Donald Trump y su estrategia comercial "TACO": ¿Negociador maestro o líder volátil?

Un análisis del impacto de las amenazas arancelarias de Trump en los mercados globales, su narrativa personal y la nominación de figuras clave como Emil Bove

Donald Trump ha sido una figura dominante no solo en la política estadounidense, sino también en el tablero económico global. Uno de los aspectos más controversiales de su presidencia y su regreso al poder ha sido su manejo de las tensiones comerciales con otras naciones mediante el uso estratégico —y a menudo impredecible— de aranceles.

¿Qué es la estrategia “TACO”?

El término “TACO” es un acrónimo sarcástico acuñado por el periodista Robert Armstrong de The Financial Times, que significa “Trump Always Chickens Out” («Trump siempre se acobarda»). Esta denominación hace referencia al patrón repetido en el que Trump lanza amenazas de elevados aranceles a mercancías de ciertos países —a menudo entre el 50% y el 145%— solo para retroceder posteriormente y reducir esas tasas para permitir negociaciones. En sus propias palabras:

“Es negociación. Pongo un número ridículo y luego bajo un poco, ¿sabes?, un poco”, explicó Trump en conferencia de prensa.

Impacto directo en los mercados financieros

Cuando Trump lanza sus amenazas arancelarias, el mercado bursátil estadounidense responde con oscilaciones abruptas. Las acciones caen rápidamente tras los anuncios, como reflejo del temor de los inversores a un freno económico global o el aumento de precios por las guerras comerciales. Sin embargo, cuando Trump retrocede en sus amenazas, el mercado tiende a estabilizarse o incluso a recuperarse.

Un ejemplo claro ocurrió en abril pasado. El índice S&P 500 cayó hasta un 15% en el año tras una amenaza de arancel universal el 2 de abril. Sin embargo, a mediados de junio, el índice se había recuperado parcialmente, mostrando cuán volátil puede volverse el mercado debido a políticas impredecibles.

¿Es realmente “negociación”?

Trump rechaza categóricamente que sus retrocesos sean muestra de debilidad. De hecho, se ofende visiblemente ante la idea de que se “acobarda”. Según él, todo forma parte de una estrategia calculada para doblegar a sus contrapartes:

“¿A eso lo llaman acobardarse? Es negociación. Establezco un número ridículamente alto y luego lo reduzco un poco hasta que llegamos a algo razonable”.

¿Funcionan las amenazas?

De cierto modo, sí. Al menos en el corto plazo. Según Trump, gracias a estas tácticas ha logrado atraer USD $14 billones en nuevas inversiones al país, una cifra cuestionada por analistas, pero funcional como parte de su narrativa política.

Un ejemplo reciente es su amenaza a la Unión Europea de aplicar un arancel del 50% a sus productos, lo cual logró posponer para permitir negociaciones, mientras se mantuvo un arancel base del 10%. Trump lo ve como una señal de que sus amenazas son tomadas en serio.

El papel de Emil Bove y el giro institucional

En paralelo a sus maniobras comerciales, Trump sigue tejiendo una red de lealtades institucionales clave. Uno de los ejemplos más relevantes es la nominación de Emil Bove, su ex abogado defensor, como juez en la Corte de Apelaciones del 3er Circuito. Bove ha estado al mando de decisiones muy polémicas en el Departamento de Justicia, incluyendo:

  • La cancelación del caso de corrupción contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams.
  • Las acusaciones de insubordinación contra agentes del FBI que se rehusaron a compartir información clave.
  • El despido de fiscales involucrados en casos derivados del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Esta nominación ha generado controversia, particularmente por su alineación con la agenda de Trump en temas como inmigración y seguridad nacional. Trump saludó la postulación de Bove en redes:

“¡Emil es LISTO, DURO y respetado por todos! Pondrá fin a la politización de la justicia y restaurará el Estado de Derecho.”

De fiscal a juez en tiempo récord

Bove no es un desconocido en el mundo judicial. Fue fiscal especializado en narcóticos y terrorismo en el Distrito Sur de Nueva York, participando en casos tan relevantes como:

  • Contra Tony Hernández, hermano del expresidente hondureño.
  • El responsable del atentado con olla a presión en Manhattan.
  • El autor de múltiples atentados con cartas bomba enviadas por correo a personalidades estadounidenses.

Sin embargo, su paso por la fiscalía también estuvo marcado por denuncias relacionadas a su conducta: en 2018, defensores públicos compilaron una lista de quejas sobre su comportamiento, aunque esto no impidió su posterior ascenso.

¿Consolidación del poder judicial?

Si bien la nominación de Emil Bove está sujeta a la aprobación del Senado, muchos críticos ven esta y otras designaciones como una consolidación de poder institucional sin paralelo en la historia moderna de EE. UU. El regreso de Trump a la Casa Blanca parece estar acompañado de una clara misión: redefinir el aparato judicial desde dentro.

Fraude, manipulación y la herencia política de Santos

Otro caso que ilustra la toxicidad que puede emanar del entorno político actual es el de George Santos, excongresista expulsado del Congreso y condenado por fraude financiero. Su ex tesorera, Nancy Marks, fue condenada a tres años de libertad condicional por falsificar informes de campaña para inflar donaciones ficticias y obtener apoyo del Partido Republicano.

Marks, conocida estratega política en Long Island, justificó sus acciones diciendo que creía estar trabajando con un amigo genuino, para luego descubrir que "todo sobre él era una mentira". Santos cumple actualmente una sentencia de más de siete años en prisión.

¿A dónde se dirige la política económica y judicial de Trump?

Con maniobras arriesgadas en política exterior, un mercado financiero cada vez más sensible a sus declaraciones y una reconfiguración del Departamento de Justicia bajo figuras como Emil Bove, Donald Trump está construyendo una narrativa donde él es el único defensor viable del «pueblo estadounidense» frente a las élites globalistas y la burocracia institucional.

Lo que es claro es que, tanto dentro del país como en escenarios internacionales, las decisiones económicas y legales de su administración tienen consecuencias duraderas. Sus estrategias ya están moldeando el escenario político de 2024, entre amenazas de tarifa, nombramientos judiciales estratégicos y casos de corrupción electoral que erosionan cada vez más la legitimidad institucional.

Habrá que ver si este nuevo capítulo de Trump es recordado como una era de negociaciones hábiles o como un periodo de inestabilidad gubernamental sin precedentes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press