¿Músculo o resistencia? La transformación física de la defensa de los Jaguars y el caso de Josh Hines-Allen
Después de un año desastroso, los Jaguars reformulan su enfoque físico y mental. ¿Puede una defensa más ágil devolverle la dignidad a Jacksonville?
Un giro inesperado en Jacksonville
La temporada 2023 de los Jacksonville Jaguars fue una decepción total. Concluyeron con un récord de 4-13, su defensa se desplomó a niveles alarmantes y su ofensiva perdió chispa. Pero, como suele decirse, “en tiempos de crisis, nacen las oportunidades”, y eso es precisamente lo que ha pasado con la defensa de los Jaguars: una revolución desde dentro.
Hoy, en este artículo de Analysis, nos sumergimos en la transformación física y estratégica de la defensa de Jacksonville, encabezada por nombres como Josh Hines-Allen, Devin Lloyd, Travon Walker y más. ¿Será suficiente este cambio para dar un giro completo al destino del equipo?
El mantra del fracaso: “Mass Kicks Ass”
Todo comenzó con una filosofía física intensa e imponente impuesta por el ex coordinador defensivo Ryan Nielsen: ganar masa muscular era prioridad, y su lema era claro: “Mass Kicks Ass” (la masa manda).
La idea parecía lógica. Más masa significaba más fuerza. Pero la realidad dentro del campo fue distinta. Mientras los jugadores ganaban kilos, perdían rendimiento. La defensa terminó en el penúltimo lugar de la NFL en yardas permitidas, con ¡casi 390 por partido! Permitieron 26 puntos por juego (segunda peor marca) y, lo más alarmante, fueron el equipo con menos balones recuperados en toda la liga: solo 9.
Josh Hines-Allen, estrella de la línea, vio cómo su peso se disparó a 285 libras (129 kg), una cifra récord en su carrera. Aunque evitó culpar directamente el peso por su descenso de rendimiento, lo dejó entrever claro: “Fue mucho. Demasiado.”
De 17.5 a 8 sacks: la caída de Hines-Allen
En 2023, Hines-Allen había sido un terror para las ofensivas rivales con 17.5 capturas, una de las mejores marcas individuales de la NFL. Pero en 2024, con su nueva masa, logró solo 8 sacks. Su cuerpo no respondía igual. “Mi cuerpo no cooperaba…”, confesó.
¿Cómo pasó de ser una máquina de capturas a una sombra de sí mismo? El exceso de masa fue un factor más que influyente. Aunque cuidaba su alimentación y entrenamiento con rigurosidad, el sobrepeso ralentizó su dinámica. “Tomó un gran esfuerzo mental y físico salir de ese agujero”, explicó.
Reestructuración desde arriba: nuevos líderes y nueva filosofía
Tras el fracaso, el propietario Shad Khan decidió limpiar la casa. Despidió al entrenador Doug Pederson, al gerente general Trent Baalke y a casi todo el cuerpo técnico, incluida la unidad de fuerza y acondicionamiento físico liderada por Nielsen.
En su lugar llegaron nombres nuevos con ideas completamente distintas: el entrenador Liam Coen, el gerente general James Gladstone y el vicepresidente Tony Boselli. Ellos trajeron como primer mandato: “La masa quedó en el pasado”.
La nueva versión del equipo: más agilidad, más explosividad
El cambio fue inmediato. El objetivo ahora era recuperar agilidad, velocidad y resistencia. Hines-Allen abandonó los 285 libras, aunque se negó a revelar su nuevo peso, asegurando que se sentía “más rápido, más sano y ligero”.
Los resultados se ven incluso en entrenamientos: el ala defensiva marcó 20 millas por hora en una carrera durante la pretemporada. “Todavía lo tengo”, bromeó. Pero no es solo un asunto de bromas: ya está pensando en el récord de capturas del equipo, que pertenece a Tony Brackens con 55. Hines-Allen tiene 53. El objetivo está a la vista.
No está solo. El linebacker Devin Lloyd bajó de 255 a 240 libras. Travon Walker también redujo grasa corporal y mejoró su índice de masa corporal. Los veteranos Arik Armstead, Foye Oluokun y DaVon Hamilton también están físicamente más ligeros y dinámicos.
“Puedes jugar más tiempo sin cansarte, romper trayectorias con más potencia, moverte mejor. Para mí, el cardio fue todo. Ahora mi resistencia me permite dar más allá de cuatro o cinco jugadas sin agotarme”, declaró Lloyd.
¿Qué dicen los expertos?
Los analistas deportivos han aplaudido esta transformación. Louis Riddick, exjugador y comentarista de ESPN, afirmó que “la defensa de los Jaguars era la más estática en 2023, sin chispa ni estrategia… esta versión tiene potencial de play-off si acompañan métricas ofensivas.”
Desde Pro Football Focus destacan que Hines-Allen, incluso pasados los 30 años, tiene el talento para ser All-Pro si se mantiene físicamente como está ahora.
Estadísticas históricas:
- Los Jaguars solo tuvieron 1 temporada con defensa top-10 en los últimos 15 años: 2017
- En 2023, promediaron 26.1 puntos recibidos por partido
- Permitieron un promedio de 389.7 yardas por encuentro
- Terminando 31º de 32 equipos en robos de balón totales (9)
¿Puede una filosofía física salvar a un equipo?
La historia reciente de los Jaguars demuestra que los cambios van más allá de tener talento: el enfoque estratégico importa, y mucho. Con esta reinvención física y táctica, el equipo tiene una nueva oportunidad de competir. Pero los ojos estarán puestos en resultados, no en promesas.
Para Josh Hines-Allen esta es una temporada de redención. “No quiero volver a salir del campo por fatiga. Quiero dominar cada jugada, volver a ser élite”, expresó. El mensaje es claro.
Y mientras la masa muscular ya no es la prioridad, la mentalidad ganadora sí lo es. Jacksonville tiene una nueva identidad, más ligera y aguda. Ahora solo queda una pregunta: ¿los fans de los Jaguars también podrán dejar atrás el peso del pasado?