Juan Soto y su renacer en Nueva York: talento, orgullo y venganza beisbolera
El dominicano ha tomado ritmo en los Mets con poder, carácter y una pizca de picante contra su exequipo, los Nationals
Un despertar a lo grande en La Gran Manzana
Juan Soto lo está sintiendo otra vez. Luego de un mes de mayo para el olvido —terminó con un promedio de bateo de .224— el jardinero dominicano de los New York Mets ha renacido como el bateador temido que alguna vez fue clave en el campeonato de los Nationals en 2019. Y no lo ha hecho en silencio. Lo ha hecho con batazos de largo alcance, celebraciones encendidas y hasta miradas intensas con viejos conocidos.
En los últimos cuatro juegos, Soto ha conectado ocho imparables, incluyendo un jonrón explosivo contra MacKenzie Gore, el lanzador que fue parte clave del canje que lo envió de Washington a San Diego en 2022. Un cuadrangular que no solo recortó la ventaja del rival, sino que también vino acompañado de un gesto desafiante hacia la lomita. ¿Provocación? ¿Rivalidad?
“Sólo nos estábamos saludando”, bromeó Soto ante los reporteros, con una sonrisa pícara.
El canje que cambió carreras
Para entender la carga emocional del enfrentamiento Gore–Soto, hay que regresar al verano de 2022, cuando los San Diego Padres apostaron todo por adquirir a Soto. A cambio, enviaron a los Nationals un paquete que incluía a Gore, CJ Abrams, Robert Hassell III y James Wood.
Aquella transacción fue revolucionaria. Soto, con apenas 23 años en ese momento, venía de rechazar un contrato de 15 años por $440 millones en Washington. Era el mejor bateador joven del juego y, por ende, el precio por él fue altísimo. Gore, por su parte, era un prospecto de élite, seleccionado en el puesto número tres del draft de 2017 y proyectado como el as del futuro.
Pero en 2025, todo se dio vuelta. Soto firmó un contrato histórico con los Mets: $765 millones por 15 años. Sí, el más grande en la historia del béisbol profesional. Y ahora, ha comenzado a demostrar que ese dinero no fue en vano.
Un junio de fuego
- Ha conectado cuatro cuadrangulares en los últimos 10 juegos.
- Acumula doce jonrones en la temporada.
- Se ha embasado en 12 juegos consecutivos.
- Su promedio de los últimos partidos es de .341, con un OPS de 1.225.
El domingo pasado, Soto vivió uno de los mejores juegos de su carrera: se fue de 3-3 con tres bases por bolas y tres anotadas, alcanzando base seis veces por primera vez en su carrera. Y el martes, contra Washington, además del jonrón y la mirada a Gore, conectó un doble clave que impulsó carrera y protagonizó una jugada defensiva para el recuerdo, sacando en el plato a un corredor desde el jardín derecho.
Una competencia con sabor personal
Después del jonrón, muchos se preguntaron si la reacción de Soto fue por el recuerdo del cambio. Él dice que no es nada personal. Pero MacKenzie Gore comentó que siempre existe un toque competitivo extra:
“Él es súper competitivo, eso es lo que lo hace especial. La gente disfruta verlo precisamente por eso”, dijo el zurdo, actual líder de la liga en ponches con 114.
La intensidad se notó desde el primer turno, cuando Soto se ponchó mirando ante tres sliders consecutivos de Gore. Pero en la tercera entrada, el error llegó: un slider colgado que Soto envió a 373 pies por el jardín izquierdo-central. Gesto de satisfacción. Paso firme por las bases. El dominicano estaba de vuelta, y quería dejarlo claro.
El peso del dinero y el legado
El contrato de $765 millones firmado por Soto no solo es récord, también representa un compromiso de largo aliento con la organización de Queens. Es una apuesta agresiva por el presente y futuro. Los Mets no solo lo trajeron como estrella mediática, sino como estandarte de reconstrucción.
Y Juan está empezando a responder. En la era post-Jacob deGrom, sin garantías de postemporada, la ciudad de Nueva York encontró en Soto una nueva figura a la que aferrarse. Un jugador que no solo produce, sino que impone carácter. Su bravuconería controlada, su disciplina en el plato y su instinto asesino en momentos oportunos hacen de él una figura magnética.
Comparaciones inevitables: ¿el nuevo Mr. October?
Compararlo con leyendas como Reggie Jackson puede parecer prematuro, pero los Mets y su afición tienen razones para emocionarse. Soto ha respondido en juegos grandes. Lo hizo en octubre de 2019. Y ahora, cada vez que el juego se calienta, él eleva su nivel.
Su OPS en postemporada es de .949, superior a jugadores como Derek Jeter (.838) o Albert Pujols (.917). Desde su debut en 2018, Soto lidera MLB en bases por bolas, mostrando una paciencia y visión de strike digna de los mejores de la historia.
No solo con el bate: brillante también con el guante
El martes, Juan Soto también brilló con el guante. Muchos críticos lo han señalado por su defensa inconsistente años atrás, pero en esta temporada ha mostrado mejoras notables. Su asistencia para sacar un corredor en home fue técnica, perfecta y contundente. Y es ahí cuando se recuerda: Soto solo tiene 25 años. Su prime aún podría estar por llegar.
¿Qué sigue para los Mets y para Soto?
Con una marca que lucha por mantenerse a flote y una rotación inestable, los Mets necesitan de su estrella más cara para encender los motores. Y esa estrella ahora brilla. Juan Soto no solo ha recuperado su nivel. Está dominando. Está hablando, no con palabras, sino con batazos y miradas.
Si mantiene este ritmo —¿y quién lo detendría ahora?— el 2025 podría ser otro capítulo dorado en su ya sólida carrera.
Un mensaje claro: “Estoy aquí para quedarme”
Que nadie lo dude. Juan Soto ha puesto a la Liga Nacional en alerta. Ya dejó atrás el bajón de mayo. Ha recordado a todos por qué fue considerado uno de los mejores talentos generacionales. Y ha enviado un mensaje, mirada incluida:
“Estoy esperando errores... y cuando llegan, no los perdono.”