¿Son las machetes las nuevas armas urbanas? Victoria, Australia, responde con una prohibición total
Una pelea entre pandillas en Melbourne reactiva el debate sobre la tenencia de armas blancas: ¿puede una ley frenar la violencia juvenil?
Un domingo de caos en un centro comercial de Melbourne
La tarde del domingo 25 de mayo de 2025 no será fácil de olvidar en Melbourne. Una pelea entre pandillas juveniles armadas con machetes conmocionó a los consumidores de un centro comercial suburbano. Ocho jóvenes enfrentados, todos ellos blandiendo armas largas y afiladas. El resultado: un joven de 20 años gravemente herido, y cuatro arrestos que pusieron en evidencia un problema creciente y preocupante en Australia: el aumento de los delitos con cuchillos entre los adolescentes.
El incidente fue el punto de inflexión. La primera ministra del estado de Victoria, Jacinta Allan, anunció al día siguiente una radical e inmediata prohibición total en la venta de machetes en todo el territorio estatal. La medida, que entra en vigor apenas 72 horas después del suceso, pretende evitar nuevas tragedias y dar una fuerte señal política.
Una ley urgente y sin precedentes en Australia
Victoria se convierte así en el primer y único estado australiano en implementar una prohibición absoluta de la venta de machetes, los cuales pasarán a considerarse armas controladas. El decreto amparado en poderes del consumidor, establece sanciones penales por la posesión sin justificación de machetes, con penas de hasta dos años de prisión y multas que superan los 47,000 dólares australianos (aproximadamente $30,700 USD).
“Introduciré las leyes que sean necesarias para sacar estos cuchillos peligrosos de las calles”, dijo la primera ministra Allan en una declaración determinante ante medios locales.
¿Qué se considera un machete?
La legislación define al machete como cualquier cuchillo con una hoja de más de 20 centímetros. Quedan excluidos los cuchillos de cocina y herramientas agrícolas, siempre y cuando su uso esté debidamente justificado. La posesión no autorizada pasará a ser considerada delito a partir del 1 de septiembre, cuando termine un periodo de amnistía de tres meses durante el cual se podrán entregar estos objetos en comisarías u otros puntos oficiales sin repercusiones.
Violencia juvenil y pandillas: un fenómeno en ascenso
Las luchas entre pandillas en Australia, aunque no tan frecuentes como en países como Estados Unidos o partes de Europa, han ido en aumento. De acuerdo con datos de la Oficina de Estadísticas Criminales de Victoria, los delitos violentos con cuchillo cometidos por menores han crecido un 24% entre 2020 y 2024. Las redes sociales, la glorificación de la violencia y la falta de contención familiar y comunitaria se mencionan como algunos de los principales factores detrás de este fenómeno.
Al menos cuatro de los participantes en la pelea del domingo eran miembros conocidos de pandillas juveniles, según confirmó la policía. Dos adolescentes, de 15 y 16 años, fueron detenidos en el lugar y acusados formalmente. Otros dos sospechosos, de 18 y 20 años, fueron arrestados al día siguiente y quedaron en libertad bajo fianza a la espera de juicio.
Prohibiciones en otros países: ¿sirven de ejemplo?
La estrategia de Victoria no está aislada. Desde septiembre de 2023, Inglaterra y Gales prohibieron la tenencia de machetes y otras armas blancas. Sin embargo, el impacto de estas leyes ha sido motivo de debate. Aunque las estadísticas iniciales mostraron una reducción de crímenes con cuchillos, los analistas sostienen que muchas juventudes desplazaron las agresiones a otras armas o medios.
Según un reporte gubernamental británico, las detenciones por tenencia de armas blancas cayeron un 7% en 2023 luego de la entrada en vigor de las nuevas restricciones, pero aumentaron los casos donde jóvenes recurren a armas improvisadas como bates, botellas rotas o incluso fuego.
¿Puede una ley frenar un problema cultural?
La movida legislativa de Victoria es, sin duda, valiente. Pero como todo abordaje reactivo, plantea preguntas sobre su sostenibilidad y efectividad. ¿Se puede limitar el acceso a armas peligrosas sin atacar las causas estructurales que llevan a los jóvenes a usarlas?
Organizaciones comunitarias como Youth Support + Advocacy Service (YSAS), con amplia experiencia en trabajo con pandillas y jóvenes en riesgo en Melbourne, destacan que la represión sin prevención no soluciona el problema. “Muchos de estos chicos provienen de ambientes fracturados, con padres ausentes, violencia doméstica o falta de oportunidades.”, afirmó uno de sus voceros.
Educación, inclusión y contención: un enfoque integral
Expertos en criminología recomiendan complementar las nuevas restricciones con políticas de inclusión social más agresivas. Programas de empleo juvenil, contención psicológica gratuita y educación temprana en resolución de conflictos. Algunos incluso piden llevar el debate a la currícula escolar, educando desde primaria sobre los peligros del crimen organizado, el bullying y el uso de armas.
En este sentido, Victoria podría tomar ejemplo de iniciativas exitosas en ciudades como Glasgow, Escocia, que redujo un 50% los ataques con cuchillo entre los años 2005 y 2015 gracias a un programa integral llamado Violence Reduction Unit, que abordó el problema como un tema de salud pública en lugar de meramente criminal.
¿Pueden los machetes desaparecer realmente de las calles?
El principal desafío será la implementación efectiva. Las armas blancas son fáciles de esconder, adquirir de manera informal o incluso fabricar de forma casera. Además, su uso como herramienta en zonas rurales dificulta una vigilancia total. Si bien la prohibición envía un mensaje claro y puede funcionar en ambientes urbanos, se necesitarán mecanismos de control, campañas de concientización y trabajo conjunto con la sociedad civil para que funcione.
Una Australia que ha dicho NO a las armas de fuego
Australia tiene un precedente poderoso: luego de la masacre de Port Arthur en 1996, el país implementó una de las legislaciones más restrictivas del mundo sobre armas de fuego. En menos de un año, mediante un programa de recompra masiva, retiraron más de 650,000 armas de circulación. Esta medida es citada como una de las más efectivas del planeta en cuanto a disminución de tiroteos masivos.
Ahora, el gobierno de Victoria aspira a replicar ese éxito, pero esta vez con los cuchillos —específicamente machetes— como objetivo.
Una oportunidad para liderar
Victoria podría convertirse en el referente nacional que impulse una política federal coordinada. Si los índices de violencia bajan y se demuestra que la ley es efectiva, es probable que otros estados australianos como New South Wales o Queensland estudien medidas similares.
De momento, se espera que la comunidad y los medios sigan de cerca los efectos inmediatos de la prohibición. La lucha contra la violencia juvenil es un desafío complejo, pero el primer paso —decidir no normalizar armas en manos de adolescentes— ya ha sido dado.
¿Qué opinas tú?
¿Crees que las prohibiciones como la de Victoria son efectivas a largo plazo? ¿O deberían los gobiernos enfocar sus esfuerzos en políticas preventivas e inclusivas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!