Irán e Israel al borde del abismo: ¿la nueva guerra regional en Medio Oriente?

Escalamiento sin precedentes de los ataques revela un conflicto más amplio y un posible punto de inflexión histórico para la seguridad global

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Una escalada sin precedentes: Operación aérea israelí sobre Teherán

El conflicto entre Israel e Irán ha alcanzado niveles históricos. En menos de una semana, la Fuerza Aérea israelí ha bombardeado múltiples objetivos dentro del corazón de Irán, incluyendo zonas densamente pobladas de Teherán y puntos clave del programa nuclear iraní. Estos ataques forman parte de lo que el gobierno israelí ha definido como una "operación necesaria" para frenar el avance nuclear de su principal enemigo institucional.

El portavoz militar de Israel, el general de brigada Effie Defrin, declaró: “Nuestras fuerzas han logrado la superioridad aérea total sobre Teherán”. Asegura además la destrucción de más de 120 lanzadores de misiles, dos cazas F-14 iraníes y varias sedes pertenecientes a la Fuerza Quds, brazo operativo de los Guardianes de la Revolución.

Un telón de fondo tenso: la advertencia de Trump

Mientras todo esto sucede, el expresidente estadounidense Donald Trump añadió combustible al fuego con un alarmante mensaje en redes sociales: “¡IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR! Todos deben evacuar inmediatamente Teherán”. El expresidente también negó haber abandonado el G7 para trabajar en un alto al fuego, como señaló el presidente francés Emmanuel Macron. “Mucho más grande que eso”, escribió, sin más explicación.

Este mensaje ha generado confusión e incertidumbre a nivel diplomático y en el terreno. ¿Está Estados Unidos dispuesto a actuar militarmente o simplemente ejerce presión psicológica sobre Irán y sus aliados? La Casa Blanca aún no ha ofrecido claridad.

Pánico y caos en Teherán

La respuesta en las calles de Teherán no se hizo esperar. Según informes, alrededor de 330,000 residentes de una céntrica zona de la capital iraní fueron igualmente instados a evacuar tras mensajes por altavoces y redes. Las imágenes satelitales y testimonios muestran una ciudad colapsada por el tráfico, filas interminables para combustible y tiendas cerradas, incluyendo el emblemático Bazar de Teherán.

Las evacuaciones masivas recuerdan, según analistas, a situaciones de conflicto como la evacuación de Bagdad en 2003 o los bombardeos sobre Belgrado en 1999. Irán, con una población de casi 90 millones y una infraestructura urbana gigantesca, enfrenta un reto logístico sin precedentes.

Irán responde: drones y misiles contra Israel

La represalia iraní no ha tardado. Desde el inicio del conflicto, Irán ha lanzado más de 370 misiles y cientos de drones contra territorio israelí. Las defensas israelíes, incluido el Domo de Hierro, han mostrado eficacia, aunque no inmunidad total. A la fecha, se reportan 24 muertos y más de 500 heridos en Israel.

En Irán, la cifra oficial de muertos asciende a 224, pero Human Rights Activists, una organización con sede en Washington, denuncia que el número real supera los 400, incluyendo más de 190 civiles.

El asesinato de un general clave

Uno de los hechos más simbólicos y, a la vez, provocadores ha sido la eliminación del general Ali Shadmani, recientemente designado como jefe del Cuartel General Central Khatam al-Anbiya. Este acto ha sido interpretado como una declaración de guerra total.

Shadmani era una figura decisiva dentro del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica. Su pérdida ha obligado a Teherán a nombrar rápidamente a nuevos altos mandos militares, lo que podría traducirse en una reorganización táctica, pero también en una radicalización de sus acciones.

La dimensión nuclear: ¿cuán cerca está Irán de la bomba?

Israel ha dejado claro que su objetivo principal es impedir que Irán obtenga armamento nuclear. Según el primer ministro Netanyahu, estos bombardeos han "retrasado enormemente" el programa nuclear iraní. Sin embargo, informes de la AIEA señalan que Irán posee suficiente uranio enriquecido como para fabricar varias bombas si así lo decidiera.

Algunos de los blancos hasta ahora incluyen Natanz, Isfahan y otras instalaciones, pero el complejo más temido, Fordo, aún no ha sido alcanzado. Este sitiado centro de enriquecimiento está ubicado a 80 metros bajo tierra, lo cual lo hace prácticamente impenetrable para las capacidades actuales de Israel. Solo una bomba como la GBU-57 estadounidense, lanzada desde un bombardero B-2, podría lograrlo.

Estados Unidos: el actor ambiguo

El papel de EE. UU. permanece lleno de ambigüedades. A pesar de la postura dura de Trump, el actual gobierno aún evalúa si respalda activamente a Israel o busca preservar cierta neutralidad. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, se reunió con el Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación.

Desde Irán, el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, ha enviado mensajes velados pidiendo a Washington actuar como mediador: “Basta una llamada de Washington para silenciar a Netanyahu”.

Pero cualquier iniciativa diplomática se encuentra congelada desde que el primer ataque israelí sorprendiera a ambas diplomacias el fin de semana pasado.

Perspectivas: fin del juego o inicio de algo mayor

Este conflicto no tiene precedentes en términos de magnitud, intensidad y riesgo geopolítico. Algunos analistas señalan que estamos ante un nuevo paradigma de guerra regional aliada al poder aéreo de quinta generación, la ciberdefensa y la destrucción preventiva.

Las comparaciones con guerras pasadas como la del Golfo, Siria o el conflicto entre Irak e Irán en los años 80, palidecen. Hoy, el mundo contempla una confrontación directa entre dos potencias regionales con jugadores internacionales listos a intervenir indirectamente: Estados Unidos, Rusia, China y, en menor medida, las potencias europeas.

La situación podría escalar hacia un conflicto aún mayor o forzar por fin un rediseño de las reglas de seguridad en Medio Oriente. Todo dependerá del próximo movimiento, especialmente en torno a un posible ataque a Fordo o el uso de armamento no convencional.

¿Qué dice la historia reciente?

Desde 1979, año de la revolución islámica en Irán, la relación con Israel está definida por el antagonismo. Teherán ha apoyado una vasta red de milicias antiisraelíes, desde Hizbolá en Líbano hasta Hamas en Gaza. Israel, por su parte, ha asesinado desde 2010 a varios científicos nucleares iraníes y bombardeado objetivos ligados a Irán en Siria en más de 700 ocasiones.

Pero nunca había habido un asalto aéreo sobre la capital iraní con este nivel de coordinación, tecnología y consecuencias.

La incógnita final

¿Podrá el mundo evitar una nueva guerra regional que podría incluir a Líbano, Siria, Irak y el Golfo Pérsico? ¿Es esto un ensayo general para una confrontación global bipolar entre EE. UU. e Irán-China-Rusia? ¿O estamos antes de una amenaza nuclear real e inminente?

Las próximas horas, quizás días, definirán más que los destinos de Israel e Irán. Definirán posiblemente el futuro inmediato de la estabilidad en uno de los rincones más volátiles del planeta.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press