Fuga en los Ozarks: el oscuro legado y la espectacular huida de Grant Hardin
De jefe de policía a asesino convicto y ahora prófugo, el caso que expone las grietas en el sistema penitenciario de Arkansas
Grant Hardin no es solo un nombre más en la lista de fugitivos. Conocido por la comunidad y retratado en un documental de HBO como el “Diablo de los Ozarks”, su historia parece sacada de una película, pero es real. La reciente fuga del exjefe policial y asesino convicto ha estremecido a Arkansas y ha puesto en tela de juicio la seguridad del sistema penitenciario estadounidense.
¿Quién es Grant Hardin?
Hardin fue nombrado jefe de policía en 2016 en Gateway, una pequeña ciudad en la frontera entre Arkansas y Missouri. Su paso por este cargo fue breve pero turbulento. Durante sus apenas cuatro meses al frente del departamento, los ciudadanos reportaron un comportamiento errático y agresivo, que incluía persecuciones innecesarias y un uso intimidante de su arma. Su actitud provocó tanto desconcierto que el ayuntamiento le dio un ultimátum: renunciar o ser despedido.
Poco tiempo después de dejar el cargo, en marzo de 2017, Hardin fue arrestado por el asesinato de James Appleton, un empleado del departamento de agua de Gateway que había tenido varios enfrentamientos con él. Appleton fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza dentro de su vehículo. Esto marcó el inicio de un escándalo mediático que reveló verdades perturbadoras.
Más que un asesinato: un pasado de violencia
El crimen de Appleton destapó otro secreto aún más escalofriante. Al ingresar su ADN a la base de datos nacional, las autoridades descubrieron que coincidía con el de un caso sin resolver: la violación de una maestra de escuela primaria en 1997, en la ciudad de Rogers. En ese entonces, Hardin era oficial en Eureka Springs.
Fue condenado por ambos crímenes: 30 años por asesinato y 50 años por violación. Desde 2017 hasta mayo de 2024, Hardin cumplía su condena en la prisión de North Central Unit en Calico Rock, un penal de seguridad media con capacidad para 800 internos. Y es justamente ahí donde comienza el nuevo capítulo de esta historia.
La gran evasión: cómo se fugó un convicto tan peligroso
El domingo 26 de mayo de 2024, Hardin protagonizó una fuga que ha dejado boquiabiertos incluso a los expertos en seguridad carcelaria. Se disfrazó de guardia penitenciario, replicando “en forma y estilo” la indumentaria del personal, según documentos judiciales.
El hombre logró que un oficial le abriera una puerta de seguridad, caminó hacia la libertad y desapareció entre los montes escarpados de los Ozarks. Las investigaciones actuales no han podido establecer si contó con ayuda externa o interna. Aunque la prisión tiene cámaras de vigilancia, el protocolo para verificar identidades al abrir puertas se puso claramente en entredicho.
¿Por qué estaba en una prisión de seguridad media?
Una de las preguntas más inquietantes que ha surgido desde su fuga es por qué un criminal con antecedentes de asesinato y violación estaba recluido en una prisión que no es de máxima seguridad. Rand Champion, portavoz del Departamento Correccional de Arkansas, afirmó que la decisión se basó en evaluaciones internas y las necesidades del sistema penitenciario. Sin embargo, para muchos esta explicación ha sido insuficiente y ha provocado una ola de críticas.
El exinspector de los U.S. Marshals, Craig Caine, comentó en entrevistas que "financiar adecuadamente las instalaciones de máxima seguridad y perder de vista los perfiles altamente peligrosos son errores que cuestan caros en términos de seguridad pública".
La persecución en los Ozarks
La búsqueda de Hardin ha movilizado a policías locales, estatales y federales. Se han desplegado helicópteros, drones y equipos caninos para rastrear el escarpado terreno del norte de Arkansas, una región famosa por sus montañas, vegetación densa y condiciones climáticas cambiantes.
"La lluvia de los últimos días y la geografía rocosa complican mucho la búsqueda," explicó Champion. Las autoridades todavía no han revelado en qué zonas se concentran, pero confirman que los esfuerzos se han ampliado al considerar que Hardin pudo haber conseguido transporte o ayuda humana.
La alarma en las comunidades rurales
El condado de Izard y alrededores están en estado de alerta. Las autoridades pidieron a los residentes reportar cualquier avistamiento y no intentar enfrentar al fugitivo. En localidades donde todos se conocen, un rostro extraño no pasa desapercibido, lo que podría ser clave para su recaptura.
Sin embargo, el miedo crece. "Nunca imaginamos que algo así pasaría aquí. Estamos todos con miedo de dormir por las noches," dijo una residente de Calico Rock al canal local KARK.
El reflejo en el documental “El Diablo de los Ozarks”
La notoriedad de Hardin creció aún más cuando su historia fue retratada en “Devil in the Ozarks”, un documental emitido por HBO en 2023. La cinta profundiza en la figura de este hombre, construyendo una narrativa aterradora que gira alrededor de su poder intimidatorio, sus nexos corruptos con el poder local y su violencia latente.
Uno de los momentos más impactantes del documental es el relato del entonces alcalde Andrew Tillman, cuñado de Appleton. Él estaba hablando por teléfono con la víctima al momento del asesinato. “Escuché lo que pensé que era un disparo, después ya no contestó,” relató llorando en una de las entrevistas.
Una historia de advertencia sobre el poder, el engaño y las omisiones
El caso de Grant Hardin es más que una fuga espectacular. Es una historia sombría de lo que ocurre cuando una comunidad pequeña otorga poder a una persona con inclinaciones violentas. También muestra cómo la justicia puede fallar en prevenir futuros crímenes cuando no investiga profundamente el pasado de quienes ocupan cargos de autoridad.
Desde su breve posición como jefe de policía hasta su doble condena de décadas, Hardin dejó una huella imborrable en Arkansas. Pero su fuga reaviva el pánico, la impotencia y la necesidad urgente de revisar los protocolos carcelarios en Estados Unidos. ¿Cómo es posible que el “Diablo de los Ozarks” haya caminado fuera de una prisión sin levantar sospechas ni activar una alarma de inmediato?
Hoy, los ciudadanos y las autoridades esperan con ansiedad la recaptura del hombre cuya presencia evoca horror y cuyo escape expone, una vez más, las grietas del sistema.