El renacer de 'Karate Kid': una mirada crítica al legado asiático en Hollywood

Con el estreno de ‘Karate Kid: Legends’, reflexionamos sobre la representación asiática en el cine de artes marciales y cómo el nuevo protagonista marca un cambio generacional

El legado de 'Karate Kid' cumple 40 años

Desde su estreno en 1984, “Karate Kid” se convirtió en una cinta icónica dentro del cine estadounidense. Una historia de superación, enseñanzas y artes marciales que marcó varias generaciones. El arco narrativo de Daniel LaRusso, guiado por el entrañable Mr. Miyagi, forjó no solo una saga cinematográfica, sino también fenómenos de taquilla y cultura pop que resonaron en escuelas de kárate por todo el país.

Hoy, con el estreno de “Karate Kid: Legends”, la franquicia experimenta una evolución significativa: el protagonista es un joven asiático-americano y, por primera vez, dos generaciones de mentores —Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y Mr. Han (Jackie Chan)— se unen para guiar al nuevo héroe: Li Fong, interpretado por Ben Wang. Esta reinterpretación no solo es un homenaje, sino también una oportunidad para revisar la representación asiática en el cine occidental.

Una deuda pendiente: la falta de protagonistas asiáticos

Jeff Yang, autor del libro “The Golden Screen: The Movies That Made Asian America”, ha sido una de las voces más influyentes al poner sobre la mesa una realidad incómoda. Aunque 'Karate Kid' tuvo como figura clave al personaje de Miyagi, interpretado por Pat Morita (quien incluso recibió una nominación al Oscar), en su momento el resto del elenco principal fue casi exclusivamente blanco. Y no es un caso aislado dentro de Hollywood.

De acuerdo con un estudio de la USC Annenberg Inclusion Initiative, solo el 6.6% de los personajes principales en las 100 películas más taquilleras de 2021 fueron interpretados por actores asiático-americanos. Esta infrarrepresentación se agrava cuando se trata de roles positivos o protagónicos.

Para muchos aficionados de las artes marciales y del cine, esta situación ha generado una disonancia: mientras las disciplinas como el kung-fu o el kárate son profundamente asiáticas en sus orígenes culturales, las películas que las representan suelen poner a los asiáticos como segundos planos o villanos exóticos.

De Pat Morita a Ben Wang: ¿el comienzo de una nueva era?

Ben Wang es consciente del lugar que ahora ocupa en “Karate Kid: Legends”. El actor dijo en entrevistas recientes que, al principio, ni siquiera pensó en que estaba marcando un hito como el primer “Kid” asiático-estadounidense. “Eso habla de que hemos avanzado, aunque falta mucho por recorrer”, afirmó. Para él, esto es un “privilegio”, porque representa una evolución —si bien tardía— en la narrativa cultural moderna.

La cinta también funciona como una cápsula multigeneracional entre Chan y Macchio. Jackie Chan, ícono indiscutible del cine de acción asiático con títulos como Drunken Master o Police Story, conecta generaciones tanto dentro como fuera de la película. Su papel de mentor vuelve más potente este “cambio de estafeta”.

Jackie Chan: la figura que nunca se “apagó”

Chan es una leyenda. Con más de 150 películas en su carrera, ha logrado lo impensado: ser amado en Oriente y Occidente, logrando una pericia física que roza lo coreográfico con la comicidad y la ternura. Ben Wang lo resumió con admiración: “Es exactamente como uno se lo imagina. No se desconecta ni cuando no está filmando.”

Incluir a Chan en esta película también significa cerrar el círculo para millones de fans que sienten en él una figura genuina, no solo actoral, sino de respeto por el kárate o kung-fu. Esto se vuelve clave frente a décadas de producciones donde los asiáticos eran estereotipos planos, ridiculizados o simplemente invisibles.

La mirada crítica desde dentro: actores y fans opinan

Steven Ho, artista marcial y coordinador de acrobacias que trabajó en muchos shows de televisión en EE.UU., asegura que nunca sintió falta de representación porque Pat Morita era “el alma del filme”. Sin embargo, también admite que no todos los papeles asiáticos fueron tratados con el mismo respeto.

Vivíamos en los tiempos dorados de Jet Li, de Jackie Chan, podías ver artes marciales reales. Pero claro, en películas estadounidenses, eras el amigo tonto o el villano con acento”, puntualizó Ho.

La influencia en las nuevas generaciones

Hoy existen nuevos referentes que, como los “Twinjas”, están motivando a la juventud a ver en estos héroes oportunidades de representación real. Jonny y Ollie, conocidos por sus presentaciones en “America’s Got Talent” y series como Obi-Wan Kenobi, combinan kárate, MMA y propósito cultural. Los gemelos quieren convertirse en los próximos héroes en pantalla, y admiten que ver a Wang en el papel principal les demuestra que es posible.

Cuando hay un protagonista asiático, me doy cuenta. Es importante. Es lo que yo quiero ver”, dijo Jonny. Para Ollie, tener maestros como el Sr. Miyagi o Mr. Han da visibilidad a que ser guía es tan admirable como ser alumno.

Hoy, niños de todas las razas practican artes marciales, motivados no solo por lo físico, sino por el espíritu de disciplina y respeto. El maestro Ken Nagayama, que entrenó en los mismos dojos usados para escenas del filme original, menciona que cuando salió ‘Karate Kid’, el aumento de interés fue inmediato. “Tenía alumnos blancos, negros, latinos, asiáticos. Todo el mundo quería ser Daniel o aprender del Sr. Miyagi.”

¿Hollywood realmente ha cambiado?

El camino aún es largo. Según la Pew Research Center, los adolescentes consumen horas masivas de contenido digital. Esto hace que lo que vean en pantalla moldee su percepción del mundo. Tener protagonistas diversos, en relatos profundos y sólidos, es más que inclusión: es un imperativo social.

Podríamos decir que “Karate Kid: Legends” marca un posible punto de inflexión. Hay representación, técnica, respeto a la historia original y miras hacia el futuro. Por supuesto, aún falta ver cómo responde la audiencia global, pero entre los fans más jóvenes, el entusiasmo es genuino.

“La idea detrás de esta franquicia es que cualquiera puede ser el 'Karate Kid'”, dice Wang. Y en ese “cualquiera”, hoy, también caben los asiático-americanos que por años tuvieron que conformarse con observar desde el margen.

Una oportunidad de oro para el cine

En tiempos donde las identidades se reivindican y la representación importa más que nunca, Hollywood tiene la posibilidad de no repetir errores del pasado. La nostalgia que envuelve a la franquicia Karate Kid es el vehículo perfecto para provocar ese cambio.

Lo que alguna vez fue el “modelo del sensei asiático alivianado por el alumno blanco carismático” ahora puede transformarse en historias donde ambos aportan por igual. Historias donde no hay estereotipos sino caracteres complejos, creíbles y humanos.

“Karate Kid: Legends” no es solo una película de acción. Es, quizás, la patada de grulla que el cine necesitaba para mirar hacia adelante con honestidad, respeto y diversidad.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press