Atléticos y Rays: los equipos ‘grandes’ que juegan como chicos

Un análisis del difícil presente de dos equipos de Grandes Ligas que disputan su temporada en estadios de ligas menores

Estadios menores, problemas mayores

La temporada 2025 de las Grandes Ligas de Béisbol nos está dejando muchas sorpresas, pero quizás ninguna tan desconcertante como la situación de los Oakland Athletics y los Tampa Bay Rays, dos franquicias históricas que hoy están pagando muy caro las circunstancias que los llevaron a jugar sus partidos de local en estadios de ligas menores.

Los A’s, tras su polémica salida de Oakland, se encuentran provisionalmente en el Sutter Health Park de West Sacramento, hogar habitual del equipo triple A, Sacramento River Cats. Por su parte, los Rays tuvieron que abandonar temporalmente el vetusto Tropicana Field, dañado por el huracán Milton, y ahora disputan sus encuentros como locales en el George M. Steinbrenner Field, centro de entrenamiento primaveral de los Yankees en Tampa.

Una paradoja estadística: mejor fuera de casa

La gran paradoja de esta historia es que tanto los A’s como los Rays rinden mejor como visitantes. Hasta el momento, los Athletics tienen un respetable récord de 14-12 en la carretera, pero exhiben un lamentable 9-19 como locales. Por su parte, los Rays están 16-18 en casa (a pesar de jugar más allí), mientras que tienen un 10-8 fuera de Tampa.

Esta estadística convierte a ambos clubes en los únicos dos equipos de toda la MLB con récord positivo fuera de casa y negativo en casa.

El caso de los A’s es todavía más llamativo: su diferencia de porcentaje de victorias entre casa y visita es de .217, récord negativo en camino a superar la marca moderna impuesta por los Chicago Cubs en 1994, cuyo diferencial fue de .198. En una temporada completa, el registro lo mantiene Pittsburgh en 1908 con una diferencia de .182.

Cuando un estadio deja de ser hogar

Se dice que el estadio local representa una ventaja. Pero en estos casos ocurre lo contrario. ¿Por qué? La respuesta podría ser una combinación de factores:

  • Falta de ambiente local: Jugar en estadios que no son hogar real evita que se genere una atmósfera fuerte con los aficionados.
  • Condiciones inadecuadas: Los estadios menores a menudo no están diseñados para los estándares de la MLB, afectando tanto la calidad del juego como la comodidad.
  • Desarraigo emocional: Jugadores y fanáticos sienten una desconexión al no tener un hogar claro, algo que puede pesar psicológicamente.

Además, el hecho de que los equipos no están establecidos donde sus franquicias planean asentarse (como en el caso de Las Vegas para los A’s) les provoca un limbo geográfico y psicológico.

Una historia con antecedentes

No es la primera vez que una franquicia de MLB atraviesa un escenario como este. En 1945, los Philadelphia Athletics — predecesores del equipo actual — marcaron el récord opuesto: 39-35 en casa pero 13-63 en la carretera, con una diferencia de .356 en su porcentaje de victorias, la mayor jamás vista si omitimos la temporada reducida del 2020.

Son estos números los que vuelven a los actuales A’s un caso tan interesante, al convertirse en los protagonistas de un fenómeno estadístico en el cual ya habían estado del otro lado.

Atracciones sin hogar

A pesar de sus problemas, los partidos de ambos equipos siguen generando historias atractivas. Los A’s, por ejemplo, han logrado tres victorias sobre la bocina (walk-off wins) a pesar de tener solo nueve triunfos en casa. En contraste, equipos como Colorado, Cincinnati y Baltimore aún no tienen ni una sola victoria de este tipo en toda la campaña.

Además, jugadores estrella siguen brillando sin importar la sede. Destacan actuaciones como la de Tarik Skubal, ganador del Cy Young de la Liga Americana, quien lanzó una joya de sólo dos hits y 13 ponches en un juego completo de apenas 94 lanzamientos para Detroit. Fue su primera joya profesional, culminando con una recta de ¡102.6 mph!

Mientras tanto, en Atlanta… una buena historia

Una nota más esperanzadora la escribió Ronald Acuña Jr., de los Braves. Recién regresado de una lesión grave en la rodilla izquierda que lo apartó casi toda la temporada pasada, el MVP 2023 de la Liga Nacional volvió a lo grande con:

  • Un jonrón de 467 pies en el primer lanzamiento que vio en su regreso.
  • Un segundo cuadrangular al día siguiente y múltiples jugadas defensivas espectaculares.
  • Un brazo que volvió a impresionar, alcanzando los 104.9 mph en una asistencia al plato.

Acuña se mostró confiado: “Ese es el resultado del trabajo constante que he hecho en mis piernas”, dijo, mientras su entrenador Brian Snitker celebraba: “Fue una serie perfecta para él”.

¿Y ahora qué?

De aquí en adelante, todas las miradas estarán puestas en cómo avanzarán estos equipos. ¿Lograrán los A’s mantener su decente desempeño en carretera mientras lidian con las penurias del Sutter Health Park? ¿Podrán los Rays adaptarse mejor a sus nuevas condiciones en Steinbrenner Field?

Está claro que las condiciones del estadio impactan —y mucho— en aspectos físicos, tácticos y emocionales. Major League Baseball deberá aprender de esta curiosa coyuntura para repensar cómo manejar los traslados de franquicias y los imprevistos naturales como los huracanes.

Por ahora, podemos decir que en pleno 2025, hay dos equipos de MLB que, literalmente, juegan a nivel ligas menores — no por su talento, sino por las bóvedas que los albergan. Eso sí, las estadísticas y las historias que están dejando son dignas de las más grandes ligas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press