Nic Enright y la historia de una verdadera victoria: más allá del béisbol

El lanzador de los Guardians debuta en Grandes Ligas tras superar el linfoma de Hodgkin y múltiples lesiones. Una inspiración dentro y fuera del diamante.

Un debut más allá de las estadísticas

En el béisbol, el éxito suele medirse en promedio de bateo, efectividad, carreras impulsadas o ponches logrados. Pero existen historias que superan todo número, relatos donde la emoción, la perseverancia y la humanidad ocupan el lugar de honor. Tal es el caso de Nic Enright, lanzador de los Cleveland Guardians, quien hizo su debut en las Grandes Ligas recientemente. Pero lo extraordinario no fue su desempeño de dos entradas sin carreras y tres ponches, sino cómo llegó hasta ese momento.

El diagnóstico que cambió su vida

En diciembre de 2022, a sus 26 años, Enright recibió una de las noticias más duras que cualquier persona —y aún menos un atleta profesional— puede recibir: linfoma de Hodgkin. Todo comenzó con una ligera presión en el cuello, pero pronto los síntomas fueron aumentando: fuertes picores nocturnos, sudores excesivos, incluso eccema. A pesar de su buen estado físico, el diagnóstico se hizo oficial y el mundo del béisbol pasó a segundo plano.

El linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer del sistema linfático, y cada año afecta a aproximadamente 2,000 personas menores de 30 años en Estados Unidos (datos de la American Cancer Society). Enright comenzó un tratamiento arduo que incluiría varias rondas de inmunoterapia, que continuaría a lo largo de múltiples temporadas durante y después del béisbol.

Una carrera detenida, no eliminada

Originalmente seleccionado por los Guardians en la 20ª ronda del Draft Amateur de 2019 desde Virginia Tech, Enright se perfilaba como un sólido prospecto de relevo. Incluso en 2022, semanas antes del diagnóstico, había sido elegido por los Miami Marlins en el Draft de Regla 5, lo cual representaba una gran oportunidad profesional. Pero la vida tenía otros planes para él.

Durante el largo período de tratamientos, Enright no perdió de vista su objetivo. “La clave fue no dejar que el cáncer me controlara”, explicó el lanzador. “Quería seguir viviendo, no sobrevivir nada más.

Volviendo al diamante desde la oscuridad

Tras una temporada 2023 interrumpida también por una distensión en el hombro derecho, Enright apenas pudo participar en 16 juegos con el equipo de Triple-A de Cleveland, los Columbus Clippers. Aun así, dejó números impresionantes: ERA de 1.06 y balance de 2-1. En esta temporada 2024, después de superar otra lesión, esta vez en el músculo dorsal ancho, volvió a la acción en las menores y logró una ERA de 2.00 en 9 entradas de trabajo, hasta que llegó la tan esperada llamada para integrarse al equipo grande.

El debut soñado (y simbólico)

El sábado, Enright fue llamado de emergencia luego de que Hunter Gaddis fuera incluido en la lista de duelo. Al día siguiente, lanzó por primera vez en las Grandes Ligas. Lo hizo durante una jornada aún más significativa: el fin de semana “Strikeout Cancer” en Detroit, una campaña anual que busca sensibilizar y recaudar fondos para la lucha contra el cáncer.

Fue surrealista,” comentó antes del siguiente encuentro. Cuando sonó “God Bless America” durante la pausa del séptimo inning, Enright aprovechó para reflexionar: “Pensé en todo lo que había pasado, en mis padres, en todo lo que superamos. Y cuando terminó la canción, supe que era hora de jugar béisbol.

Inspiraciones dentro del mismo vestidor

Enright no es el primer lanzador de los Guardians en enfrentar un diagnóstico de cáncer. Carlos Carrasco, veterano de la organización, fue diagnosticado con leucemia mieloide crónica en 2019. Al igual que Enright, Carrasco regresó ese mismo año y fue ampliamente aplaudido por sus compañeros y fanáticos.

No fue sorpresa entonces que Enright tomara el legado de Carrasco en serio al usar el número 59 en su uniforme, el mismo que portó “Cookie” durante más de una década con los Guardians.

El mensaje de Liam Hendriks y la camaradería en el béisbol

Enright ha recibido cientos de mensajes de apoyo, pero uno de los más significativos vino desde Boston: Liam Hendriks, lanzador veterano diagnosticado con linfoma no Hodgkin, le escribió tras su regreso. Hendriks también sobrevivió al cáncer y volvió recientemente a la MLB tras dos años y además, una cirugía Tommy John.

Esa hermandad existe. Incluso si pertenecemos a equipos distintos o somos rivales en el terreno, hay luchas más importantes que nos unen,” mencionó Enright.

Más allá del debut

Con dos innings sin permitir carreras y tres ponches en su presentación, Enright mostró estar listo para competir en el más alto nivel. Pero para él, ese no es el punto final.

Estoy muy feliz con lo que sucedió, pero el objetivo no era simplemente debutar,” dijo. “Quiero estar aquí cada vez que el equipo me necesite. Quiero ayudar a que los Guardians ganen juegos.

Lo dicho por su manager Stephen Vogt lo resume a la perfección: “Fue un día muy especial para Nic y su familia. Ver todo lo que ha superado y hacerlo en nuestra camiseta es un honor.

La lucha continúa

Aunque Enright ha superado varios obstáculos, su lucha no ha terminado. Le aguardan cuatro nuevas rondas de inmunoterapia, que comenzarán al final de esta temporada. Su cuerpo sigue luchando, pero nadie mejor que él para representar el espíritu de superación dentro y fuera del campo.

Como dijo alguna vez el mítico Jackie Robinson: "Una vida no es importante excepto en el impacto que tiene en otras vidas". Nic Enright, con su ejemplo de coraje, disciplina y humanidad, ya ha ganado el juego más importante de todos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press