidad en los medios públicos.

Una figura legendaria dentro y fuera del campo

Para entender el peso de esta situación, es importante recordar quién es Gary Lineker. Exjugador del Leicester, Everton, Tottenham y Barcelona, fue máximo goleador del Mundial de México 1986 y anotó 48 goles en 80 partidos con la selección inglesa. Desde 1999, ha sido la voz y el rostro principal de Match of the Day, el programa de resúmenes futbolísticos de la BBC.

Con una habilidad depurada como analista, una gran dosis de humor y carisma, y más de 8 millones de seguidores en X (anteriormente Twitter), Lineker se convirtió en mucho más que un presentador: un referente moral para muchos fans del deporte.

La controversia: una historia de Instagram y una imagen ofensiva

Todo comenzó cuando Lineker compartió una historia de Instagram del grupo Palestine Lobby titulada “El sionismo explicado en dos minutos”, acompañada por una imagen de una rata. Este animal —ligado históricamente en la propaganda antisemita con la deshumanización del pueblo judío desde tiempos del Tercer Reich— generó una fuerte reacción negativa dentro y fuera de la BBC.

La publicación fue retirada por Lineker al poco tiempo, quien luego se disculpó públicamente: “Nunca compartiría algo conscientemente antisemita. Fue un error, y me disculpo sinceramente por el daño causado.”

Reacciones desde la BBC

El director general de la BBC, Tim Davie, declaró: “Gary ha reconocido el error. De acuerdo con la gravedad del asunto y nuestras políticas editoriales, hemos decidido que deje sus labores de presentación al término de esta temporada.”

Este desenlace implica que Lineker no presentará más 'Match of the Day', aunque originalmente se esperaba que siguiera en otros proyectos como la cobertura de la Copa Mundial masculina en 2026.

Libertad de expresión vs. imparcialidad

El caso de Lineker no es el primero que genera tensiones en la BBC, una institución que desde su fundación aboga por la imparcialidad política y rigor informativo. En marzo de 2023, fue temporalmente suspendido por un mensaje donde comparaba políticas migratorias del gobierno conservador británico con la retórica de la Alemania nazi, lo que provocó una crisis interna y una huelga en cadena por parte de presentadores y periodistas deportivos.

Desde entonces, la BBC modificó sus lineamientos de redes sociales para exigir que conductores de alta visibilidad eviten opiniones que puedan comprometer la neutralidad de la emisora.

La doble vara del juicio mediático

El caso genera un dilema casi shakesperiano: ¿puede una figura pública expresar sus convicciones morales sin poner en riesgo su trabajo en un medio público?

Los críticos de Lineker lo acusan de usar su estatus para diseminar posturas políticas sin respetar las normas de la casa. Por su parte, sus defensores lo consideran una víctima del doble rasero aplicado a personalidades que se involucran en temas sensibles. La Campaign Against Antisemitism celebró su salida, calificándolo como “símbolo de la podredumbre moral de la BBC”.

Comentario: El deber moral del deportista moderno

En medio de la discusión, emerge el debate sobre el rol social del exdeportista convertido en celebridad. Lineker ha sido especialmente vocal contra el racismo, a favor de los derechos humanos y contra las políticas antiinmigración del gobierno británico. ¿Puede alguien que lucha por eso ser silenciado por un desliz desafortunado?

En entrevista reciente con The Telegraph, volvió a referirse al conflicto en Gaza, afirmando que “quien calla ante la situación, es casi cómplice”. Declaraciones así no pasan desapercibidas, menos aun viniendo de un ícono tan influyente.

Impacto mediático: El vacío que deja Lineker

La BBC se despide de su presentador mejor pagado, con un salario aproximado de £1,3 millones anuales (alrededor de USD 1.7 millones). También pierde a una de sus figuras públicas más populares y respetadas.

“Gary ha sido una voz definitoria en la cobertura del fútbol durante más de dos décadas,” subrayó Tim Davie. Su lugar en Match of the Day será ocupado por Kelly Cates, Mark Chapman y Gabby Logan, ninguno de ellos con experiencia como futbolistas profesionales.

De futbolista a figura política: un fenómeno en ascenso

Lineker ha sido parte del fenómeno moderno donde deportistas y exdeportistas trascienden el ámbito deportivo para convertirse en líderes de opinión. Desde LeBron James hasta Megan Rapinoe, pasando por Marcus Rashford, hay una creciente presión por tomar posturas frente a temas sociales.

La pregunta sigue abierta: ¿Quién decide cuáles opiniones son permitidas y cuáles no? ¿Es aceptable opinar sobre políticas migratorias, pero no sobre el conflicto israelo-palestino?

¿El fin de una era o el inicio de una nueva?

Aunque deja la BBC, Lineker cuenta con una plataforma de influencia difícil de igualar. Su empresa de podcasts “Goalhanger” produce programas con millones de descargas como The Rest is History y The Rest is Football, demostrando que seguirá en el centro del diálogo público.

Como sociedad, deberíamos preguntarnos si castigar a figuras por errores humanos no contribuye a un entorno enrarecido donde el miedo a opinar erosiona la conversación democrática.

Lineker se equivocó. Lo aceptó. Se disculpó. ¿No debería bastar eso en una democracia madura?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press