Etienne-Émile Baulieu: El Científico que Revolucionó la Libertad de las Mujeres

Un homenaje al pionero de la píldora abortiva que desafió tabúes, transformó la medicina y luchó por el derecho a decidir

El legado de un hombre que cambió el curso de la ciencia y los derechos humanos

El pasado viernes falleció en París Etienne-Émile Baulieu a los 98 años, dejando tras de sí una huella científica, ética y social inigualable. Reconocido globalmente como el inventor de la píldora abortiva RU 486, Baulieu fue mucho más que un médico investigador: fue un revolucionario para los derechos reproductivos de millones de mujeres en todo el mundo.

Este endocrinólogo francés no solo rompió techos en el campo de la medicina, sino que también desafió valientemente los tabúes y la intolerancia institucional. En un momento donde muchos querían callar, él habló alto. Donde otros retrocedían, él avanzaba.

Un inicio marcado por la resistencia

Nacido como Etienne Blum el 12 de diciembre de 1926 en Estrasburgo, Francia, su vida tomó un rumbo heroico desde muy joven. A los 15 años, se unió a la Resistencia Francesa contra la ocupación Nazi. Adoptó el alias 'Émile Baulieu' como muchos miembros del movimiento clandestino, alias que luego sería parte esencial de su identidad científica y política.

Tras completar su doctorado en medicina en 1955 y luego un doctorado en ciencias en 1963, fundó una unidad de investigación avanzada sobre hormonas en el INSERM (Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale). Estuvo al frente de estas investigaciones hasta 1997, situando a Francia en la vanguardia de las ciencias endocrinas.

RU 486: Ciencia al servicio de la libertad

El descubrimiento que cambió el mundo llegó en 1982, cuando presentó la molécula RU 486 (Mifepristona), una alternativa médica segura al aborto quirúrgico. Esta píldora se convirtió en una revolución médica y social: no invasiva, eficaz y con menos riesgos físicos y psicológicos para las mujeres.

“Su investigación fue guiada por su compromiso con la libertad de las mujeres y el progreso de la ciencia”, mencionó el Instituto Baulieu en un comunicado. Pero este avance no estuvo exento de desafíos. Baulieu recibió ataques personales, amenazas de grupos antiaborto y fuertes presiones políticas en Francia, Estados Unidos y otras partes del mundo.

Hoy, más de 60 países permiten el uso de la Mifepristona de forma legal y segura, incluyendo Canadá, Francia, India y gran parte de Europa. Según Guttmacher Institute, en EE.UU. el 54% de los abortos se realizan con píldoras, siendo RU 486 la más usada, aunque su acceso continúa siendo cuestionado en varios estados.

Más allá del aborto: el poder de las neurohormonas

Baulieu no se detuvo. Durante las últimas décadas, se adentró en el estudio de hormonas como la DHEA, ligada al envejecimiento, y los neuroesteroides, moléculas presentes en el sistema nervioso capaces de modular el estado de ánimo, la memoria y la resistencia neuronal al Alzheimer.

Precisamente en 2008 creó el Institut Baulieu con la misión de entender y combatir enfermedades neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer. Al momento de su fallecimiento, uno de sus tratamientos originales contra la depresión se encontraba en ensayos clínicos en hospitales universitarios franceses.

Un científico celebrado y criticado

El reconocimiento internacional no tardó en llegar. Baulieu fue miembro y presidente de la Academia de Ciencias de Francia, recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor y el Ordre National du Mérite. Fue también parte del Comité Consultivo Nacional sobre Ciencias de la Vida y la Salud entre 1996 y 2002.

El presidente francés Emmanuel Macron lo honró diciendo: “Pocos franceses han cambiado el mundo en semejante medida... fue un faro de coraje, una mente progresista que ayudó a dar libertad a las mujeres”.

La batalla contra los dogmas y el patriarcado

En palabras de Baulieu en una entrevista de 2012: “La ciencia debe estar al servicio del ser humano, no del dogma ni del poder ideológico”. Esta postura le valió enemigos influyentes, desde grupos religiosos hasta sectores conservadores de gobiernos que intentaron frenar el avance del derecho a decidir de las mujeres.

Uno de los momentos más oscuros fue durante el gobierno de George W. Bush en Estados Unidos, cuando se intentó bloquear la distribución de RU 486 por presión del lobby evangélico. Sin embargo, organismos como la FDA y la evidencia científica ganaron la batalla, aunque las tensiones legales continúan hasta hoy.

En países donde el aborto todavía es ilegal (como El Salvador, Nicaragua, Malta o Filipinas), la píldora sigue siendo una opción clandestina, muchas veces introducida por organizaciones internacionales y activistas feministas que arriesgan prisión para ofrecer una salida médica segura.

Vida personal y convicciones inquebrantables

Tras enviudar de su primera esposa, Yolande Compagnon, Baulieu se casó con la productora de televisión Simone Harari. Le sobreviven tres hijos, ocho nietos y nueve bisnietos.

Baulieu no solo fue defensor del acceso equitativo a tratamientos médicos, también propuso debates éticos y políticos sobre el envejecimiento, el suicidio asistido y la libertad del cuerpo humano. “No somos eternos. Lo importante es vivir bien, con decisión y dignidad”, escribió en uno de sus libros.

Un pionero que sigue inspirando

Etienne-Émile Baulieu dejó un campo fértil para futuras generaciones de científicos e innovadores sociales. Su legado es también un llamado a seguir luchando por una ciencia sin censura, una medicina con equidad y una sociedad -en sus palabras- “menos hipócrita y más justa”.

Su historia nos recuerda que detrás de cada revolución médica hay una figura humana enfrentando resistencias, incomprensiones y, a veces, odio. Pero también hay coraje, visión y un propósito transformador.

Y en ese terreno, Baulieu fue un gigante.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press