Christophe Clement, el caballero que conquistó la hípica estadounidense con elegancia y pasión

El reconocido entrenador de Tonalist y Gio Ponti fallece a los 59 años tras una valiente lucha contra el cáncer, dejando un legado imborrable en las pistas de carreras

Christophe Clement, uno de los entrenadores de caballos más respetados de las últimas décadas en Estados Unidos, falleció a los 59 años tras perder su batalla contra un melanoma uveal metastásico, una rara y agresiva forma de cáncer ocular. Su muerte, anunciada en un emotivo comunicado redactado por él mismo y compartido a través de sus redes sociales, ha generado una ola de tributos en la comunidad hípica internacional.

Una partida con dignidad: "Si estás leyendo esto, no vencí al cáncer"

El comunicado publicado en la cuenta oficial de su cuadra en X (antes Twitter), es un ejemplo del temple y elegancia con la que Clement vivió su vida: "Lamentablemente, si estás leyendo esto, significa que no logré vencer al cáncer". Con estas palabras, Clement se despidió del mundo de la misma forma en que lo vivió: con franqueza, serenidad y amor por lo que hacía.

Según la Melanoma Research Alliance, el melanoma uveal representa solo el 5% de todos los melanomas pero puede propagarse en hasta el 50% de los casos, lo que lo convierte en una amenaza silenciosa y difícil de combatir.

Desde París a Belmont Park: una carrera de más de tres décadas

Nacido en París en una familia de tradición hípica, Christophe Clement fue discípulo de su padre, Miguel Clement, uno de los entrenadores más respetados de Francia. Más tarde, se formó con la reconocida familia Head y luego se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó con el miembro del Salón de la Fama, Shug McGaughey.

En 1991, Christophe dio el gran salto y comenzó su carrera independiente como entrenador en EE.UU. Ganó en su primer intento en Belmont Park, señal inequívoca de lo que estaba por venir.

2.576 victorias y un compromiso absoluto con la integridad

En sus más de 30 años como entrenador, acumuló nada menos que 2.576 victorias y más de $184 millones en ganancias por premios, según Equibase. Pero más allá de los logros, Clement enfatizaba que su mayor orgullo era haber trabajado siempre con integridad, poniendo a los caballos por delante de todo.

Dave O’Rouke, presidente y CEO de la Asociación de Carreras de Nueva York (NYRA), lo resumió así: "Más allá de sus logros como entrenador, Christophe Clement fue un hombre amable y generoso que dejó una huella imborrable en el tejido de las carreras de Nueva York".

Tonalist, el caballo que arruinó el sueño de la Triple Corona

Uno de los momentos más recordados de su carrera fue en 2014 cuando su caballo Tonalist ganó el Belmont Stakes, impidiendo que el popular California Chrome lograra la ansiada Triple Corona.

Tonalist no había corrido ni el Derby de Kentucky ni el Preakness, hecho que provocó fuertes reacciones. Steve Coburn, copropietario de California Chrome, criticó duramente la situación al declarar que quienes sólo corrían en Belmont tomaban "el camino del cobarde". Más tarde, se disculpó y felicitó a Clement y su equipo.

Su otra joya: Gio Ponti, el campeón del césped

Otra estrella del establo de Clement fue Gio Ponti, que ganó dos premios Eclipse como mejor caballo de césped en 2009 y 2010. También fue recordado por su segundo puesto contra la yegua Zenyatta en la Breeders’ Cup Classic de 2009.

Gio Ponti se convirtió en un símbolo de la excelencia de Clement en preparar caballos especializados en césped, una de sus grandes fortalezas.

La consagración en la Breeders' Cup

En 2021, Christophe Clement consiguió su única victoria en la Breeders’ Cup con la sorprendente Pizza Bianca en la prueba Juvenile Fillies Turf. Propiedad del reconocido chef Bobby Flay, la victoria fue un punto culminante emocionante en una carrera ya espectacular.

A lo largo de su trayectoria, acumuló además siete segundos puestos y seis terceros en las diferentes carreras de la Breeders’ Cup. La consistencia fue una marca registrada de su entrenamiento.

Su legado: familia, amor por los caballos y profesionalismo

Christophe deja un legado que ahora será llevado adelante por su hijo Miguel Clement, quien fue su asistente de toda la vida. En el mensaje final de despedida, Clement aseguró: "Estoy muy orgulloso de que durante más de 30 años en esta industria, hayamos trabajado cada día con la mayor integridad posible, siempre priorizando el bienestar de nuestros caballos".

Está además sobrevivido por su esposa Valerie, su hija Charlotte Clement Collins, su nuera Acacia Clement, su yerno Shaun Collins y su nieto Hugo Collins. Todos ellos compartieron con él su última etapa de vida en un entorno rodeado de amor y aprecio por la nobleza del deporte ecuestre.

La Asociación Nacional de Hípica Protectora de los Jinetes expresó en palabras de Eric Hamelback: "Fue el amor genuino de Christophe por los caballos lo que realmente lo distinguió. Era un profesional consumado, con una actitud siempre positiva, amable y cortés".

Una despedida a la altura de un gigante de la hípica

"Reflexionando sobre mi trayectoria, me doy cuenta de que nunca trabajé un solo día en mi vida. Cada mañana me despertaba para hacer lo que más amaba, rodeado de tanto amor...", fue otra de las frases que definieron su despedida, un mensaje profundo que hoy resuena como epitafio para una vida vivida con identidad, clase y significado.

En tiempos donde las carreras muchas veces se ven opacadas por escándalos y presiones económicas, la figura de Christophe Clement se alza como una luminaria de integridad. Su nombre vivirá no solo entre ganadores y trofeos, sino también en el ejemplo que deja a una nueva generación de entrenadores, aficionados y cuidadores.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press