Tyrese Haliburton, el alma de unos Pacers resilientes que sueñan con el título

Pese a una lesión en la pantorrilla, el base lidera a Indiana a una épica victoria en el Juego 6 de las Finales de la NBA y fuerza un séptimo duelo frente a Oklahoma City

Por más que los focos brillen sobre las estrellas con más cartel, los momentos de grandeza muchas veces emergen desde la valentía. Tyrese Haliburton lo demostró en el Juego 6 de las Finales de la NBA 2025, cuando, cojeando visiblemente, lideró a los Indiana Pacers a una crucial victoria 108-91 sobre el Thunder de Oklahoma City. Con la serie empatada 3-3, el séptimo juego promete ser uno de los más electrizantes en la historia reciente de la liga.

Un líder con una pierna

Haliburton llegó al partido limitado por una distensión en la pantorrilla derecha que se le agravó durante el Juego 5. Pese a quedarse fuera gran parte del último cuarto y terminar con 14 puntos en solo 23 minutos, su impacto fueron mucho más allá de los números: maneja los ritmos, transmite confianza y electriza a la multitud. Su momento cúspide llegó en el segundo cuarto, con un robo espectacular y un pase sin mirar a Pascal Siakam que culminó en una volcada ante dos defensores rivales.

"Si puedo caminar, quiero estar en la cancha", dijo Haliburton tras la victoria. Y vaya si lo estuvo. Luego de un flojo inicio fallando sus primeros cuatro tiros, volvió a su mejor versión: corriendo la cancha, lanzando desde 30 pies y saltando como si nunca hubiera estado lesionado.

El momento de los Pacers

Indiana ganó con autoridad, dominando desde el principio con un parcial de 36-9 en el segundo cuarto. Esa ventaja fue demasiado para un equipo de Oklahoma City que parecía ya tener un pie en la celebración. El entrenador Rick Carlisle supo administrar los minutos de su base estrella y destacó que "Tyrese no quería atención. Solo quería hacer todo lo posible para jugar".

El valor de jugar con dolor

No es la primera vez que Haliburton se enfrenta al dolor en esta postemporada. El año pasado, una lesión lo dejó fuera de los últimos dos juegos de la final de Conferencia Este frente a los Celtics. Indiana perdió ambos partidos por apenas tres puntos. Esta vez, no quería quedarse a un lado. Desde el lunes, ha estado casi 24/7 entre terapias hiperbáricas, masajes, acupuntura, estimulación eléctrica y vendajes especiales.

"Tengo plena confianza en nuestro equipo médico", dijo el base. "Han habido muchas situaciones en mi carrera donde han confiado en lo que siento sobre mi cuerpo. Y esta vez no fue diferente: quería estar ahí afuera".

Instinto asesino en momentos críticos

Haliburton se ha convertido en una garantía para cerrar partidos. Su triple con 0.3 segundos en el Juego 1 ante el Thunder ya es parte del folclore de las Finales. Contra Milwaukee en abril, su bandeja a 1.4 segundos permitió una remontada milagrosa. En Cleveland, su triple cuando quedaba apenas un segundo selló otra victoria agónica. Y contra los Knicks en el Madison, un tiro al límite forzó la prórroga. Una y otra vez, cuando parece que todo está perdido, él aparece.

Un héroe inesperado que se transforma en leyenda

Muchos esperaban que en estas Finales aparecieran nombres como Shai Gilgeous-Alexander o Jalen Williams, figuras del Thunder que han brillado durante toda la serie. Pero Haliburton ha sido un símbolo del espíritu de Indiana: un equipo subestimado, que juega por y para su público, y que ha sabido volver de situaciones imposibles.

La conexión con la hinchada es otro punto a destacar. Después de uno de sus robos más espectaculares en el Juego 6, Haliburton se detuvo para chocar palmas con los fanáticos. A pesar de estar cojeando, encontró energía y emoción en esos segundos. En un mundo cada vez más dominado por narrativas de superestrellas, es refrescante ver a un jugador dejarlo todo, literalmente, por el amor al juego.

¿Un título para Indiana?

Los Pacers disputarán su segundo Juego 7 en una Final de la NBA, el primero desde el histórico 2000 cuando cayeron ante los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Esta vez, con una mezcla de juventud, sacrificio y estrategia, tienen la oportunidad de cambiar el curso de su historia.

El legado de Haliburton ya está escribiéndose. Desde su participación clave en la obtención del oro olímpico con Estados Unidos, hasta sus cifras en estos playoffs —20.6 puntos, 10.2 asistencias y 47% en tiros de campo—, se ha convertido en un nombre que marcará una década del baloncesto.

Como bien dijo su compañero Pascal Siakam: "Sabía que lo haría. Tyrese siempre está listo para los grandes momentos".

Esta clase de actuaciones recuerdan por qué amamos el deporte. Porque cuando un jugador se rehúsa a rendirse, cuando deja su cuerpo en la cancha y aún así encuentra maneras de inspirar a su equipo, lo que vemos es algo que trasciende estadísticas y trofeos.

Todo o nada: Juego 7

Ahora, con la serie empatada 3-3 y todo por decidirse en el séptimo juego, el baloncesto nos regala uno de sus más bellos escenarios: 48 minutos (o más) donde todo —sueños, legado, carrera— se define. Y en ese momento final, Indiana sabrá que cuenta con Haliburton, su corazón, incluso con una sola pierna.

No hay guion más poético que ese: el del guerrero cojo que conduce a su equipo al borde de la gloria.

Foto: Indiana Pacers guard Tyrese Haliburton celebra una jugada durante el Juego 6 de las Finales de la NBA, el jueves 19 de junio de 2025 en Indianápolis.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press