Jared Young, del anonimato al protagonismo en los Mets: una historia de perseverancia y redención
El bateador canadiense renace en la MLB tras su paso por Corea del Sur y brilla con un jonrón clave en la victoria de los Mets sobre los White Sox
Un regreso soñado tras 613 días
Jared Young no es un nombre que resuene entre las grandes superestrellas de la MLB. Pero en el béisbol, como en la vida, hay historias que merecen ser contadas. El pasado martes, Young conectó su primer jonrón en las Grandes Ligas en 613 días, llevando a los New York Mets a una victoria por 6-4 contra los Chicago White Sox. Una gesta que representa mucho más que una simple cifra estadística: es el símbolo de lucha, constancia e incluso, redención.
"Se sintió como si hubieran pasado esos mismos 613 días", reconoció Young después del partido con una sonrisa que mezclaba alivio y satisfacción. A sus 29 años, el canadiense ha recorrido un camino que, aunque lejos de los reflectores de estrellas como Pete Alonso o Francisco Lindor, lleva el sello de la resiliencia.
Un bateador en busca de su lugar
Young fue ascendido desde Triple-A Syracuse apenas unos días antes del juego, aprovechando la baja del designado Jesse Winker. Desde entonces, ha sido titular en cuatro encuentros consecutivos, demostrando un enfoque y disciplina al bate que rápidamente llamaron la atención del mánager Carlos Mendoza.
“Está obteniendo una oportunidad y la está aprovechando”, dijo Mendoza. “Me gusta su disciplina en el plato. Se ha ganado cada turno y hoy por fin llegaron los resultados."
Una travesía por Norteamérica y Corea del Sur
La historia de Young no es convencional. Nacido en Prince George, Canadá, su ruta hacia las Grandes Ligas comenzó en instituciones poco conocidas como el Connors State College en Oklahoma y Minot State en Dakota del Norte. Fue seleccionado en la 15.ª ronda del Draft de 2017 por los Chicago Cubs, debutando en la MLB en septiembre de 2022.
Sin embargo, su permanencia fue breve. Tras ser colocado en waivers y reclamado por los St. Louis Cardinals, pasó gran parte de 2023 en las menores, antes de ser liberado. En vez de darse por vencido, firmó contrato con los Doosan Bears de la Korea Baseball Organization (KBO), donde sorprendió con un promedio de bateo de .326, 10 cuadrangulares y 39 carreras impulsadas en solo 38 partidos.
Esta experiencia no solo le devolvió la confianza, sino que también lo conectó con Brandon Waddell, pitcher de los Mets con un camino similar de regreso a las Mayores.
Rendimiento en Triple-A y ascenso merecido
Firmó con los Mets en diciembre de 2023 y, tras una breve estancia en la lista de lesionados, comenzó la temporada en gran forma con Syracuse. En solo 22 juegos sumó:
- 5 jonrones
- 5 dobles
- 21 carreras impulsadas
- 12 boletos
- .259 de promedio de bateo
- .393 de OBP y .533 de slugging
Cifras que convencieron a la gerencia de llevarlo de regreso a La Gran Manzana.
El gran día: jonrón y doble en una noche inolvidable
El jonrón de Young en la primera entrada fue un batazo poderoso por el jardín derecho, impulsando dos carreras y colocando a los Mets arriba 4-2. “Se sintió bien. Estoy feliz de estar de regreso. Se sintió como una recompensa tras tanto esfuerzo”, comentó.
En el tercer inning, conectó un doble que preparó la escena para el elevado de sacrificio de Jeff McNeil, marcando su primer partido con múltiples extrabases en la MLB.
“Está teniendo turnos muy buenos. Hoy vimos lo que realmente puede hacer”, señaló Pete Alonso, quien también conectó un jonrón en ese mismo juego. “No solo es buen bateador, sino un gran compañero de equipo. Ha sido un placer tenerlo”.
Una mentalidad de acero
Young dejó claro que la clave de su progreso ha sido la fe en sí mismo. “Creer en ti mismo puede llevarte muy lejos, sin importar lo que hagas en la vida”, subrayó.
“Siempre trato de mantenerme fiel a lo que he aprendido y adaptarme a cada contexto, ya sea en Corea, en las Ligas Menores o ahora aquí. Hacer buenos turnos, ser disciplinado y difícil de ponchar siempre han sido mis principios”, explicó.
El impacto de los peloteros “de rol”
Aunque algunos nombres dominan los titulares, los equipos campeones a menudo se construyen con jugadores como Jared Young: peloteros preparados, que aprovechan cada minuto en el diamante. Su adaptabilidad a diferentes contextos —desde los college en EE. UU., hasta la KBO y Triple-A— demuestra la profundidad y valor que aportan al roster.
“Este equipo tiene grandes nombres, pero también espacio para tipos como yo. Me siento parte de esto y quiero ayudar a ganar juegos”, dijo Young, que bateó sexto en una ofensiva que incluye a figuras como Alonso, Lindor y la estrella dominicana Juan Soto.
El valor de la perseverancia en el béisbol moderno
La historia de Young refleja una narrativa que cada vez cobra más importancia en la era moderna del béisbol: la de los jugadores que enfrentan la incertidumbre laboral zambulléndose en ligas extranjeras como la KBO o la NPB (Japón), y más tarde regresan transformados.
Algunos ejemplos de éxito:
- Eric Thames: regresó de Corea como estrella y firmó con los Milwaukee Brewers.
- Miles Mikolas: tras pasar por la NPB, volvió y se convirtió en as de los Cardinals.
- Chris Flexen: de la KBO a una sólida campaña de regreso con los Mariners.
Es una tendencia creciente, que da frutos a equipos dispuestos a explorar talento más allá del sistema convencional.
¿Y ahora qué?
Con Jesse Winker aún fuera, Young tiene posibilidades reales de seguir como titular. Si mantiene su producción y control en el plato, puede consolidarse como pieza clave en la rotación de bateadores zurdos del club.
“Estoy tratando de mantener todo sencillo. Es el mismo béisbol en cualquier parte del mundo. Si produces, te ganas tu lugar”, concluyó Young.
En una temporada larga, donde los Mets aspiran a volver a los playoffs, este tipo de contribuciones “inesperadas” pueden marcar la diferencia. Jared Young no busca ser portada en cada juego, solo desea continuar haciendo lo que ama: jugar béisbol al más alto nivel.