La revolución del Thunder: Jalen Williams y Chet Holmgren, las joyas que impulsan el renacer de Oklahoma City

Una nueva era en Oklahoma City

Cuando los Oklahoma City Thunder traspasaron a Russell Westbrook y Paul George en 2019, muchos pensaron que la franquicia entraba en una larga reconstrucción. Cinco años más tarde, el equipo ha transformado ese proceso en una de las historias más emocionantes de la NBA, impulsado por un tridente que combina talento, juventud y química: Shai Gilgeous-Alexander, Jalen Williams y Chet Holmgren.

La narrativa habitual ha girado en torno a Shai, el flamante MVP y corazón del Thunder. Pero en las finales de la Conferencia Oeste de 2025, han sido sus escuderos quienes han dejado huella indeleble: Jalen Williams con su agresividad ofensiva y madurez, y Chet Holmgren con su versatilidad e impacto silencioso pero crucial.

Jalen Williams: un All-Star forjado en el trabajo

Seleccionado con el pick 12 del Draft 2022, Jalen Williams ha crecido a pasos agigantados en apenas dos temporadas dentro de la NBA. En la campaña 2024-2025, fue nombrado All-Star por primera vez, además de integrar el Tercer Equipo All-NBA y el Segundo Equipo All-Defensivo.

En el Juego 4 ante los Timberwolves, con el Thunder buscando revancha tras una estrepitosa derrota en el Juego 3 (por 42 puntos de diferencia), Williams anotó 34 puntos con un asombroso 13 de 24 en tiros de campo, incluidos 6 de 9 en triples. Su aporte temprano fue vital para marcar el tono de un partido que terminó 128-126 y les dio la ventaja 3-1 en la serie.

Pero su momento cumbre llegó en el último cuarto: con el reloj en descenso y Shai colapsado entre tres defensores, logró encontrarlo con un pase entre las piernas de un rival que Williams transformó en un triple desde la esquina, abriendo una diferencia de siete puntos. "Honestamente, el reloj estaba bajo, así que solo pensé: 'tira'. Trabajo mucho estos tiros", explicó con humildad tras el duelo.

La consistencia como virtud

Más allá de sus números, lo que realmente destaca a Williams es su capacidad de aprendizaje y adaptación. Según su entrenador Mark Daigneault, “su habilidad para aprender rápidamente de sus experiencias es impresionante. A cada juego crece más”. Esa mejora continua lo ha convertido en una segunda opción de lujo, promediando 23 puntos por juego en la serie ante Minnesota, con un 49% en tiros de campo y un estruendoso 50% en triples.

Chet Holmgren: el unicornio que volvió de la oscuridad

Mucho se esperaba de Chet Holmgren cuando fue elegido en la segunda posición del Draft 2022. Sin embargo, una lesión en el pie lo dejó fuera toda su temporada de novato. Luego, esta campaña se perdió casi 50 partidos por una fractura pélvica. Pero en los playoffs ha regresado con la fuerza de un jugador destinado a brillar.

En el mismo Juego 4, Holmgren aportó 21 puntos (9/14 tiros), incluyendo nueve en el cuarto final, siete rebotes (cuatro ofensivos) y tres tapones. Su tapón en los últimos 40 segundos sobre Jaden McDaniels, quien intentaba una bandeja tras un gran giro, fue tan elegante como devastador.

Gilgeous-Alexander lo resumió con claridad: “Afecta el juego al más alto nivel en ambos extremos. Ni siquiera llamamos jugadas para él; simplemente se mueve por la cancha y siempre está en el lugar adecuado”.

Una química palpable dentro y fuera del parqué

Una de las claves del éxito del Thunder está en la conexión entre sus jugadores jóvenes. No solo comparten vestuario, sino que su vínculo se traduce en publicidad (un comercial de AT&T muestra a los tres llegando con el mismo atuendo a un evento) y sobre todo en la cancha.

Williams expresó que la relación no es actuación: “Fuera de la cancha somos realmente amigos. Esa química se traslada al juego. Hemos pasado muchas experiencias en poco tiempo, y en lugar de alejarnos, eso nos ha unido más”.

El trío no solo es protagonista en Oklahoma, sino también una anomalía en la NBA moderna: un pequeño mercado desarrollando talento joven y compitiendo al más alto nivel. Tras alcanzar el mejor récord de la liga esta temporada (68-14), están a solo una victoria de regresar a unas Finales que no ven desde 2012 —la era de Durant, Westbrook y Harden.

Una estadística que desafía la norma

Que el Thunder ganara un partido ante un rival que lanzó para más del 51% desde el campo y encestó 18 triples rompe una notable estadística: hasta ese lunes, los equipos con esos números en playoffs llevaban un récord de 55-0. El marcador 128-126 es testamento de la resiliencia de Oklahoma, sostenido por su joven núcleo.

¿El fin del sueño de Minnesota?

Del lado de los Timberwolves, Julius Randle, que había estado sólido en juegos previos con 28 y 24 puntos, solo sumó cinco puntos y cinco pérdidas en el Juego 4. Su rol como segunda opción ofensiva ha sido insuficiente en los momentos críticos, y así lo reconoció: “Debo encontrar formas de ser más agresivo. No puedo solo mirar o ir por rebotes. Tengo que aportar más”.

Con un récord general de 49-33 en temporada regular, Minnesota tuvo méritos para estar en estas finales, pero la juventud, energía y profundidad del Thunder están marcando la diferencia. El equipo de Oklahoma promedia 115 puntos por partido en los últimos 10 juegos, mientras que su defensa permite apenas 108, consolidando sus aspiraciones de campeonato.

El renacer de un contendiente olvidado

Desde su última aparición en las Finales, el Thunder había estado reconstruyendo pacientemente, acumulando jóvenes promesas y elecciones del draft. La planificación y el desarrollo ahora dan frutos. Liderados por Daigneault, han construido una de las defensas más dinámicas y una ofensiva que vive de la espontaneidad, pase extra y confianza.

La combinación de un MVP en Shai y dos talentos en ascenso como Williams y Holmgren no solo los posiciona para un futuro brillante, sino para un presente glorioso. Si sellan la serie ante los Timberwolves en el Juego 5 de este miércoles, se convertirán en el primer equipo de mercado pequeño en llegar a unas Finales desde los Milwaukee Bucks en 2021.

El Thunder ya no es una sorpresa. Es una realidad. Y su revolución acaba de comenzar.