Veteranos, lesiones y promesas: el incierto presente de los mariscales de campo en la NFL
Richardson, Wilson y Rodgers representan realidades distintas, pero comparten un mismo escenario: la transición constante en la posición más importante del juego
El eterno dilema del quarterback en la NFL
En la actual NFL, cada temporada representa mucho más que juegos. Representa cambios, ajustes, adaptaciones. Y en medio de todo se encuentra la figura central de cualquier equipo: el quarterback. El mariscal de campo funciona como el corazón estratégico del equipo, y su estabilidad es vital. Sin embargo, como hemos visto recientemente con Anthony Richardson (Colts), Russell Wilson (Giants) y Aaron Rodgers (Steelers), la estabilidad es un lujo que pocos equipos pueden permitirse.
Anthony Richardson: ¿una promesa que no despega?
Anthony Richardson llegó a Indianápolis en 2023 como una mezcla letal de físico envidiable y potencial desbordante. Sin embargo, las lesiones han empañado seriamente su trayectoria. En apenas dos temporadas ha sufrido múltiples contratiempos físicos, perdiéndose 17 encuentros. Esto incluye una lesión en la articulación acromioclavicular (AC) del hombro de lanzar, la misma que vuelve a ponerlo en pausa este año.
Richardson no participará en el minicampamento obligatorio, y su disponibilidad para el campamento de entrenamiento sigue en duda. El entrenador Shane Steichen ha confirmado que no se necesitará cirugía, pero aún no hay claridad sobre cuándo volverá a lanzar.
Una estadística escalofriante: entre 2023 y 2024, Richardson apenas ha jugado el 28% de los partidos posibles (6 de 22). En una liga donde el tiempo de desarrollo es vital, este tipo de ausencias afecta no solo el ritmo del jugador, sino también la inversión técnica y mental del equipo.
¿Competencia o reemplazo en puerta?
La llegada de Daniel Jones a los Colts pone en perspectiva el futuro inmediato de Richardson. Jones, quien firmó como agente libre en marzo, entra al equipo como un competidor directo. ¿Estamos quizá ante una transición prematura? ¿Perderá Richardson la fe del cuerpo técnico pese a ser elegido como el futuro?
Russell Wilson: la experiencia como bastión de liderazgo
Mientras que Richardson lucha por consolidarse, Russell Wilson viaja por otra vía: la veteranía. El exmariscal de campo de los Seahawks y Broncos, ahora en los New York Giants, enfrenta la paradoja del líder interino. A sus 36 años, con un contrato de un año por 21 millones de dólares, Wilson sabe que los focos están sobre Jaxson Dart, la promesa recién seleccionada en la primera ronda del draft.
Wilson no se desanima. Su enfoque es claro: mentoría, competencia sana y liderazgo. En palabras del propio Wilson:
“Lo más importante para mí es simplemente dar lo mejor cada día y liderar. Siempre pienso en liderar a todos, en cada momento.”
El veterano llevó a Pittsburgh a los playoffs en 2024, y aunque su desempeño fue más bien funcional (2,482 yardas, 16 touchdowns, 96.5 de rating), su valor actual radica en algo que no se mide en estadísticas: presencia.
Jaxson Dart: ¿la próxima gran figura?
Jaxson Dart, mariscal con brazo potente salido de Ole Miss, representa la antítesis de Wilson: juventud, expectativa, futuro. Los Giants lo proyectan como su líder del mañana, pero mientras tanto, se mantiene en un rol de alumno silencioso, rodeado de veteranos como Jameis Winston y Tommy DeVito.
Ross Tucker, exjugador y actual analista de CBS, opina:
“Lo más inteligente que puede hacer Nueva York es dejar que Wilson asuma este año, que Jaxson aprenda bien y que no se repita el ciclo de quemar talento joven sin preparación.”
Aaron Rodgers: el capítulo final (¿feliz?) en Pittsburgh
En Pittsburgh, los Steelers aún buscan estabilidad después de la retirada de Ben Roethlisberger en 2021. Entra Aaron Rodgers, de 41 años y cuatro veces MVP, como un remedio a corto plazo pero de perfil alto. Su fichaje —que por ahora es verbal— representa una maniobra tanto táctica como simbólica.
Rodgers tuvo una estadía convulsa en los New York Jets, donde pese a lanzar 28 touchdowns, su protagonismo mediático superó al deportivo. Su nuevo entrenador, Mike Tomlin, ha mantenido una relación de mutua admiración con Rodgers desde hace años. Ahora, esa conexión finalmente cristaliza en una firma.
Pittsburgh contará con Rodgers como su quinto quarterback titular en cinco años. En ninguna otra franquicia esto sería un buen síntoma, aunque los Steelers, fieles a su tradición, han sabido mantenerse competitivos, clasificando cuatro veces a playoffs en cinco años. Eso sí, siempre cayendo en primera ronda.
El juego de los relevos
En el ajedrez de la NFL, tener al mariscal correcto puede marcar la diferencia entre un año de reconstrucción o uno rumbo al Super Bowl. Analizando los tres casos:
- Richardson simboliza el poder del potencial, pero también el peso de la fragilidad física.
- Wilson representa la experiencia útil, esa que no pretende ser eterna pero que enseña.
- Rodgers encarna la búsqueda de legado, el último intento por cerrar una carrera gloriosa con dignidad.
En una liga que gira alrededor de la posición de quarterback, estos tres jugadores demuestran que las realidades, aunque distintas, se cruzan en la misma pregunta clave para cualquier franquicia: ¿tenemos al indicado?