Stephen King y el regreso estelar de Holly Gibney en 'Never Flinch'

Una detective marcada por el trauma y el análisis obsesivo afronta dos casos que revelan la oscuridad tras la justicia americana

Stephen King ha hecho muchas cosas bien en su carrera: ha escrito clásicos del terror que marcaron generaciones, ha reinventado el thriller psicológico y ha creado personajes tan icónicos como Pennywise o la enfermera Annie Wilkes. Sin embargo, uno de sus logros más recientes y notables ha sido convertir a Holly Gibney, un personaje inicialmente secundario, en el corazón emocional e intelectual de una buena parte de su universo literario contemporáneo.

La evolución de Holly y el universo King

Never Flinch” es la sexta novela de King en la que aparece Holly Gibney. La conocimos en la trilogía de Bill Hodges —formada por “Mr. Mercedes”, “Finders Keepers” y “End of Watch”— y luego ganaría protagonismo en “The Outsider” y en la novela homónima “Holly”. En cada libro, el personaje ha evolucionado, pasando de ser una figura excéntrica a una detective con aguda intuición, acentuada por su trastorno obsesivo compulsivo, que lejos de limitarla, le permite ver patrones y pensar “alrededor de las esquinas”, como describe un detective en esta nueva entrega.

La resiliencia de Holly queda latente especialmente en esta historia. Según su amiga Barbara, “atrae a los bichos raros como un imán atrae limaduras de hierro”. Y en “Never Flinch” no es la excepción: se enfrenta a dos casos que, en apariencia, no están conectados, pero que, como es costumbre en King, terminan convergiendo de formas sorprendentes.

Dos crímenes, un solo corazón moral

En esta novela, Holly investiga dos crímenes espeluznantes.

  • Por un lado, acompaña como escolta de seguridad a un autor polémico que recorre Estados Unidos debatiendo sobre la libertad reproductiva de las mujeres. La gira está plagada de riesgos, amenazas y tensión social.
  • Por otro, un asesino serial acecha desde las sombras en Dayton, Ohio —el mismo lugar donde conocimos a Holly—, seleccionando a sus víctimas entre los jurados de un juicio mal llevado, como una macabra forma de imponer su propia justicia.

La conexión entre ambos casos, aparentemente dispares, está enraizada en uno de los pilares más frecuentes del universo de King: las relaciones disfuncionales entre padres e hijos. Ambos asesinos están, de alguna forma, atormentados por figuras paternas abusivas. De hecho, el título del libro se inspira en las palabras que uno de los asesinos escuchaba de su padre: “Empieza y termina. Sin titubeos. Never flinch”.

La narrativa King: tensión y humanidad

El estilo de King se mantiene afilado. No necesita jump scares ni criaturas sobrenaturales para perturbar. Aquí, el terror brota del comportamiento humano distorsionado, de la obsesión con la moralidad y del desprecio por lo diferente.

Uno de los elementos que más destaca es la capacidad del autor para hacernos entrar en la mente de los asesinos. Vemos sus motivaciones, sus traumas y sus conflictos internos. Lejos de justificar sus actos, King nos obliga a entender de dónde vienen, lo cual hace todo aún más inquietante.

El escenario y los personajes secundarios

Ohio vuelve a ser el escenario central, más específicamente Dayton, una ciudad que King apoda como “el segundo error junto al lago”. Ahí es donde se cruzan finalmente las dos tramas. El Mingo Auditorium, lugar ficticio, se convierte en el núcleo del clímax de esta nueva entrega, un espacio cargado de tensión y simbolismo.

Además de Barbara Robinson, la inseparable aliada de Holly, también regresa Jerome, su hermano y compañero de investigaciones anteriores. La dupla se complementa con Sista Bessie, una soul singer que brilla en el papel de artista inesperada, con una versión musical del karma para los criminales. Como dice King mediante uno de los personajes: “ella no es The Beatles, pero es un big deal”.

La fórmula detrás del éxito

Desde “Carrie” hasta “The Institute”, King siempre ha mostrado afinidad por los personajes adolescentes marginados o mentalmente distintos, pero en Holly Gibney condensó eso en una mujer adulta imperfecta, hiperatenta, y emocionalmente frágil pero funcional. Es el punto exacto entre realismo psicológico y ficción detectivesca.

“Never Flinch” acumula todos los ingredientes que han hecho a King un autor de culto:

  • Tensión sostenida con picos de horror repentino
  • Personajes empáticos y entrañables, incluso los villanos
  • Subtexto social (justicia, misoginia, venganza)
  • Un manejo magistral del ritmo (el último tercio es simplemente adictivo)

La experiencia de leer esta novela es particularmente satisfactoria si ya se conocen los antecedentes de Holly. Sin embargo, King aporta suficiente contexto para que incluso un lector nuevo sienta que entiende lo necesario para subirse al tren.

Una detective para los tiempos modernos

Holly Gibney es, en muchos sentidos, el arquetipo del héroe postmoderno

  • No tiene superpoderes
  • Sus herramientas son la observación, el compromiso y la empatía
  • Su lucha no es contra “el mal” en abstracto, sino contra los errores humanos que descomponen el tejido social

En tiempos donde las ficciones suelen buscar protagonistas infalibles, King apuesta por alguien humano, vulnerable, complejo. Y es esta humanidad lo que hace que Holly brille con más fuerza cada vez que pone un pie en la página.

Citas para recordar

Algunas de las frases relevantes del libro que definen sus temáticas centrales:

“Push through to the bitter end. No flinching, no turning away.”
“Some people think OCD is a curse. Holly? She makes it work.”
“Justice is not revenge, but sometimes it feels that way.”

¿Vale la pena?

“Never Flinch” representa una de las mejores obras detectivescas recientes de Stephen King. Contiene todos los elementos de un thriller psicológico, aderezado con la calidad narrativa, el desarrollo de personaje y los giros que sólo King puede lograr. Es también una ventana al modo en que la obsesión y el dolor personal pueden convertirse tanto en fuente del mal como en mecanismo de redención.

Para los seguidores de Holly, esta es una lectura obligada. Para los fans del suspense literario, es una joya. Para quienes buscan una historia con corazón, inteligencia y oscuridad, “Never Flinch” es una respuesta contundente: sin titubeos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press