Scot Pollard y el latido de un legado: una historia de donación de órganos, redención y esperanza

El exjugador de la NBA fue salvado por un corazón donado y ahora dedica su vida a promover la donación de órganos. Su historia conmovió al mundo durante el Indy 500.

Scot Pollard, excentro de la NBA y campeón con los Boston Celtics en 2008, vivió un momento de profunda emoción cuando escuchó el latido del corazón que ahora habita en su pecho. El órgano pertenece a Casey Angell, cuya familia decidió donar tras su fallecimiento por una enfermedad respiratoria. Este conmovedor encuentro formó parte de un documental que busca aumentar la conciencia sobre la donación de órganos.

Del estrellato al borde de la muerte

A sus 6 pies y 11 pulgadas (2,11 m) y más de 118 kilos, Pollard fue una presencia dominante en la cancha durante once temporadas en la NBA, jugando para equipos como los Sacramento Kings, Indiana Pacers y los Boston Celtics. Pero tras retirarse, fue diagnosticado con una condición cardíaca genética exacerbada por un virus que debilitó su corazón hasta dejarlo a las puertas de la muerte.

Para 2024, su estado fue tan crítico que caminar una cuadra ya le resultaba imposible sin detenerse a descansar. Su tamaño dificultaba aún más la búsqueda de un donante compatible. “Un corazón estándar simplemente no podía con mi cuerpo”, explicó durante la International Society for Heart and Lung Transplantation, donde luego recibió una ovación de pie por parte de médicos y especialistas de todo el mundo.

La donación que cambió todo

A cientos de kilómetros, en el este de Texas, Casey Angell estaba hospitalizado con neumonía. La familia tomó una valiente decisión: donar sus órganos. Casey, quien en vida era conocido por su disposición a ayudar, entregó no sólo su corazón sino también sus córneas y riñones: “Siempre fue un tipo entrometido, en el mejor sentido. Quería saber de todos y ayudar a todos”, recordó su hermana Megan Tyra.

Pollard, sin conocer el origen del órgano, escribió una carta de agradecimiento a la familia del donante. Contra todo pronóstico, la familia Angell respondió, abriendo la puerta a una emotiva conexión que no sólo salvó físicamente a Scot, sino que también lo ayudó emocionalmente: “Me salvaron dos veces”, declaró con lágrimas.

Un encuentro que conmovió a todos

En marzo de 2025, ambas familias se conocieron en Texas. Megan Tyra, Pam (la esposa de Casey), su hijo William de 13 años, y otros miembros de la familia recibieron a Pollard, su esposa Dawn y sus hijos. Las cámaras grabaron el encuentro para un documental, y el momento más poderoso llegó cuando Megan escuchó el corazón de su hermano latir dentro del cuerpo de Scot.

“Se echó a llorar. Dijo ‘Hola, Bubba’, que era como le decía a su hermano. Y todos colapsamos. Nunca había llorado tanto”, confesó Pollard.

La lucha contra la culpa del sobreviviente

Superado por la emoción y el peso de este regalo de vida, Pollard ha confesado sufrir de lo que se conoce como culpa del sobreviviente. “Hay días en los que me levantaba preguntándome si merecía esto. Pero conocer a Casey, saber quién era, lo que representaba, me ayudó a empezar mi sanación.”

Consciente de la responsabilidad que implica cargar el legado de una vida perdida, Pollard ha asumido una nueva tarea: impulsar la concientización sobre la donación de órganos.

Embajador del Indy 500 y de un mensaje de vida

Pollard fue nombrado Gran Mariscal del Indy 500 Festival Parade en Indianápolis, donde desfiló junto a la familia Angell. El domingo, vio la icónica carrera en una suite del estadio junto a sus nuevos familiares. “No estamos aquí por los autos”, dijo Megan. “Estamos aquí para honrar a Casey, para honrar la vida que él ayudó a salvar”.

Pollard también fue invitado a hablar en universidades y congresos, además de recibir una ovación en un partido de playoffs de los Celtics. Su mensaje fue claro: “Cada donante es un superhéroe. Todos podemos serlo.”

La necesidad urgente de donantes

Según datos de organdonor.gov, más de 100,000 personas en Estados Unidos esperan un trasplante de órgano, y 17 mueren cada día esperando uno. La donación de órganos aún enfrenta resistencia por desinformación, temor o negligencia. Pollard espera que su historia abarque estos miedos y empuje a más personas a convertirse en donantes registrados.

  • Cada donante puede salvar hasta 8 vidas con órganos como corazón, riñones, pulmones, hígado, páncreas e intestinos.
  • Más de 85% de trasplantes exitosos en EE.UU. provienen de donantes fallecidos.
  • Un tejido como córneas o piel puede beneficiar la vida de más de 75 personas.

De la fama a la redención

La historia de Scot Pollard demuestra que incluso las figuras del deporte no están exentas de dolor, enfermedad y sufrimiento. Pero también son capaces de liderar con el ejemplo, trascendiendo su rol de celebridades para convertirse en agentes de cambio. Desde el parqué de la NBA al quirófano, Pollard ha completado un viaje de redención, impulsado por el latido constante del corazón de un hombre que aún vive, a través de él.

“No se trata de mí, se trata de Casey”, repite Pollard. “Estoy aquí gracias a él. Todo lo que hago en adelante debe honrar su vida”.

¿Cómo convertirse en donante?

La mayoría de los estados en EE.UU. permiten registrar la preferencia como donante en la misma licencia de conducir. También es posible registrarse en línea a través de sitios como RegisterMe.org.

En América Latina, donde las tasas de donación varían ampliamente entre países, también es importante romper tabúes y hablar en familia sobre el deseo de donar. Instituciones como el INCUCAI en Argentina o el CENATRA en México trabajan activamente para aumentar las tasas de donación.

La historia de Casey y Scot abre la puerta a la empatía, la acción y a la posibilidad de crear una cultura donde donar sea un acto natural de solidaridad humana.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press