El renacimiento canadiense en la NBA: Shai Gilgeous-Alexander, Evan Mobley y Tyrese Haliburton lideran una nueva era
Una mirada al dominio emergente de jugadores jóvenes que están redefiniendo el presente de la NBA, con Canadá como protagonista inesperado
Una temporada para la historia
La temporada 2024-2025 de la NBA será recordada como un punto de inflexión en varios frentes. Más allá de los récords y los títulos colectivos, ha sido una campaña marcada por la consolidación de jóvenes talentos que están escribiendo su propio legado. Y no es coincidencia que muchos de esos nombres provengan de una fuente algo inesperada: Canadá.
Shai Gilgeous-Alexander: el MVP que soñaba con ser Nash
Con solo 25 años, Shai Gilgeous-Alexander dio el salto definitivo al estrellato tras una temporada majestuosa que lo coronó como MVP de la NBA. El base de Oklahoma City Thunder se adueñó del galardón tras obtener 71 de los 100 votos al primer lugar, y lideró a su equipo a un récord avasallante de 68-14 en temporada regular, el mejor de toda la competición.
Shai no solo sumó estadísticas impresionantes —fue líder anotador de la liga— sino que también inspiró a toda una nación. Su consagración emula la gesta de otro canadiense ilustre: Steve Nash, MVP en 2005 y 2006. La emoción fue doble cuando Gilgeous-Alexander lo mencionó en su discurso de aceptación:
“Sin ver a tipos como Nash llegando a la NBA, no hubiera sido tan realista para mí soñar con esto.”
Nash, por su parte, declaró que ver a Shai triunfar “le llena el corazón de orgullo” y que “es, probablemente, mi jugador favorito para ver en este momento”.
Vital para Canadá: del MVP al podio mundial
El impacto de Shai no se limita al parqué de la NBA. En 2023 fue clave para que Canadá se llevara la medalla de bronce en la Copa Mundial FIBA, clasificando además a los Juegos Olímpicos de París 2024. Con los Juegos de Los Ángeles 2028 en el horizonte, el dominio canadiense parece lejos de acabarse.
Esta temporada, 25 jugadores nacidos en Canadá anotaron en la NBA. De ellos, siete superaron los 1,000 puntos, destacando nombres como Jamal Murray, RJ Barrett y Bennedict Mathurin. Ningún otro país, salvo EE. UU., iguala esta cifra.
Evan Mobley: gigante en defensa
Si bien Mobley nació en Estados Unidos, su protagonismo esta temporada ha sido monumental dentro de la narrativa de nuevas caras dominantes. El ala-pívot de los Cleveland Cavaliers fue escogido como el Jugador Defensivo del Año, y recibió 99 votos al primer equipo All-Defensive de los 100 posibles, estableciendo así su supremacía como el defensor más respetado de la liga.
Mobley lidera un quinteto defensivo estelar junto a Dyson Daniels (Atlanta), Luguentz Dort (Oklahoma City), Draymond Green (Golden State) y Amen Thompson (Houston). Todos ellos parecen representar la nueva escuela defensiva: atléticos, versátiles, con capacidad de defender múltiples posiciones.
Pero Mobley, con su 2.11 m de altura y lectura de juego digna de veterano, se ha consolidado como un ancla defensiva que recuerda a los mejores años de Tim Duncan o Kevin Garnett.
Tyrese Haliburton: el nuevo hombre clutch
Si había ya emoción con Shai y Mobley, el surgimiento espectacular de Tyrese Haliburton en los tiempos decisivos ha aportado otra narrativa electrizante. El base de los Indiana Pacers ha protagonizado una serie de remontadas tan absurdas como heroicas en esta postemporada, evocando hazañas que parecían imposibles.
En tres partidos diferentes, Haliburton lideró regresos en los que su equipo estaba prácticamente vencido. Entre ellos destaca el Game 1 de la final de la Conferencia Este contra los Knicks, donde los Pacers remontaron una desventaja de 14 puntos en los últimos 2:45 minutos. Haliburton clavó un tiro casi milagroso al final del tiempo reglamentario y celebró con el famoso gesto de “ahogo” de Reggie Miller, desatando una ola de nostalgia en Indiana.
Desde 1997-98, equipos que ganaban por 14 puntos con 2:45 restantes en playoffs tenían récord de 994-0... hasta que Haliburton lo cambió.
El heredero de Reggie Miller
Los paralelismos con Miller no son gratuitos. El legendario escolta anotó 8 puntos en 9 segundos contra los Knicks en 1995, y ahora Haliburton quiere escribir su propia crónica. En menos de un mes, el joven ha liderado tres victorias improbables tras estar en desventaja de al menos siete puntos en el último minuto.
Según datos de la NBA, antes de Haliburton, eso solo había ocurrido 1 vez en 1,706 partidos de playoffs. Hoy, Tres de esas hazañas le pertenecen.
La nueva élite: de promesas a protagonistas
Si sumamos a estos tres nombres con otros premiados esta temporada —como Stephon Castle (novato del año), Jalen Brunson (jugador más clutch), o Payton Pritchard (sexto hombre del año)— vemos un panorama cambiante en la liga.
- MVP: Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City)
- Jugador Defensivo: Evan Mobley (Cleveland)
- Jugador más mejorado: Dyson Daniels (Atlanta)
- Novato del año: Stephon Castle (San Antonio)
- Jugador clutch: Jalen Brunson (New York)
- Sexto hombre: Payton Pritchard (Boston)
No menos destacables fueron otros reconocimientos como el de Jrue Holiday (deportividad y justicia social) o Draymond Green (premio al esfuerzo y garra), que completan un mosaico de talentos diversos.
Canadá: de promesa a potencia
Lejos quedan los días en que Canadá apenas contaba con Steve Nash como referente. Hoy es una cantera fértil que se impone en las élites de la liga. Con jugadores cada vez más preparados, más mediáticos y más consistentes, el mapa global de la NBA se reconfigura.
Queda claro que el futuro —y el ahora— de la NBA tiene un nuevo nombre compartido entre algunos de sus talentos más brillantes: Canadá.