MLB en alerta: Padres, Royals y Diamondbacks enfrentan semanas decisivas en medio de bajas claves

El juego más largo: cuando mayo se convierte en un campo minado

La MLB nos ha acostumbrado a lo inesperado. Equipos que comienzan con fuerza pueden desmoronarse antes del Juego de Estrellas, mientras que otros resurgen desde lo profundo de la tabla. Mayo siempre ha sido ese mes donde las narrativas empiezan a cuajar, los lesionados se acumulan y los cuerpos técnicos enfrentan decisiones cruciales. En esta edición de análisis con un toque irreverente y divertido de la liga, nos enfocaremos en tres equipos que caminan por la cuerda floja: los San Diego Padres, Kansas City Royals y Arizona Diamondbacks.

Padres de San Diego: ¿una rotación rota y sin fe?

Con un récord de 29-22, los Padres podrían parecer un equipo en buena forma, pero su racha reciente en casa dice lo contrario. Sufren una racha de tres derrotas en casa y lo preocupante no es solo la derrota, sino la manera en la que pierden.

El cuerpo de lanzadores, aún siendo el tercero con mejor ERA en la Liga Nacional (3.55), está lejos de la salud ideal. Las bajas de Yu Darvish, Joe Musgrove y Michael King han debilitado severamente su rotación titular. En otras palabras, la mitad del brazo derecho del equipo está en la enfermería. Randy Vásquez, quien será abridor contra los Miami Marlins, tiene marca de 3-4 con una ERA de 3.49, pero su WHIP de 1.43 indica que permite muchos corredores. Si los bates rivales aprovechan eso, se abren grietas en el muro padreano.

El ataque no ha estado mejor. Con un promedio de bateo de .206 en los últimos 10 juegos y siendo superados por 29 carreras en ese periodo, están estancados como si llevaran un ancla al bate. A ello se añade que su monstruo ofensivo, Fernando Tatis Jr., aunque sólido con 12 home runs y 27 carreras impulsadas, no está recibiendo apoyo consistente del resto.

Miami Marlins: nadando contra la corriente

No muy atrás vienen los Marlins (21-30), quienes enfrentan a San Diego con la esperanza de explotar un momento de vulnerabilidad. Su récord en la carretera (8-15) muestra que sufren lejos del trópico, pero llegan calientes con una marca de 6-4 en sus últimos 10 juegos.

Kyle Stowers y Connor Norby han sido las chispas ofensivas, produciendo entre ambos 19 hits y 11 carreras impulsadas en la última decena de juegos. Pero el problema va más allá del rendimiento ofensivo: la salud.

La lista de lesionados asusta. Jugadores como Eury Pérez y Braxton Garrett están fuera por al menos 60 días. Pérez era uno de los brazos más prometedores en la rotación joven. ¿El resultado?: Ryan Weathers, con solo una victoria en la campaña, tendrá que frenar —o al menos igualar— a los bates padrenos en Petco Park. Misión titánica.

Kansas City Royals: el caballo negro con astillas en las patas

Los Royals poseen un buen inicio con 29-25, y un gran desempeño en casa (17-9). La clave ha sido sencilla: cuando conectan más hits que el rival, ganan el 80% de los duelos (21 de 26).

Maikel García lidera con bateo de .311, y Vinnie Pasquantino ha contribuido consistentemente. Pero no todo es pastel de elote en Kauffman Stadium. Las lesiones empiezan a comprometer la rotación y bullpen. Cole Ragans, Seth Lugo y Alec Marsh figuran en la lista de bajas. Sumado a esto, el equipo viene de un 4-6 en sus últimos 10 juegos, donde su efectividad de 3.20 se ve opacada por una ofensiva que ha sido superada en carreras.

El duelo contra los Cincinnati Reds puede parecer menor, pero el club de Ohio es un hueso duro de roer cuando conectan al menos 8 hits (20-10 en esos juegos). En esa serie, Michael Lorenzen deberá frenar a una ofensiva despierta encabezada por Will Benson, quien acumula cinco jonrones en sus últimos diez choques.

Los Diamondbacks: la gran decepción que aún puede redimirse

Con un récord de 26-27, la franquicia de Arizona aparece con menos titulares que en 2023, cuando fueron la gran sorpresa de la temporada. Hoy viven una racha de cinco derrotas, y lo más alarmante es que en ese mismo periodo su efectividad se disparó a 4.80. Algunas figuras mantienen el decoro, como Ketel Marte que batea .317 en los últimos diez juegos y ha sumado cinco palos de vuelta entera. Pero no basta.

Corbin Carroll sigue siendo el hombre de poder con 15 HR y un slugging de .566, pero al igual que Tatis en San Diego, su esfuerzo carece de apoyo. Para colmo, el equipo perdió a Eduardo Rodríguez y Jordan Montgomery, dos piezas clave de su rotación.

El choque ante Pittsburgh es interesante porque los Pirates llegan con un pésimo 6-19 como visitantes. Sin embargo, Arizona no puede confiarse. Andrew Heaney abrirá por los Piratas con un ERA de 2.91. Son números que hablan, y si los Diamondbacks no despiertan, los playoffs se verán desde la TV.

¿Qué dicen los números generales?

Observemos algunas cifras interesantes de los últimos 10 juegos:

• Padres: .206 AVG / 4.19 ERA / -29 en diferencial de carreras
• Marlins: .270 AVG / 3.94 ERA / -2 en diferencial
• Royals: .264 AVG / 3.20 ERA / -5 en diferencial
• Reds: .284 AVG / 4.09 ERA / +7 en diferencial
• Diamondbacks: .278 AVG / 4.80 ERA / +6 en diferencial
• Pirates: .244 AVG / 3.99 ERA / -13 en diferencial

¿Qué se desprende de esto? Que los Reds, Marlins y D-Backs están generando ofensiva, pero sus pitcheos no responden. En cambio, los Pirates tienen un problemas de ambas caras del diamante. Y los Padres, a pesar de su buena efectividad global, tienen desequilibrios entre bullpen y línea ofensiva.

La pregunta clave: ¿Quién está en verdadero peligro?

Muchos analistas pondrían a los Marlins o Pirates como perdedores declarados. Pero el verdadero riesgo lo corren los Padres y Royals, porque tienen más que perder. Están en zona competitiva, tienen aficiones exigentes y presupuestos superiores. La presión de quedarse fuera con nóminas altas convierte sus próximas semanas en un curso intensivo de supervivencia. Mientras, los D-Backs van por la resurrección y los Reds por un sorpresivo puesto de comodín.

¿Pronóstico? Emoción, drama… y más lesiones.

La MLB sabe cómo entregarnos espectáculo, incluso cuando se derrumban ilusiones. Mayo no perdona, y sólo los equipos con profundidad, visión y un poco de magia lograrán superar la ruptura.