Reese McGuire: De la incertidumbre a la gloria con los Cubs
El receptor vivió el juego de su vida con dos jonrones tras semanas de incertidumbre y un regreso inesperado a las Grandes Ligas
CHICAGO — En un deporte donde la constancia, la disciplina y la paciencia se verifican todos los días, pocos regresos son tan cinematográficos como el que protagonizó Reese McGuire con los Chicago Cubs. El receptor, que pasó semanas esperando una oportunidad en las ligas menores, fue llamado de urgencia y respondió con una actuación histórica al conectar dos cuadrangulares en la victoria 11-8 sobre los Cincinnati Reds.
El momento inesperado
Reese McGuire no sabía que iba a ser titular hasta 90 minutos antes del juego. Originalmente, Carson Kelly iba a estar detrás del plato, pero fue descartado debido a una enfermedad. McGuire, que se encontraba realizando una rutina habitual cuando recibió la noticia, pasó rápidamente de ser una pieza de respaldo a ser protagonista central del encuentro.
“Me avisaron mientras estaba atrapando en una sesión de bullpen. Entré y comencé mi rutina normal para prepararme”, explicó McGuire. El receptor había sido promovido a la plantilla principal después de que Miguel Amaya fuera colocado en la lista de lesionados por una distensión en el oblicuo izquierdo.
Récord personal y hazaña histórica
No sólo fue su primer juego con los Cubs, sino que fue el mejor de su carrera hasta el momento. McGuire conectó dos jonrones: uno tempranero en la segunda entrada, que acortó la ventaja de los Reds, y uno crucial en la octava que empató el partido 8-8.
Con esta hazaña, McGuire se convirtió en el tercer jugador en la historia de los Cubs en tener un juego de dos jonrones en su debut con el equipo, uniéndose a Jim Marshall (1958) y Earl Webb (1927).
“Este juego puede ponerte a prueba de una forma brutal”, dijo McGuire. “Trabajé muy duro para volver aquí, estoy agradecido por la oportunidad. Fue un juego muy divertido”.
Un camino lleno de obstáculos
McGuire no ha tenido un camino fácil en las Grandes Ligas. Hizo su debut con los Toronto Blue Jays en 2018, pero desde entonces ha pasado por varios equipos: los Chicago White Sox, los Boston Red Sox y ahora los Chicago Cubs. Fue liberado el 16 de mayo y volvió a firmar un contrato de ligas menores con los Cubs poco después. Su carrera parecía estar en una encrucijada.
En Triple-A con el Iowa Cubs, tuvo buenos números: promedio de bateo de .280, con tres jonrones y 19 carreras impulsadas en 22 juegos. Pero ser llamado al primer equipo no era garantía. Hasta que los imprevistos abrieron una puerta y McGuire cruzó con fuerza.
Impacto inmediato en el equipo
El manager Craig Counsell comentó que, antes del partido, Carson Kelly era quien se esperaba que asumiera la mayoría de los encuentros como receptor titular. Sin embargo, el desempeño de McGuire podría cambiar esa planificación.
“En la situación de Reese, tal vez sentía que algo se le escapaba de las manos y le pedían que siguiera adelante sin ninguna promesa de oportunidad. Y luego, probablemente cuando menos lo espera, tiene el juego de su vida”, explicó Counsell. “Eso es lo que hace que estos jugadores tengan que seguir luchando, porque nunca sabes cuándo llega ese día”.
McGuire puede tener ahora más tiempo de juego, especialmente con la llegada de una intensa racha de 26 partidos en 27 días a partir del 3 de junio.
Un ejemplo de perseverancia
Esta historia no solo representa un éxito deportivo, sino también un testimonio de perseverancia, humildad y preparación. Mientras muchos podrían haberse rendido o conformado con su rol en ligas menores, McGuire mantuvo la mentalidad correcta y esperó su turno.
“Sabíamos desde el entrenamiento de primavera que Reese iba a ser un contribuidor”, dijo el lanzador de los Cubs, Ben Brown. “Sólo por la forma en que controla el juego, cómo se comunica con los pitchers y cómo puede batear. Lamentablemente, fue por una lesión, pero él es un buen receptor”.
La batalla interna del receptor
Ser receptor en las Grandes Ligas es tener una doble responsabilidad: manejar el juego desde la defensa y también producir al bate. McGuire demostró que puede hacer ambas cosas. No sólo fue clave con el madero, sino que también ayudó a estabilizar un juego que tuvo múltiples giros y complicaciones.
Además, durante la quinta entrada, colaboró capturando lanzamientos difíciles y guiando a los pitchers efectivamente contra una ofensiva de Cincinnati que venía encendida.
Una victoria crucial para los Cubs
Gracias a McGuire, los Cubs lograron su cuarta serie consecutiva ganada y se mantienen en la cima de la División Central de la Liga Nacional, con dos partidos de ventaja sobre los St. Louis Cardinals.
Más allá del juego
Este tipo de historias nos recuerdan por qué el béisbol es un deporte tan humano. Un jugador olvidado por muchos puede, en un instante, convertirse en el protagonista principal. Para quienes dicen que el béisbol es lento: basta una tarde como la del domingo para cambiar una carrera entera.
McGuire no sabe cuánto durará su estadía con el equipo principal. Pero lo importante es lo que ya logró: un juego inolvidable, con dos jonrones que revivieron al equipo y cambiaron el rumbo del partido.
Y como él mismo dijo tras la victoria: “Fue un juego muy divertido”.