La guerra de los aranceles de Trump tambalea: un fallo judicial impacta su estrategia comercial global
Una corte federal bloquea los aranceles generalizados impuestos bajo poderes de emergencia, cuestionando la legalidad y efectividad de la agenda económica del expresidente
Un revés legal para una política comercial sin precedentes
Donald Trump, desde sus primeros días en la Casa Blanca, redefinió la política comercial estadounidense. Con el argumento de que los déficits comerciales eran una amenaza a la seguridad nacional, buscó transformar el comercio exterior a través de medidas proteccionistas. Pero esta semana, un fallo de la Corte de Comercio Internacional (CIT, por sus siglas en inglés) ha lanzado un golpe que podría desmantelar gran parte de su legado arancelario.
Un panel de tres jueces determinó que el expresidente excedió su autoridad al invocar la Ley de Poderes Económicos en Caso de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA) para instaurar aranceles generalizados sin aprobación del Congreso. Esta decisión pone en entredicho la capacidad presidencial de imponer impuestos unilaterales a importaciones e interfiere de forma directa con los principios establecidos en la Constitución sobre quién tiene el poder de imponer tributos.
¿Qué pretendía Trump con estos aranceles?
Trump aplicó aranceles de hasta un 50% a socios comerciales con los que EE.UU. tenía déficits comerciales, y un mínimo del 10% al resto del mundo. Según su interpretación del IEEPA, dichos déficits constituían una emergencia nacional. También los justificó usando argumentos fronterizos, alegando que el tráfico de drogas e inmigración ilegal desde México, China y Canadá demandaba una respuesta comercial severa.
Sin embargo, el tribunal concluyó que estos déficits eran problemas de larga data—EE.UU. ha tenido déficit comercial los últimos 49 años consecutivos—y no una emergencia súbita, por lo que el uso del IEEPA fue inapropiado.
¿Por qué es tan relevante este fallo?
El IEEPA fue promulgado originalmente para permitir que el presidente actuara frente a amenazas extranjeras graves y repentinas. Invocar esa ley para aplicar aranceles de forma generalizada, como hizo Trump, cambia drásticamente su propósito original.
“El fallo destruye la justificación de la administración Trump para usar poderes de emergencia federales con el fin de imponer aranceles, lo cual sobrepasa la autoridad del Congreso y contraviene principios básicos de debido proceso”, dijo Eswar Prasad, experto en política comercial de la Universidad de Cornell.
El impacto internacional del fallo
La decisión tiene implicaciones no solo internas, sino también diplomáticas. Wendy Cutler, vicepresidenta del Asia Society Policy Institute y exnegociadora comercial de EE.UU., afirmó que muchos socios comerciales que estaban negociando bajo presión de los aranceles podrían ahora esperar al desarrollo legal del caso antes de comprometerse a nuevas concesiones.
Este escenario implica una pausa en las negociaciones actuales y un reajuste en cómo los países planean sus exportaciones a EE.UU. “La política comercial del presidente ha entrado en una fase de profunda incertidumbre”, dijo Cutler.
¿Qué queda en pie del arsenal comercial de Trump?
Este dictamen no desmantela todos los aranceles impuestos por la administración Trump. Se mantienen, por ejemplo, los que afectan al acero, aluminio y automóviles, ya que fueron establecidos bajo una ley distinta—la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962—que sí permite al presidente actuar tras una investigación del Departamento de Comercio.
Además, las reglas del Acta de Comercio de 1974 aún facultan al presidente a imponer aranceles, pero los limitan al 15% y por un máximo de 150 días.
Un contexto global más amplio
Este fallo llega en un momento delicado para la economía mundial. Como consecuencia de las políticas comerciales estadounidenses, países como Corea del Sur han experimentado contracciones económicas. El Banco de Corea recortó su tasa de interés clave a 2.5% e hizo una fuerte revisión a la baja de su proyección de crecimiento para 2025, pasándola del 1.5% al 0.8%.
En su declaración, la entidad indicó que “las tensiones comerciales globales, impulsadas en parte por las políticas arancelarias de EE.UU., continúan nublando las perspectivas económicas”.
Además, el contexto político surcoreano también se ha visto desestabilizado luego de la destitución del expresidente Yoon Suk Yeol y la próxima elección presidencial, elementos que suman incertidumbre al comercio internacional.
¿Queda Trump sin herramientas comerciales?
No exactamente. El fallo no impide que un presidente imponga aranceles, pero sí establece límites claros a la forma y justificación legal utilizadas. Al evidenciar que una declaración de emergencia nacional no es válida para problemas comerciales crónicos, impone un cerco legal que podría frenar futuras acciones sin respaldo del Congreso.
Esto también representa un llamado a los legisladores para recuperar parte del control constitucional que han ido cediendo al Ejecutivo en materia comercial durante las últimas décadas.
¿Qué podría pasar ahora?
La administración Trump ha apelado la decisión. Si el caso sigue adelante, la instancia siguiente será el Tribunal Federal de Apelaciones del Circuito, y eventualmente podría llegar a la Corte Suprema, que podría dictar jurisprudencia duradera sobre los poderes presidenciales en materia económica.
Mientras tanto, empresas como las automotrices o firmas tecnológicas que dependen de componentes importados seguirán replanteándose sus cadenas de suministro. Algunas podrían incluso acelerar importaciones por temor a que los aranceles se reinstalen, aunque sea temporalmente.
El otro lado de la moneda: los productos agrícolas
Curiosamente, uno de los sectores que mejor ha sobrellevado las presiones arancelarias ha sido el agrícola, en especial en el caso de los aguacates. Aunque Trump en algunos momentos amenazó con gravar las importaciones mexicanas, nunca tocó este producto debido a su alta popularidad y al hecho de que EE.UU. no produce suficientes para cubrir la demanda.
Desde que se permitió la importación de aguacates mexicanos en 1997, el consumo se ha multiplicado por tres. En 2021, el promedio de consumo por persona en EE.UU. superó los 8 libras (3.6 kg) por año.
“Si vas a cultivar en California, el aguacate es la mejor opción ahora mismo”, dijo Ken Melban, presidente de la California Avocado Commission.
Una agenda en entredicho
La política comercial de Trump, caracterizada por su agresividad, unilateralismo y desprecio por las reglas multilaterales, siempre fue objeto de debate. Detrás de su retórica proteccionista había profundas críticas a la globalización y a la supuesta pérdida de empleos estadounidenses. Pero también generó volatilidad en los mercados, aumentos de costos para empresas y consumidores, y tensiones diplomáticas innecesarias.
Mientras el expresidente enfrenta batallas legales por sus decisiones pasadas, su visión comercial encuentra hoy límites judiciales y políticos. La pregunta ahora es: ¿volvería a intentarlo con nuevos argumentos si regresara al poder? O, más bien, ¿este veredicto cambiará para siempre la forma en que EE.UU. diseña su política comercial?