Ngũgĩ wa Thiong’o: El gigante literario africano que desafió al poder hasta el final

Un homenaje, análisis e historia del legendario escritor keniano cuya muerte marca el cierre de una era de resistencia intelectual africana

Por décadas, la literatura africana estuvo marcada por una figura ineludible: Ngũgĩ wa Thiong’o. Su voz, poderosa, lúcida y profundamente enraizada en las realidades sociales de Kenia, dejó un legado incomparable.

El 29 de mayo de 2025, el mundo perdió a una de las mentes más brillantes y críticas de África. A sus 87 años, Ngũgĩ falleció en Bedford, Georgia (Estados Unidos), cerrando un capítulo dorado de las letras africanas cargado de compromiso con la verdad, la justicia social y la decolonización mental de su pueblo.

Un faro literario en tiempos de oscuridad política

Nacido en 1938 en la entonces colonia británica de Kenia, Ngũgĩ wa Thiong’o vivió en carne propia los horrores del colonialismo y la lucha feroz por la independencia. Esos eventos moldearon no solo su vida, sino también su carrera literaria. Su obra debut, "Weep Not, Child" (1964), fue la primera novela publicada en inglés por un escritor de África Oriental. Desde ese momento, el autor se convirtió en un cronista implacable de las injusticias civiles y económicas del colonialismo y del régimen posterior a la independencia.

Su literatura no era escapismo; era resistencia. Era política. Y eso lo llevó a la cárcel en 1977.

Tras el estreno de su obra teatral "Ngaahika Ndeenda" ("Me casaré cuando quiera"), que criticaba el neocolonialismo y la desigualdad tras la independencia, el gobierno de Daniel Arap Moi lo encarceló, obligándolo a escribir su siguiente novela "Caitaani Mutharaba-Ini" ("El diablo en la cruz") en papel higiénico desde su celda.

Del inglés al kikuyu: la revolución lingüística de Ngũgĩ

Uno de los momentos más radicales y simbólicos en la carrera del autor fue su decisión de dejar de escribir en inglés y comenzar a hacerlo exclusivamente en kikuyu, su idioma materno. Este movimiento no solo descolonizó su pluma, sino que sirvió de inspiración a otros escritores africanos que buscaron rescatar sus lenguas autóctonas frente al dominio cultural occidental.

En su ensayo fundamental "Decolonising the Mind" (1986), Ngũgĩ escribió:

"El idioma es un medio de comunicación, pero también un portador de cultura. El colonialismo procuró implantar su dominio no solo político y económico, sino cultural. Y lo hizo a través del idioma".

Así, Ngũgĩ denunció el rol que había jugado el sistema educativo colonial al reprimir las lenguas africanas y celebró la narrativa oral, ancestral y comunitaria de su continente.

Exilio, intentos de asesinato y una carrera consagrada

Sus posturas incómodas para el poder lo forzaron al exilio en 1982. Vivió en Inglaterra e Irlanda antes de emigrar a Estados Unidos, donde fue profesor distinguido de Literatura Comparada en la Universidad de California, Irvine. Durante ese tiempo, hubo al menos dos intentos de asesinato en su contra, uno de los cuales involucró ataques físicos a su esposa mientras dormían en su domicilio.

Ngũgĩ nunca dejó de escribir. Obras como "Matigari" (1986) o "Wizard of the Crow" (2006) se publicaron en kikuyu y se tradujeron a decenas de idiomas. Su estilo mezcla el realismo mágico con la sátira política y una fuerte dosis de reflexión cultural. Aunque ampliamente nominado, nunca recibió el Premio Nobel de Literatura, una omisión que ha sido criticada tanto en África como fuera de ella.

Homenajes desde todas las esferas

A su muerte, las reacciones llegaron de todo el mundo. El presidente de Kenia, William Ruto, lo llamó “un gigante de las letras kenianas” y destacó que su coraje fue clave para moldear las conversaciones sobre justicia social.

Raila Odinga, líder de la oposición, escribió: “Ha caído un gigante africano”. Incluso las librerías de Nairobi se sumaron a los tributos. Nuria Bookstore preparó una estantería entera dedicada a su obra, como gesto de respeto y ofrenda literaria.

Su hijo, Mukoma Wa Ngũgĩ, también escritor, expresó: “Soy quien soy gracias a él, como hijo, académico y escritor”.

Ngũgĩ y el debate contemporáneo sobre la libertad de expresión

La vigencia de la obra de Ngũgĩ no puede subestimarse. En una época donde las libertades se ven amenazadas incluso en democracias formales, sus textos adquieren nueva fuerza como espejo crítico para pueblos oprimidos.

Su decisión de regresar simbólicamente a su idioma fue un acto de rebeldía lingüística pero también un llamado a recuperar lo propio, a no someter la mente africana a las lógicas impuestas desde afuera.

“Nuestra tarea como escritores no es adormecer al pueblo con sueños, sino despertarlo con verdades”, escribió alguna vez Ngũgĩ.

Un cataclismo intelectual

Ngũgĩ wa Thiong’o fue mucho más que un escritor. Fue un revolucionario de la cultura, un pensador crítico de talla mundial y un padrino espiritual del panafricanismo literario. Su obra seguirá hablándonos, gritándonos incluso, desde lo más profundo del kikuyu y del inglés, exigiéndonos ética, memoria y acción.

En palabras del profesor Macharia Munene: “Ngũgĩ escribió inglés como un africano, y eso es un don que muy pocos tienen”.

Siete datos para recordar a Ngũgĩ wa Thiong’o

  • Nació: Kamiriithu, Kenia, 1938.
  • Primera novela: “Weep Not, Child” (1964).
  • Arrestado en: 1977, por críticas al gobierno en una obra teatral.
  • Idioma de sus últimos libros: Kikuyu.
  • Obras clave: “Petals of Blood”, “Matigari”, “Devil on the Cross”.
  • Premios: Doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo.
  • Último cargo: Profesor en University of California, Irvine.

¿Es posible otro Ngũgĩ?

Quizá no. Su perfil es el de una rara conjunción de talento, valentía y amor a su tierra. Pero los escritores africanos actuales, desde Chimamanda Ngozi Adichie hasta Jennifer Nansubuga Makumbi, han reconocido su influencia. Tal vez aún más importante, su llamado a “descolonizar la mente” sigue resonando en movimientos académicos, activistas y artísticos.

Mientras se imprimen reediciones de sus libros y se organizan congresos con su nombre, recordar a Ngũgĩ no es solo rendir tributo al pasado, sino reafirmar la promesa de un futuro africano con voz propia.

Ngũgĩ wa Thiong’o puede haber fallecido, pero su palabra –esa lanza contra el silencio y la opresión– continúa viva.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press