De Roland-Garros a las calles de París: Djokovic pedaleando hacia la historia

Novak Djokovic, entre bicicletas y raquetas, busca su título número 25 de Grand Slam mientras recorre la capital francesa como un turista más.

Novak Djokovic, el tenista serbio de 38 años y actual campeón con 24 títulos de Grand Slam, está viviendo una etapa singular en su carrera. A tan solo unas horas de disputar su partido en la segunda ronda del Roland-Garros 2025 frente al francés Corentin Moutet, fue visto pedaleando tranquilamente alrededor del Arc de Triomphe, en el corazón de París.

En lugar de calentar en la tradicional pista de arcilla o revisar estrategias con su equipo técnico, Djokovic optó por una noche fuera del estándar: se subió a una bicicleta, se enfundó en un chándal azul oscuro, ajustó su casco y emprendió un paseo nocturno por la siempre vibrante ciudad parisina. La escena fue grabada por un transeúnte y rápidamente se viralizó en redes sociales.

Un campeón relajado y cercano

La imagen es poderosa. Djokovic, conocido por su intensidad competitiva y su régimen estricto de preparación, sorprendió a todos al mostrarse accesible y relajado. Aunque navegaba por uno de los puntos más caóticos para circular en bicicleta —la rotonda del Arc de Triomphe—, lucía cómodo y sereno. Cuando un fan le gritó desde la calle: “I love you!”, él respondió con una sonrisa: “I love you too”.

Más allá del gesto simpático y anecdótico, esta actitud revela una faceta del campeón que muchos no conocían: la del hombre que, pese a luchar por batir récords históricos, también se permite disfrutar del presente.

El peso de la historia sobre los hombros

Después de haber conquistado el título número 100 de su carrera profesional—una cifra que lo coloca en la cúspide del tenis mundial—Djokovic busca ahora su corona número 25 en torneos de Grand Slam. Esa cifra lo separaría aún más de sus rivales contemporáneos como Rafael Nadal (22) y Roger Federer (20), reforzando su estatus como el más exitoso de todos los tiempos en torneos mayores.

Este viaje por París puede ser simbólicamente interpretado como el de un hombre que, a punto de hacer historia, toma una pausa consciente para respirar, observar y absorber la cultura y belleza de la ciudad donde podría sellar otro momento épico.

De Belgrado al mundo: el viaje de una leyenda

Nacido en Belgrado en 1987, Djokovic emergió como una figura dominante en el circuito ATP a mediados de la década del 2000. Su primer título de Grand Slam llegó en el Abierto de Australia en 2008. Desde entonces, ha mantenido una constancia pocas veces vista: ha ganado al menos un Grand Slam por año en 15 temporadas distintas.

Además de sus logros en la cancha, Djokovic ha generado titulares por temas extradeportivos: desde su controvertida posición respecto a las vacunas, pasando por su ruptura con figuras del mundo del tenis, hasta su rol como líder de PTPA (Asociación de Jugadores Profesionales de Tenis).

Roland-Garros: el escenario ideal para una nueva hazaña

El torneo de Roland-Garros, disputado en la famosa arcilla parisina, ha sido históricamente el más desafiante para Djokovic. Mientras Rafael Nadal ha dominado con 14 títulos, Djokovic ha ganado 3 veces en París (2016, 2021 y 2023), pero cada victoria ha requerido esfuerzo titánico.

En esta edición 2025, Djokovic llega como favorito, especialmente con la retirada momentánea de Nadal por cuestiones físicas y la inconsistencia de nuevas figuras como Medvedev o Sinner sobre la arcilla. Su próximo rival, Corentin Moutet, es un francés impredecible y energético, pero sin el bagaje necesario aún para frenar a un Djokovic en modo récord.

La psicología del campeón

Expertos psicoanalistas deportivos como el Dr. Jim Loehr destacan que “los grandes campeones no solo trabajan su cuerpo, también su mente y emociones. Saber cuándo desconectar es clave”. En el caso de Djokovic, este paseo nocturno podría responder a una estrategia de manejo de estrés y recreación activa, una herramienta cada vez más valorada en la élite del deporte.

“Djokovic redefine la manera de competir a los 38 años. No es solo condición física, es inteligencia emocional, adaptación y dominio mental”, concluye Loehr.

¿Una despedida en cámara lenta?

Cabe preguntarse si Djokovic, con 38 años cumplidos, está marcando el inicio de su despedida del deporte. No hay señales explícitas de su retiro, pero pequeños gestos como este paseo en bicicleta, sus menciones al balance vida personal-deportiva y el enfoque relajado en conferencias de prensa, siembran la duda.

El serbio ha dicho varias veces que quiere estar presente para su familia, que el tenis no es todo, y que su legado va más allá de los trofeos. Entonces, ¿será París 2025 el último Roland-Garros con Djokovic como participante?

Probablemente no, pero sin duda estamos presenciando al hombre que se preparó toda su vida para competir con grandeza, mostrándonos ahora dimensiones más humanas: el turista, el ciclista nocturno, el padre, el filósofo del tenis.

El impacto social y cultural del “fenómeno Djokovic”

Djokovic no solo ha dejado marca en las pistas. En Serbia ha sido un líder e ícono nacional, involucrado en causas filantrópicas y proyectos educativos. Su fundación ha creado iniciativas exitosas como “Early Childhood Development” que busca mejorar las condiciones de acceso escolar temprano en los Balcanes.

En tiempos de conflicto en Europa del Este, ha abogado por la unidad y el deporte como vehículo de paz. Sus palabras han resonado incluso entre quienes no siguen el tenis: “No necesitamos ser iguales para respetarnos. En la cancha, somos rivales; fuera, somos hermanos.”

Un futuro más allá de la raqueta

En recientes entrevistas, Djokovic ha revelado facetas poco conocidas: su pasión por el ajedrez, la filosofía oriental, la tecnología aplicada al deporte, e incluso una idea incipiente de dedicarse a la política deportiva en algún momento. Visionario y disruptivo, no sorprendería verlo liderando instituciones o causas una vez que cuelgue la raqueta.

También podría seguir los pasos de íconos como Björn Borg o Andre Agassi, quienes encontraron una nueva vida ligada al deporte pero desde ángulos innovadores, ya sea como entrenadores, empresarios o mentores.

Mientras tanto, París espera una pieza más del rompecabezas

Mientras miles de fanáticos aguardan expectantes el choque contra Moutet, y potenciales duelos épicos en los días venideros, Djokovic escribe una historia que no solo se resume en estadísticas, sino en momentos como este: un paseo en bicicleta alrededor de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, como si fuera simplemente un visitante más, sin dejar de ser una leyenda viviente.

Porque al final, incluso los gigantes necesitan rodar, fluir, y sentirse parte del mundo que conquistan... a veces, una pedalada a la vez.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press