Eugenio Suárez faena en grande: ¿La chispa que los Diamondbacks necesitaban para volver a octubre?

Una explosión ofensiva que enciende a los Diamondbacks

El pasado viernes fue una noche de fuego para Eugenio Suárez, quien conectó cuatro hits, incluyendo dos cuadrangulares, en la victoria de los Arizona Diamondbacks por 14-8 sobre los Colorado Rockies. Con ese par de bombazos, el tercera base venezolano alcanzó un hito personal: 300 jonrones de por vida en las Grandes Ligas.

Este logro individual no llegó en un momento cualquiera. Los Dbacks, que mostraban una temporada irregular hasta hace unas semanas, comienzan a encontrar consistencia ofensiva justo a mitad de campaña. Actualmente se mantienen con un récord de 38-37, apenas un juego sobre .500, pero lo suficiente como para mantenerse en la lucha por los puestos de comodín en la Liga Nacional.

¿Es Eugenio Suárez el catalizador que puede marcar la diferencia para Arizona en su camino hacia la postemporada?

Un repaso al aporte de Suárez

Durante sus últimos 10 partidos, el antesalista ha producido a paso demoledor:

• 13 hits en 40 turnos
• 6 cuadrangulares
• Un promedio de bateo de .325

En lo que va de temporada, acumula ya 16 dobles, un triple, 7 jonrones y 49 carreras remolcadas. Además, presenta números más altos de slugging (.500) en junio respecto a los meses anteriores, lo que indica que ha encontrado ritmo y poder en el momento oportuno.

Respecto a su hazaña, Suárez declaró tras el partido: “Es especial siempre lograr cosas como esta, pero más aún si puedo ayudar al equipo a ganar. Eso es lo que más me importa.”

Arizona: récord, estadísticas y contexto

Los Dbacks no han perdido una serie desde mediados de junio y tienen marca de 7-3 en sus últimos 10 encuentros. Durante este lapso:

• Han bateado para .279 colectivamente
• Acumulan 15 carreras más que sus rivales
• Su ERA colectiva es de 4.69

Estos números muestran que, más allá del impulso de Suárez, el ataque de Arizona ha despertado como unidad. Jugadores como Geraldo Perdomo también han brillado con 16 dobles, siete jonrones y 49 impulsadas.

Los Rockies: un rival propicio para despertar

La otra cara de la moneda son los Colorado Rockies, quienes marchan últimos en el Oeste de la Liga Nacional con un lamentable récord de 17-59. Peor aún, sus números como locales son desastrosos: apenas 7-28 en el Coors Field, tradicionalmente considerado un paraíso para los bateadores.

Sus lanzadores tienen una efectividad colectiva de 5.95 en los últimos 10 juegos. Son penúltimos en las Grandes Ligas en ERA global (5.64) y último en WHIP (1.61), cortando cualquier intento de consistencia desde el montículo.

Por ello, series como esta representan una oportunidad ideal para equipos como Arizona de tomar confianza y corregir rumbo. Lo curioso es que, a pesar de su mal momento, los Rockies han bateado .278 en sus últimos 10 partidos; su problema principal sigue siendo el pitcheo.

¿Puede Arizona repetir la gesta de 2023?

Muchos aficionados recuerdan la temporada 2023 que llevó a los Diamondbacks hasta la Serie Mundial. Aquel equipo, caracterizado por su energía joven y un juego agresivo, llegó hasta la máxima instancia del béisbol contra todo pronóstico.

¿Qué diferencias existen entre este equipo y el del año pasado?

• Arizona tiene ahora mayor experiencia, pero menos sorpresas.
• Su cuerpo de lanzadores está más golpeado físicamente (varios en lista de lesionados).
• Jugadores clave como Corbin Carroll no han reproducido el nivel MVP mostrado en 2023.

Sin embargo, el resurgir de Suárez y una ofensiva colectiva encendida mantienen vivas las esperanzas. Según FanGraphs, los Dbacks tienen un 33.2% de probabilidad de clasificar a la postemporada.

El estadio y la altitud benefician a los artilleros

Mucho se habla del Coors Field como un cementerio de lanzadores debido a la altitud – Denver está situada a más de 1,600 metros sobre el nivel del mar. Esta característica disminuye la resistencia del aire, haciendo que las pelotas vuelen más lejos. La evidencia de esto se ve en series como la actual entre Arizona y Colorado, donde las carreras abundan y los cuadrangulares brotan como margaritas.

Ejemplo claro fue el duelo del pasado viernes que terminó 14-8, combinando 22 carreras. No es coincidencia: el Coors Field lidera las Grandes Ligas en promedio de carreras por juego con 11.8 hasta la fecha.

Esto también explica por qué Suárez y compañía han mostrado un alza de poder esta semana. Claro está, el desafío será mantener esa producción una vez se enfrenten a pitcheos más sólidos fuera de Denver.

El resto del calendario: ¿amigo o enemigo?

La suerte que tenga Arizona de aquí en adelante dependerá, en gran medida, de su desempeño en los próximos enfrentamientos clave. Entre ellos:

• Series frente a Padres, Dodgers y Giants, sus rivales divisionales directos
• Enfrentamientos ante equipos ganadores como los Cubs y Phillies
• Mini-series contra conjuntos de la Liga Americana con récord positivo

Su marca actual de 18-19 como visitantes no es desastrosa, pero tampoco óptima. Para llegar con fuerza a octubre, será clave mantener un rendimiento de .600 o más en casa y al menos .500 fuera de casa.

Lesiones: el gran obstáculo

No todo es color de rosa en el desierto. Arizona enfrenta una oleada de lesiones preocupante en su cuerpo de lanzadores:

• Gabriel Moreno: fractura en el dedo de la mano
• Corbin Burnes: 60 días fuera por lesión en el codo
• Jordan Montgomery: también en la lista de 60 días
• A.J. Puk y Blake Walston: igualmente fuera por tiempo prolongado

Con tantos brazos fuera, la rotación queda dependiendo en gran medida de Merrill Kelly (6-3, 3.41 ERA) y un bullpen que ha tenido un desempeño volátil.

¿Y los Rockies? Un año para el olvido

Es imposible hablar del Oeste de la Nacional sin mencionar la debacle de Colorado. Tras 76 juegos disputados, solo han ganado 17. La estadística más gélida: pasaron el umbral del 60% del calendario y aún no llegan a 20 victorias.

Ni siquiera poder contar con jugadores como Ryan McMahon o el ascendente Mickey Moniak ha sido suficiente para rescatar la dignidad de esta plantilla. La reconstrucción parece inevitable y, por el momento, no hay señales de que pueda mejorar pronto.

Una chispa que puede prender fuego

La actuación de Eugenio Suárez en esta serie frente a los Rockies puede ser vista como anécdota o como augurio. Pero si los Dbacks logran capitalizar el momento, fortalecer el pitcheo y mantener el empuje ofensivo liderado por el venezolano, nadie podrá descartarlos en la carrera por octubre.

La clave está en no dejar que este “bombazo” sea solo un destello pasajero. Como diría Suárez con su característica sonrisa: “Mucho jonrón y mucha alegría... así se gana en este juego.”