El poder al bate de los Angels: ¿resurrección o espejismo?
Con una histórica racha jonronera, Los Angeles Angels recuperan terreno y encienden la ilusión de sus fanáticos en plena temporada
Una noche explosiva en West Sacramento
El béisbol es un deporte de momentos. Y en estos días, los Los Angeles Angels están viviendo uno tan luminoso como un batazo de 470 pies. En la noche del miércoles, los Angels lograron su sexta victoria consecutiva, su mejor racha de la temporada, al vencer 10-5 a los Athletics de Oakland en el Sutter Health Park, un estadio que, por estos días, sirve como hogar temporal de los A's.
La figura indiscutible fue el receptor Logan O'Hoppe, quien conectó dos cuadrangulares y remolcó tres carreras. Pero no estuvo solo: Jo Adell, Zach Neto e incluso los veteranos Jorge Soler y Taylor Ward desplegaron su poder ofensivo con múltiples extrabases.
En total, los Angels conectaron cuatro jonrones en el juego y suman ya 15 en los últimos seis encuentros, extendiendo a 11 su racha de juegos consecutivos bateando al menos un cuadrangular, la más larga actualmente en Grandes Ligas.
¿Quién necesita un estadio nuevo cuando tienes una alineación así?
Desde la salida del lesionado estrella Mike Trout y la pérdida de Shohei Ohtani en la agencia libre, muchos daban por muerto al conjunto angelino. Sin embargo, este renacer ofensivo, liderado por jóvenes talentosos como O’Hoppe, Adell y Neto, podría significar que los Angels aún tienen algo que decir en esta temporada 2025.
La victoria del miércoles fue todo un festival:
- Logan O’Hoppe: Dos jonrones, incluyendo un monstruoso batazo de 470 pies.
- Zach Neto: Jonrón de dos carreras que quebró el empate en la tercera entrada.
- Jo Adell: Sexto jonrón de la temporada, inmediatamente después del segundo de O’Hoppe.
- Jorge Soler: Tres hits, incluyendo dos dobles y dos empujadas.
- Taylor Ward: Tres hits con triple y doble.
Una noche negra para los Athletics
Mientras los Angels celebraban, los Athletics caían en una racha de ocho derrotas consecutivas. Durante este lapso, han sido superados 62-21, una diferencia que muestra claramente el colapso de su pitcheo y la falta de oportunidad con corredores en base.
El abridor JP Sears fue castigado con cuatro jonrones, la mayor cantidad permitida en su carrera, y el equipo dejó a 13 corredores en base, un símbolo de su incapacidad de capitalizar jugadas clave.
A pesar del mal momento, algunos nombres mostraron chispazos:
- Nick Kurtz: Dos jonrones, sumando cuatro en dos días.
- Lawrence Butler: Séptimo jonrón del año, un cañonazo de tres carreras.
- Max Schuemann y Tyler Soderstrom: Tres hits cada uno.
Estadísticas que sorprenden
Lo que estamos viendo no es simplemente una buena semana para los Angels, sino una explosión ofensiva histórica a nivel de organización en tiempos recientes. Aquí algunos datos llamativos:
- 15 jonrones en 6 juegos: Promedio de 2.5 por juego, una marca impensable con roster diezmado por lesiones.
- 11 partidos consecutivos con HR: La racha activa más larga en la MLB.
- O’Hoppe llegó a 13 HR en la temporada, colocándose entre los mejores receptores ofensivos del 2025.
¿Es sostenible este auge?
La gran pregunta es si los Angels podrán mantener esta potencia ofensiva o si se trata de un espejismo momentáneo. Históricamente, el béisbol es un deporte de promedios, y rachas así suelen nivelarse con el tiempo. Sin embargo, el contexto ofrece argumentos para que la ilusión tenga fundamentos.
Por un lado, la ofensiva ha sido más distribuida que en otras temporadas, donde todo recaía en Ohtani y Trout. Esto alivia la presión y permite continuidad ofensiva. Además, los jóvenes vienen tomando confianza y desempeñan un papel determinante.
El manager Ron Washington —sí, el veterano ex de Texas— ha sido clave inculcando una cultura ofensiva agresiva, pero efectiva. En sus propias palabras tras el juego:
“Nuestros jóvenes no le tienen miedo al momento. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y eso se contagia.”
El otro lado de la moneda: El caso perdido de Oakland
Si los Angeles son los héroes de esta historia, los A’s se están convirtiendo tristemente en los villanos tristes del guion. Oakland atraviesa una de sus peores rachas de los últimos años, y no es solo por los resultados.
Con su relocalización aún indefinida, un estadio temporal en Sacramento y una afición completamente desconectada emocionalmente del equipo, los jugadores enfrentan un clima deportivo y psicológico desolador. La directiva ha reconocido que 2025 es un año de “reconstrucción”, pero dentro del vestuario, eso sabe poco a los jugadores que saltan al diamante cada noche sabiendo que hay poco apoyo o dirección clara.
Panorama de los próximos días
La serie entre Angels y Athletics concluye el jueves, con un duelo monticular entre Tyler Anderson (2-1, 3.04 ERA) por los Angels y Luis Severino (1-4, 4.22 ERA) por los A’s. Los de Anaheim buscarán extender su racha a siete encuentros ganados, mientras Oakland intentará cortar la hemorragia.
Por ahora, Angelinos y fanáticos tienen motivos para soñar. Su equipo ha encendido los bates, jóvenes figuras se están consolidando, y de la nada, ha surgido un colectivo que está devolviendo esperanza a la afición del sur de California.
Como lo resumió el ovacionado O’Hoppe tras la victoria:
“Estamos jugando con el corazón. Cuando ves a todos conectados, solo quieres salir y dar tu mejor juego.”
¿Una historia de redención?
La historia de 2025 aún está por escribirse, pero si los Angels continúan encendidos como ahora, podríamos estar presenciando el inicio de una de las narrativas más cautivadoras de la temporada de Grandes Ligas: un equipo desahuciado que vuelve a tener alma, bate y sueños.