Tecnología y Grandes Ligas: ¿El futuro del béisbol está en manos del Hawk-Eye?
La MLB inicia una prueba sin precedentes con desafíos automatizados a swings en la Liga Estatal de Florida, lo que podría transformar para siempre el arbitraje del béisbol.
Una revolución en camino: el sistema Hawk-Eye llega a los swings
La Major League Baseball (MLB) ha sido durante mucho tiempo una liga reticente al cambio. Pero, en los últimos años, hemos sido testigos de una transformación tecnológica sin precedentes. Primero fue el radar Statcast, después el sistema de repetición para jugadas polémicas y ahora, bajo una creciente presión por mejorar la precisión del arbitraje, la liga ha iniciado un experimento con la tecnología Hawk-Eye para los swings revisados.
¿Qué es el sistema Hawk-Eye y cómo funciona?
El Hawk-Eye es un sistema de seguimiento visual utilizado ampliamente en deportes como el tenis, el cricket y, más recientemente, el fútbol. Mediante el uso de múltiples cámaras de alta velocidad y algoritmos avanzados, Hawk-Eye puede trazar con una precisión milimétrica la trayectoria de un objeto en movimiento. En el caso del béisbol, su función es determinar si un bateador realizó o no un swing.
La nueva regla establece que un swing será considerado completo si la cabeza del bate se adelanta más de 45 grados con respecto al pomo del bate. En términos sencillos, si el bate cruza la línea imaginaria paralela a la línea de base del lado respectivo del bateador (primera base para diestros, tercera base para zurdos), se considera un swing completo.
La implementación: Florida State League como laboratorio
La Florida State League (Clase A) ha sido elegida como campo de pruebas para esta innovación. A partir del pasado martes, los equipos pueden desafiar las decisiones del árbitro sobre swings chequeados. Cada equipo tiene un número ilimitado de desafíos válidos, pero solo puede mantenerlos mientras no haya uno fallido. Si una apelación es incorrecta, la posibilidad de hacerlo desaparece hasta el siguiente juego.
Una decisión interesante es que la determinación de Hawk-Eye será visualizada en vivo en las pantallas del estadio, ofreciendo un componente transparente tanto para jugadores como para fanáticos. Esto busca evitar polémicas y aumentar la confianza en la tecnología.
¿Por qué este cambio es importante?
Hasta ahora, el béisbol ha carecido de una definición oficial de "swing chequeado". Las reglas se limitan a permitir que el árbitro principal solicite una segunda opinión a los árbitros de base. Esto ha generado inconsistencias notables que incluso han definido partidos cruciales, como ocurrió en el Juego 5 de la Serie Divisional de 2021, entre los Giants y los Dodgers, cuando un supuesto swing de Wilmer Flores selló la eliminación de San Francisco en una decisión ampliamente criticada.
Con situaciones como esa en mente, la precisión absoluta es cada vez más demandada. Jugadas como esa pueden determinar el destino de una serie de postemporada y, con millones de dólares en juego, tanto a nivel de franquicias como de contratos individuales, la necesidad de eliminar la subjetividad se vuelve crítica.
El precedente: éxito en otras ligas y deportes
La experiencia en otros deportes respalda esta clase de experimentos. En el tenis profesional, nadie se atrevería hoy día a cuestionar una llamada del Hawk-Eye; su precisión ha hecho que los tenistas acepten sin protestas las decisiones tecnológicas desde hace más de una década.
En el béisbol mismo, el sistema de bolas y strikes automatizado (ABS) ya ha sido probado en ligas menores, y según datos de AP MLB, en la primavera de 2024 hubo 52.2% de éxito en desafíos a bolas y strikes por parte de los equipos. No es perfecto, pero representa una significativa mejora con respecto a la percepción subjetiva de los árbitros tradicionales.
Reacciones mixtas entre jugadores y fanáticos
Como ocurre con cada innovación, no todos están a favor. Algunos jugadores veteranos y puristas del deporte insisten en que el elemento humano es una parte esencial del béisbol y que las fallas arbitrales forman parte del folclore del juego.
Pero las nuevas generaciones, influenciadas por disciplinas como los eSports y el consumo estadístico y visual de los deportes, exigen precisión, transparencia y eficiencia. Jugadores jóvenes como Elly De La Cruz o TJ Friedl han sido defensores del uso de tecnología en otros aspectos y representan el cambio generacional que podría empujar a la liga hacia una integración del arbitraje digital.
¿Y qué pasa con los árbitros?
El cambio no implica necesariamente que los árbitros desaparecerán. Más bien, implica una evolución de sus roles. Pasarán de ser la única autoridad a una figura que interactúa con una herramienta tecnológica. Así como hoy los árbitros consultan video para jugadas difíciles, consultarán profundidad de swing mediante Hawk-Eye.
Muchos árbitros jóvenes ya están siendo entrenados con estas herramientas. Se trata de un proceso de modernización que podría incluso hacer más atractivo el arbitraje profesional, al ofrecer asistencia tecnológica que reduzca los errores y, por ende, la presión pública.
Implicaciones a futuro: 2026 en el horizonte
El Comisionado de la MLB, Rob Manfred, ya adelantó que el posible uso del sistema en temporada regular podría llegar en 2026. Aunque no garantizó su implementación, el hecho de que se haya mencionado públicamente esa fecha demuestra que es una meta concreta.
Este no será el único frente: también se habla de evaluar sistemas automatizados para otras decisiones complejas como el strike automático por reloj de pitcheo, o el reconocimiento facial para sustituciones y rotaciones de bateadores.
Un paso audaz hacia una nueva era
La introducción progresiva del sistema Hawk-Eye en el béisbol profesional representa mucho más que una simple innovación tecnológica. Es el inicio de una nueva era donde la precisión y la objetividad reemplazan a la intuición.
¿Veremos juegos de playoff decididos por una imagen congelada en pantalla de un bate cruzando una línea virtual? Posiblemente. Pero también veremos un juego más justo, con decisiones más claras, y una responsabilidad compartida entre tecnología y autoridad humana.
El béisbol está evolucionando, y con él, una nueva forma de vivir, narrar y disfrutar el deporte. El futuro ha comenzado… y este swing sí cuenta.