Devin Williams: Entre abucheos, redención y un Bronx exigente

El cerrador de los Yankees atraviesa una montaña rusa emocional en su primer año en Nueva York, pero su resiliencia y su talento parecen estar encontrando rumbo justo a tiempo

La travesía del relevo más observado en el Bronx

Cuando los New York Yankees decidieron reforzar su bullpen durante el invierno de 2024, pocos movimientos generaron tantas expectativas como la adquisición de Devin Williams proveniente de los Milwaukee Brewers. Un All-Star con una recta intimidante y un cambio de velocidad que le valió el apodo de "Airbender", llegaba a uno de los escenarios más exigentes del béisbol mundial: el Yankee Stadium.

Sin embargo, lo que parecía una transición fluida se convirtió en una montaña rusa donde los altibajos han definido los primeros dos meses del lanzador en la Gran Manzana. Su historia nos ofrece una mirada profunda no solo del desafío técnico de dominar la novena entrada, sino del desgaste psicológico que implica lanzar bajo las luces de Broadway.

Un comienzo agrio: cuando los fantasmas del pasado resurgen

Desde el primer día, Williams supo que el margen de error en Nueva York era mínimo. En el Opening Day, fue abucheado tras casi desperdiciar una victoria. Era su debut, y la misericordia brilló por su ausencia entre los más de 40,000 fanáticos que ocupaban el Bronx.»

Las cosas empeoraron: el 25 de abril contra los Blue Jays, permitió tres carreras en el noveno episodio y vio su efectividad elevarse a un alarmante 11.25. Esa noche, perdió oficialmente su rol como cerrador.

"Sabía que no sería fácil, pero vivirlo es otra historia", confesó Williams a la prensa después de aquel desastroso relevo.

La redención silenciosa: ocho apariciones sin daño

Pero como ocurre con los grandes jugadores, los fracasos pueden ser el primer paso hacia la redención. En las siguientes tres semanas, el derecho de 29 años encontró consistencia: ocho salidas sin permitir carrera, apenas tres hits y ningún boleto. Aquel dominio silencioso hizo que Aaron Boone, mánager de los Yankees, volviera a confiar en él en situaciones de cierre.

"No estoy preocupado. Se dobló, pero no se rompió", dijo Boone después de asignarle nuevamente la responsabilidad del noveno inning en el partido contra los Angels en Anaheim. Una victoria 3-2 que contó con la exigente recuperación emocional de Williams tras ceder un cuadrangular a Yoán Moncada de inmediato.

Las estadísticas detrás del nerviosismo

  • Velocidad: Williams ha mantenido su cambio de velocidad entre 83-85 mph esta temporada, con una tasa de swing fallido del 50% (FanGraphs).
  • X-FIP (efectividad ajustada esperada): Aunque su ERA fue inicialmente alto, su X-FIP ha rondado el 3.60, indicando que su rendimiento no era tan malo como sugerían los números.
  • Situaciones de presión: En juegos con margen de una carrera, Williams tiene un WHIP de 0.97, muy por debajo de su promedio global.

Los Yankees y la cultura del cerrador

Los aficionados del Bronx están acostumbrados a leyendas. Mariano Rivera puso un listón imposible de superar, y cualquiera que suba al montículo en el noveno capítulo lleva una mochila cargada de historia. Williams lo sabe:

"No vengo a reemplazar a nadie. Pero quiero escribir mi propio capítulo aquí", dijo tras su quinto salvamento ante los Angels el 27 de mayo.

Ese juego es una muestra de lo volátil que puede ser una entrada final en Las Grandes Ligas. Permitió tres hits y dos carreras, pero logró el out final dominando a Logan O’Hoppe con una recta alta fuera de zona que fue convertida en un pop-up inofensivo.

El peso del pasado: de la Serie de Comodines a la redención

No podemos ignorar el final abrupto que tuvo con los Brewers. El 4 de octubre de 2023, en el juego decisivo de la Serie de Comodines contra los Mets, Williams dejó escapar una ventaja de dos carreras en el noveno inning. Aquel derrumbe lo colocó en el ojo del huracán y probablemente lo empujó a salir de Milwaukee.

Pero el béisbol es cíclico. Fallar no determina una carrera. Lo que sigue es cómo te levantás.

Rodón, un aliado silencioso

Mientras Williams lucha por estabilizar su rol, Carlos Rodón ha servido como un pilar en la rotación de pitcheo. Contra los Angels, lanzó siete entradas impecables, con 10 ponches, sin boletos. Fue la primera vez en la temporada que los Yankees no dieron pasaporte. Esa actuación le permitió a Williams una ventana con menos presión, aunque el noveno episodio casi dice lo contrario.

"Lo ayudamos a llegar con ventaja. Después, toca aguantar", dijo Rodón. "El noveno siempre es otra historia. Él lo logró, eso es lo que importa".

Un bullpen que responde (casi siempre)

En general, el bullpen neoyorquino ha estado a la altura. Nombres como Luke Weaver, Ian Hamilton y Clay Holmes han contribuido en mantener la mejor marca de la Liga Americana hasta mayo con 34 victorias y apenas 20 derrotas.

  • Últimas 19 series: los Yankees han ganado 15.
  • Racha actual: 4 triunfos al hilo al momento del salvamento de Williams en Anaheim.
  • Ventaja en la AL Este: 7 juegos por encima del segundo lugar, cifra no vista desde 1998.

Mirada al futuro: ¿Será Williams el cerrador permanente?

Aunque Boone se ha mostrado optimista, la realidad es que el puesto aún pende de un hilo. La inconsistencia, aunque se ha reducido, persigue a Williams. Deberá seguir dominando para evitar ser relegado.

"El béisbol no ha terminado. No hemos perdido todavía. Así de simple", dijo después de concretar su más reciente salvamento, asegurando que entiende lo volátil del puesto.

El impacto mental de lanzar en Nueva York

No todos los jugadores están hechos para los Yankees. El Bronx es un filtro que pone a prueba no solo la habilidad, sino la resiliencia mental. Williams ha pedido paciencia, pero también ha ofrecido señales de que puede ser ese tipo de jugador que el Bronx respeta: gritón, resistente y con talento para silenciar a miles con una sola recta en la esquina exterior.

"La clave no es evitar el ruido. Es aprender a lanzar en medio de él", declaró recientemente.

Y mientras el cronómetro de la temporada sigue avanzando, la historia de Williams con los Yankees apenas comienza. Si el final es glorioso o trágico, solo el tiempo (y el conteo de salvamentos) lo dirá.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press