El renacer del Thunder en las Finales de la NBA: cuando el equipo responde, Shai brilla más

Un triunfo que cambia narrativas

En la noche del domingo 8 de junio de 2025, el Chesapeake Energy Arena vivió una exhibición de baloncesto que no solo igualó las Finales de la NBA, sino que también alteró la narrativa que rondaba a los Oklahoma City Thunder. Con una victoria por 123-107 frente a los Indiana Pacers, el equipo dirigido por Mark Daigneault se reivindicó tras una dolorosa derrota en el Juego 1 y demostró que la ofensiva no es solo tarea de Shai Gilgeous-Alexander.

SGA, siempre consistente

El MVP de la temporada regular y campeón anotador, Shai Gilgeous-Alexander, volvió a dejar claro por qué domina la liga con 34 puntos y 8 asistencias. Sin embargo, la diferencia crucial en este segundo partido fue el apoyo imprescindible de su elenco.

En el Juego 1, Gilgeous-Alexander anotó 38 puntos, pero sus compañeros fallaron cuando más se les necesitaba. En cambio, el domingo, Jalen Williams, Chet Holmgren, Alex Caruso y un inesperado Aaron Wiggins se sumaron a la causa con actuaciones destacadas.

El resurgir de los co-protagonistas

• Jalen Williams anotó 19 puntos, acertando solo 5 de 14 tiros de campo, pero fue letal desde la línea de libres con un 8 de 9.
• Chet Holmgren, después de un discreto debut con apenas seis puntos, se redimió con una línea de 15 puntos y 6 rebotes.
• Alex Caruso, el veterano que llegó esta temporada, explotó con 20 puntos y un 50% en triples (4 de 8).
• Aaron Wiggins fue la gran historia de la noche: pasó casi desapercibido en el primer partido pero emergió como héroe inesperado con 18 puntos y cinco triples.

“Fue enorme esta noche”, comentó Daigneault sobre Wiggins. “Entró con gran confianza, profesionalismo y preparación. Una actuación gigante en una situación importante”.

Rompiendo la ilusión de la perfección

Con esta victoria, Oklahoma City le niega a Indiana la posibilidad de entrar en un club exclusivo. Los Pacers buscaban ser el quinto equipo en la historia de la NBA en ganar los Juegos 1 y 2 en las cuatro rondas de playoffs. Solo los Celtics de 1986, Lakers de 1987, Bulls de 1996 y los Warriors de 2017 lo han logrado. Todos ellos, casualmente, fueron campeones esa temporada.

Pero la realidad es que los Pacers han jugado todos sus partidos sin la ventaja de localía desde la segunda ronda. De hecho, lograr un récord de 7-1 en partidos 1 y 2 es ya un hito en sí mismo, empatando la quinta mejor marca en la historia de postemporada según datos de ESPN Stats & Info.

La clave: el segundo cuarto

El quiebre llegó con un espectacular parcial de 19-2 a favor del Thunder en el segundo cuarto, que dejó sin respuestas a Indiana. “Sentimos que se nos escapó la cuerda ahí”, dijo Tyrese Haliburton, autor del tiro ganador en el Juego 1, que esta vez no pudo replicar la magia.

Pacers: ¿oportunidad perdida?

Los antecedentes históricamente favorecen al equipo que comienza las Finales con un 2-0. De acuerdo a Basketball Reference, esos equipos han ganado la serie en el 86.5% de las veces (32 veces en 37). Solo dos escuadras en toda la historia lograron remontar una desventaja de ese tipo en una final.

“No quiero hablar del pasado”, señaló el técnico Rick Carlisle. “Es peligroso. Cada día es nuevo y debemos enfocarnos en lo que viene”.

Sorpresas y madurez

El salto de calidad colectivo que mostró Oklahoma es el reflejo del proceso que ha llevado a cabo la franquicia desde su última aparición en Finales en 2012, cuando Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden lideraban el futuro.

Hoy, Gilgeous-Alexander se convierte en el nuevo símbolo, pero está más acompañado que nunca. Aaron Wiggins lo resume mejor: “Es la NBA, hay altibajos. Pero estar listo cuando toca es lo que cuenta”.

Un show que sigue en Indianápolis

Con la serie igualada 1-1, la acción se traslada al Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis para los Juegos 3 y 4. Será el momento para que los Pacers respondan frente a su gente, y decidan si esta temporada es una historia mágica o apenas una buena campaña.

Por el momento, el Thunder demostró que es un equipo con múltiples herramientas, y que no necesita una hazaña individual para brillar.